13/10/11

'El País' ejemplo señero de villanía


Rajoy lleva a Marta Domínguez, sospechosa de dopaje, al Senado

La atleta irá por Palencia, como comunicó el líder del PP a través de Twitter

Juan José Cortés, el padre de Mariluz, se queda fuera tras verse implicado en un tiroteo



Este es el titular de 'El País' que muestra cómo un periódico que fue referente en su momento, ha caído en lo más bajo, ayuno de todo criterio ético en su imparable declive.

Cuando, como fruto de las investigaciones sobre el dopaje en los deportistas de élite, la llamada 'Operación Galgo', los españoles vimos a una de las figuras más admiradas, que más nos enorgullecían, detenida por la implicación en un asunto de dopaje, un nueve de diciembre de 2010, sentimos como si nos hubieran dado un mazazo. No era posible. No podíamos creer que fuera cierto. Inmersos en la realidad de la crisis negada, agobiados por el paro, por la corrupción, por la incertidumbre ante el futuro, necesitábamos que los pocos símbolos de grandeza, esfuerzo, disciplina y superación que nos quedaban, se mantuvieran intactos. La acusación que se formulaba contra Marta Domínguez era un daño más en el escuálido retablo de símbolos que mantenían la precaria cohesión social que nos quedaba

Este año, la juez que ha dirigido la instrucción del caso dictó auto exculpando a Marta Domínguez de todos los cargos y archivando la causa. 'El País' recogió la noticia en estos términos

Por si no bastaba ese auto para limpiar su nombre, la Juez, Mercedes Pérez Barrios, escandalizada por lo que vio al estudiar el sumario, consideró necesario ir un paso más allá y abrió diligencias para depurar responsabilidades entre los responsables de la investigación al comprobar que los recipientes que incautaron en el registro de la casa de la atleta y otros implicados, que figuraban como vacíos, aparecieron, misteriosamente, conteniendo trembolona. 

Hay hechos objetivos: Marta militaba en el PP, todo esto ocurrió cuando Pérez Rubalcaba era Ministro de Interior y los cargos fueron rechazados por la Juez instructora, que ha abierto diligencias al constatar graves irregularidades en la investigación. 

Igual de objetiva es la evidencia de la absoluta entrega de 'El País' al candidato, su protegido en las elecciones. Nihil obstat a que un medio aporte toda la munición para apoyar a su candidato favorito; pero hay límites. Nada gana Rubalcaba (perdón, el señor Rubalcaba) y en todo caso, pierde, ante la sospecha de que todo ese montaje fuera organizado desde su Ministerio, nadie comprende con qué fin, que albergamos un montón de españoles, heridos por el daño irreparable al honor de uno de los referentes más destacados de nuestros deportistas de élite. 

Ignorar la resolución judicial, para intentar desacreditar las decisiones del PP a la hora de elaborar las candidaturas resaltando una sospecha que ha quedado desacreditada es una muestra de bajeza y mezquindad que define lo que es hoy la línea editorial del otrora periódico de referencia; pero va más allá.

Nada gana el periódico, menos aún su candidato con este titular, al contrario. Incluso entre sus fieles más celosos, encontrará rechazo; porque Marta es querida y respetada por la mayoría. Entre los imparciales, siembra una cuestión inquietante: muy mal tiene que estar la cosa para el candidato, para que su valedor recurra a estrategias tan infames. Si titulariza así, es porque la presencia de Marta en la candidatura del PP al Senado es un golpe más para las pretensiones socialistas y, por mucho que nos hagamos cargo de que 'El País' tiene que hacer lo imposible por ayudarle, esto supera lo que podemos tolerar.

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