Lanzamiento del Atlantis (http:www.nasa.gov)
Hoy, por fin, se produjo el lanzamiento de 'Atlantis', el último transbordador tripulado de la NASA que viaje a la Estación Espacial.
Hay varios puntos importantes en este viaje. El primero, que la gloria de ser el último no le correspondía a Atlantis, sino a Endeavour; pero su lanzamiento tuvo que retrasarse varios meses para poder hacer modificaciones en el espectrómetro magnético y gracias a ese fallo, pasará a la historia como el protagonista del último viaje de una de las naves que componían el equipo de los transbordadores espaciales destinados a llevar a cabo un programa que cierra un capítulo en estas fechas.
Otro capítulo es que, para que pudiera despegar, los responsables del lanzamiento incumplieron una norma: que no hubiera tormentas en once millas a la redonda a partir de la base de lanzamiento por si había que abortar el lanzamiento y hacer regresar la nave.
La cuestión que se plantearán algunos de ustedes es por qué se prescinde de los transbordadores tripulados. La respuesta es: eran caros y peligrosos. La conjunción de esas dos realidades llevó a la Agencia Espacial a jubilarlos, aunque eso entrañe que en un quinquenio (estimado) los trabajos se harán usando las naves Soyuz, mucho más «rudimentarias» e incómodas para los tripulantes; pero mucho más seguras. Luego vendrá una nueva generación de transbordadores, más seguros, menos caros, adaptados, en suma, a los tiempos que corren, muy exigentes con el presupuesto en todos los ámbitos y con la viabilidad a largo plazo.
Marcelino Iglesias (EFE para ABC)
Hoy ha sido proclamado candidato por el PSOE a las próximas elecciones don Alfredo P. Rubalcaba. Don José Luis Rodríguez Zapatero nos había prometido que el discurso del candidato en el día de hoy marcaría un antes y un después y nos dejaría a todos asombrados.
Como siempre, la promesa quedó incumplida. El discurso del candidato no fue brillante, ilusionante ni renovador. No nos presentó al estadista que reclamamos, sino al sempiterno oportunista que trata de atraer el voto del ala radical de los «indignados» con un discurso que en el que ni él mismo cree, lleno de lugares comunes propios de una izquierda trasnochada y desconectada de la realidad y altas dosis de demagogia.
Todos los analistas se han lanzado a analizar su discurso; pero el que dio en la diana fue Marcelino Iglesias que, lleno de euforia, comparó el nombramiento con el lanzamiento del Atlantis. Es posible que el señor Iglesias desconozca que ese último vuelo es el reconocimiento de un error y un fracaso, cuyo hito está constituido por el drama del Challenger. El proyecto que dio vida a los transbordadores resultó demasiado caro, costó vidas y siempre entrañó riesgos que llevaron a abandonar esa aventura.
Ahora los transbordadores irán a parar a un museo que guardará la memoria de la carrera espacial americana, durante cinco años la NASA no dispondrá de transporte propio y tendrá que depender de Rusia para avanzar en su trabajo en la Estación Espacial. Pasado un tiempo, cinco, seis, diez años (quién sabe) amanecerá una nueva generación de naves; pero nada será ya igual.
Si analizan la trayectoria de los últimos siete años del candidato y su proclamación final, verán que hay un paralelismo sorprendente entre las peripecias de la nave y las causas que llevaron al ex vicetodo al acto de proclamación.
Todo apunta a que el destino del PSOE con el flamante candidato será, tal como aventura Marcelino Iglesias el canto del cisne que pone fin a una etapa histórica en el PSOE, que exigirá jubilar el pasado, renovar la plantilla y dar a luz a un proyecto totalmente distinto, ajustado a la realidad de los tiempos y la viabilidad a largo plazo.
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