31/1/11

Desde la noche de los tiempos




Coppermine Photo Gallery


El invierno tiene un simbolismo propio para la humanidad desde las etapas más remotas. El frío, la escasez de alimento, las enfermedades asociadas a las inclemencias del tiempo, las largas noches y la frecuencia de días plomizos, se conjugan para asociarlo a la imagen de un tiempo en el que se ha de invocar el favor de los dioses de la fecundidad, mediante rituales de purificación y protección. 

El primer ritual en esta línea  en el calendario de fiestas romanas, eran las amburbia o amburbiales, que se celebraban según unos autores antes de los idus de enero y según otros, el dos de febrero y tenían como objetivo primordial purificar el entorno de la urbs, mediante un ritual llamado a conjurar la enfermedad y los peligros que la acechaban. La diosa rectora de esta ceremonia era Démeter y la víspera, las mujeres la acompañaban en busca de su hija Perséfone  formando un cortejo portador de teas encendidas. 

Las lupercales se celebraban el 15 de febrero y tenían connotaciones similares: un ritual de purificación y fertilidad, en este caso, de un pronunciado carácter individual, mientras la fiesta anterior invocaba la protección colectiva.

Es probable que ambas fiestas dejaran tras sí una tradición folclórica como germen de una festividad cristiana: la Virgen de la Candelaria, en la que la presencia de la luz, ahora de velas, que en algunos lugares tienen distintos colores según la petición que deban alumbrar: quedar encinta, contraer matrimonio o recuperar la salud, entre otras. En ella, desde luego, aparecen rituales populares en los que se entremezclan elementos de ambas fiestas.

Tal vez debamos celebrar en todo el país la fiesta de La Candelaria con el mayor fervor, sea en el ritual cristiano, sea en los de las festividades romanas; porque hay mucho que implorar: que los dioses nos libren, como colectivo y como ciudadanos individuales de la catástrofe que se cierne sobre nosotros y de los demonios que nos afligen en forma de políticos nefastos. 

Y es que hoy sucedió que nuestro nunca bien ponderado presidente, en la clausura de la convención autonómica del PSOE, pidió que en 2011 no se hable del partido ni de la candidatura. Ahora toca hablar de España y centrarse en adoptar las medidas para superar la crisis. Es tiempo de reformas. 

El problema es que, como siempre, frente a ese optimismo y esas ganas de trabajar por el país que le han entrado de repente, surgen voces que nos desalientan. 

ABC publica hoy una entrevista a Jurgen  Donges, académico del Instituto de Política Económica de la Universidad de Colonia, ex-presidente del Consejo de Expertos en Economía de Alemania (de los denominados «Los Cinco Sabios») y tras escuchar al señor Rodríguez decir que lo importante son las reformas, va y nos baja la moral diciéndonos que las reformas de pensiones y cajas de ahorros llegan tarde pero van en una dirección más o menos correcta. O sea, que lo estamos haciendo tarde y mal.  

Y por si esto fuera poco, declara sin cortarse lo más mínimo:

«Los mercados financieros estarían más tranquilos si el líder político de España fuera otro, uno que entienda cómo funciona una economía social de mercado, que tenga capacidad de gestión y que acepte los condicionamientos que para la política económica nacional emanan de la pertinencia del país a la zona euro».

Se puede decir más alto, pero no más claro: España tiene en el timón un dirigente que no entiende cómo funciona una economía social de mercado, que no tiene capacidad de gestión y no acepta los condicionamientos que emanan para la política económica nacional de la pertenencia a un país de la zona euro. 

Como ha quedado claro que no toca hablar de los planes del presidente, que va a quedarse hasta el final y se verá si repite intento, pues eso: encendamos velas, antorchas, recorramos nuestras ciudades buscando a la hija de la Gran Madre para ganar su favor, salgamos luego al alfoz para recorrer la periferia y terminemos con el sacrificio ritual, vayamos bajo la higuera a sacrificar un perro y un macho cabrío y hacer tiras los cueros desollados  o adoptemos el ritual de La Candelaria (después de todo no tienen por qué pagar los animales con su vida lo que causamos nosotros con nuestro voto). Lo que sea; pero no podemos desaprovechar una ocasión de conjurar el favor de los hados para que nos libren de tanto mal. Amén.


30/1/11

¡Porque Cataluña lo vale!


Artur Mas ...
Artur Mas (Fotografía de Appi News.Yahoo!)

La Generalidad de Cataluña está en serios apuros. Dicen que el tripartito arruinó Cataluña, que lo que pasa ahora no es culpa suya, sino de esos dementes que dejaron exhaustas las cajas.

Vayamos por partes: CIU en las elecciones de 2006 fue la fuerza más votada, obtuvo 48 escaños. El PP obtuvo 14 y C's 3. 

CIU gobernó Cataluña durante muchos años, cosa que significa que tiene experiencia amplia y aunque estuviera en la oposición, le resultaba más sencillo que a otras formaciones que nunca habían gobernado, ver con claridad los efectos económicos, políticos y sociales que generarían esas decisiones.

El tripartito sumaba 37 escaños de PSC, 21 de ERC y 12 de ICV. 70 escaños. 

Si a CIU le hubiera importado de veras el futuro de Cataluña ante las demenciales políticas de derroche del tripartito, es cierto que hubiera estado siempre en inferioridad; pero sólo por cinco escaños, si se hubiera aliado con el PP y Ciudadanos. Más si tenemos en cuenta la tendencia de los diputados a hacer novillos. Una buena conjura con el resto de las fuerzas políticas de la cámara, hubieran permitido que tiraran abajo muchas medidas que resultaban muy dañinas a medio y largo plazo para Cataluña. 

Lo que ocurre es que CIU es un partido tan sectario como lo son todos los nacionalistas, incapaz de anteponer los intereses de los ciudadanos a sus prejuicios. No hizo una oposición seria, no luchó por Cataluña, siguió una hoja de ruta orientada a recuperar el poder y prefirió que se arruinase esa tierra que tanto dicen amar antes de pactar con los 'españolistas'.

Y ahora, tras esos años de dejar hacer, a sabiendas de las consecuencias; porque insisto: sabían lo que dejaron cuando la alianza les descabalgó de la presidencia, el estado de las arcas, las deudas pendientes de vencimiento, los efectos que podían derivarse para Cataluña de las feroces campañas que obligaba a rotular en catalán, a las que no podían escapar los pequeños comerciantes e industriales; pero sí otras empresas, se hacen de nuevas. 

No pueden negarlo, lo habían visto. Les ofrezco un dato: en el año '96, más o menos, unas declaraciones de los políticos catalanes me llevaron al «hasta aquí hemos llegado». Juré que no compraría nada hecho o comercializado en Cataluña. 

En casa siempre desayunaron Cola-Cao los niños, cereales, los adultos consumíamos café... Descubrí que era imposible mi boicot; porque aunque optara por comprar Nesquick, Nestlé comercializaba todos sus productos en Cataluña. Kellogs igual. Todas las marcas de café del mercado, tenían su domicilio social allí y, uno tras otro, la mayoría de los productos que compraba venían de Cataluña. 

Hace ya años que todas esas marcas de consumo habitual tienen su sede en el cinturón industrial de Madrid o de otras provincias. Luego fueron testigos directos del éxodo masivo de empresas multinacionales que, hartas de sus veleidades lingüísticas, que incrementaban sus costes de roturación y presentación del producto, migraron a lugares más amigables, con el perjuicio correspondiente para Cataluña.

Ahora están con el agua al cuello. Se encuentran con un agujero muy superior al que esperaban, con un tejido empresarial mermado, con una pérdida importante de capacidad de generar riqueza y están desesperados. ¿La solución? La de siempre: que pague el derroche y la corrupción catalana el resto de España.

Y no por solidaridad, no. Debemos hacerlo porque se lo debemos y si no lo hacemos, les sentará muy mal, se enfadarán mucho. Incluso exigirán la independencia.

¿Qué les debemos, señor Mas? Le cuento: cuando Asturias era una región rica, andábamos por carreteras estrechas y llenas de baches, nuestras comunicaciones eran penosas; pero ustedes tenían autopistas financiadas con el dinero de todos los españoles.

Cuando llegaron los fastos del '92, la Expo se la llevó Sevilla, sí; pero la tajada del león, las olimpiadas, que daban mucho más publicidad y exigían mayores inversiones, se las llevaron ustedes y España invirtió lo que no está escrito para dotarles de las instalaciones y la infraestructura más moderna.

A lo largo de todos estos años, la debilidad de cada gobierno de turno nos hizo rehenes a todos de sus chantajes. Cada apoyo al gobierno tuvo un precio que supuso privar a otras regiones, mucho más pobres y necesitadas de esos recursos para salir de su situación, desviando fondos ingentes o privilegios infames para Cataluña.

No les debemos nada, señor Mas. Ustedes le deben a España todo lo que son y nunca podrán pagar la deuda que tienen con el resto del país, que ha estado dándoles sin recibir a cambio nada más que juego sucio, acciones empresariales de una ruindad abyecta para sacar del mercado empresas competidoras o amparados en los estatutos de su todopoderosa Caixa, lanzar opas sobre empresas florecientes en otras regiones para realizar operaciones muy favorables para sus intereses; pero que hundieron la economía de los que apenas tenían lo justo para salir adelante.

Confío, señor Mas, que los españoles seamos por una vez pragmáticos, votemos de forma masiva a un candidato para que tenga la mayoría absoluta que necesita para no depender de las garrapatas nacionalistas. Y luego, exigir a ese gobierno que invierta donde de verdad lo necesitamos: en Soria, en Guadalajara, en Teruel o en el norte y a ustedes les dejen que se arreglen como nos arreglamos los demás, con lo que les corresponda en el reparto y si tienen que cerrar alguna 'embajada', pues mira que pena.

Señor Mas: usted y los suyos han conseguido que el resto de España haya pasado de adorar a los catalanes a sentir tanto asco y desprecio hacia ellos, que cuando oímos a alguien hablar esa lengua de paletos mientras corretean por nuestras calles, osando comparar una iglesia de comienzos del s. VIII con cualquiera de los edificios de lo que en esa época no era más que la Marca Hispana, tengamos dificultades para controlar nuestro desprecio hacia esa ignorante osadía y pedirles que se larguen a su tierra, porque no son bienvenidos.

Me duele mucho sentir eso. Me duele mucho lo que han hecho con todos nosotros: con los catalanes y con el resto de los españoles; pero eso es lo que hay y sólo pido que la historia les haga justicia y pasen a ella como lo que fueron en realidad: el cáncer de Cataluña, la bomba que dinamitó lo que otrora fue un lugar próspero, educado y culto en una caricatura de sí mismo en la más negra ruina.

Y deje de amenazarnos con la independencia. Para empezar, si se hiciera un referendum en el resto de España, seguro que ganaba el voto favorable. Segundo: ¿Independencia con esa deuda que les ahoga? Permítame que me ría.




27/1/11

Efectos del «pensamiento Alicia»


Fotografía: wordpress.com


Uno de los colectivos que sintió más ilusión y entusiasmo ante la actitud de nuestro mágico presidente, fueron los jóvenes. Su voto fue muy importante en las victorias de '06 y '08.

Tal vez fuera el aire de gamberro simpático de Zapatero y su troupe. Tal vez se identificaban con ese mensaje de que había venido para cambiar el mundo. No tengo el dato. Sí puedo decir que en el día de hoy, no hay ningún joven en mi entorno que no tuerza el gesto ante una imagen o el sonido de la voz de Zapatero.

Ese cambio de actitud es uno de los beneficios que dejan en la sociedad estos años zapatiestos. La mayoría de los jóvenes, incluso los más idealistas (no niego que aún hay muchos que se niegan a aceptar que su ídolo fuera un fiasco completo), han comprendido que la Arcadia feliz, ese mundo que les ofrecía en el que todo estaba permitido, no había que hacer ningún esfuerzo, su vida sería fantástica, trabajarían poco, ganarían mucho, se divertirían mucho más, era una falacia.

Compruebo cada día que la crisis les ha metido en la cabeza una cierta cultura del esfuerzo, de la responsabilidad. Tampoco vamos a ser triunfalistas; pero ahora que lo ven todo tan negro, que es tan difícil encontrar trabajo, que muchos de los que abandonaron sus estudios para trabajar y se encontraron en el paro con un futuro más que negro al carecer de estudios básicos, han vuelto a las aulas, han entendido que nadie va a regalarles nada y que si no se buscan ellos la vida, no va a resolvérsela el presidente. 

Ha sido una magnífica lección de psicología inversa. Han visto con sus ojos los efectos que ha tenido para todo el país y sobre todo, para ellos y su futuro la elección de un mentecato, el daño que causa una persona, sólo una persona, que se comporta de forma irresponsable, un prototipo de vagancia, indolencia, inconsistencia humana y moral. Se han dado cuenta de que la responsabilidad, la laboriosidad y el esfuerzo, no son solo una cuestión individual, que necesitamos el mayor número posible de españoles que cultiven estas cualidades y que nunca más debemos reírles las gracias, menos darles cargos de responsabilidad, a los mequetrefes.

La parte negativa la muestra un estudio de Fondapol (Fondatión pour l'innovatión politique) que muestra cómo se sienten nuestros jóvenes: deprimidos.

La encuesta que realizaron, abarca veinticinco países, trece de ellos europeos, tres más cercanos a la UE: Turquía, Israel y Marruecos, a los que se suman China, India y Japón, en Asia, EEUU, Brasil, Canadá y Méjico. Australia y Sudáfrica completan el grupo de países encuestados. 

Otro dato a tener en cuenta es que la encuesta se hizo por correo electrónico, lo que entraña un cierto nivel cultural y económico entre los encuestados. El nicho objeto del estudio son los jóvenes de edades comprendidas entre los dieciséis (6) y los treinta (30) años. 

Pues bien: Solo el 20% de los chicos españoles tiene confianza en el futuro de su país y ocupan el puesto 23 entre 25; la confianza respecto a su propio futuro, les sitúa en el puesto 22.

Esto entraña que el estímulo para abordar el esfuerzo de una preparación exigente, está en los niveles más bajos y supone un lastre a la hora de enfrentarse a los estudios que les capacitarán para obtener un futuro mejor.

El resultado no debe ser tomado ni en más ni en menos del valor que tiene. Muestra una instantánea de lo que sentían los jóvenes que respondieron la encuesta a mediados de 2010. Ya tenemos una experiencia muy aleccionadora de que si se pone a los mandos del país un equipo solvente y se nos proporciona la base necesaria levantamos el país en poco tiempo y cuando aparezcan signos de recuperación, este panorama depresivo cambiará en poco tiempo.

Aún así, hay una cosa cierta. Todos tenemos la responsabilidad de sacarles de ese pozo de desaliento y debemos ejercitarla al máximo en las próximas elecciones. Ahora no se trata de colores o ideologías; sino de construir nuestro futuro. 

26/1/11

El estado de la Unión y el estado de la Nación



Barack Obama


Mientras leía esta tarde la traducción ofrecida por 'El País' del discurso completo de Barak Obama, Presidente de los EEUU, no podía dejar de apreciar el abismo que existe entre su discurso y los que nos endosan nuestros presidentes sobre el Estado de la Nación.

Lo primero que salta a la vista es que, al tiempo que ofrece una exposición de los logros y fracasos políticos del año 2010 y los planes de futuro que perfila, la forma de comunicación es directa, clara, no se pierde y pierde al auditorio con la lectura de cifras, como se hace aquí, cuando el discurso sobre el Estado de la Nación, muestra un presidente que, más que un líder, parece el Interventor General del Estado, la mayoría no entendemos sus números y porcentajes y todos nos aburrimos mucho.

El segundo aspecto que llama la atención es la visión panorámica que ofrece de la escena política: a lo largo de todo su discurso involucra a los republicanos, les anima a abandonar la confrontación estéril y formula una y otra vez la petición de que ayuden a mejorar las deficiencias de las leyes ya aprobadas mediante propuestas, con el compromiso firme de que las estudiará con todo interés y las hará suyas, al igual que hará con todas las iniciativas que sirvan para mejorar los resultados del programa que pretende poner en marcha.

Dentro de esta línea, hay dos aspectos más que resultan envidiables. El primero, que se dirige a los republicanos con respeto y pone de relieve que es consciente de que necesita su ayuda; pero a la vez, les exige, con suavidad y respeto, que antepongan los intereses de los ciudadanos a los partidistas, que formen un equipo en las cámaras para sacar adelante el programa que propone, de forma que el resultado sea el mejor posible para los ciudadanos.

El segundo aspecto está en el contexto de esa oferta. La está formulando no sólo para los asistentes al acto, sino ante toda la Unión. El ciudadano americano tiene una conciencia muy clara de que su voz cuenta. Allí, las marrullerías, las mentiras y las irresponsabilidades de nuestros políticos son imposibles. Los representantes han de escuchar a sus electores y si no defienden sus intereses, pagan un precio muy alto. Del mismo modo, el Presidente queda atado por los compromisos y ofertas que formule en su discurso. Allí no sería posible que un presidente pida ayuda al Congreso, «que arrime el hombro» la oposición y cuando le presentan enmiendas, estudios, dictámenes sobre cualquier materia, desecharlo y no tomar en consideración ese trabajo. 

Otra de las cosas que han despertado mi interés (y reconozco que mi admiración) fue esa mixtura en el discurso, pensando tanto en el auditorio político, como en los destinatarios civiles, hablando para ambos a la vez, mezclando mensajes de alto contenido político con descripciones directas, humanas, de la vida del ciudadano de a pie.

Por ejemplo, cuando expone su programa de medidas para relanzar la economía a través de la innovación y la investigación, no suelta una batería de datos farragosos, recurre a un ejemplo claro y directo:

Robert y Gary Allen son unos hermanos que poseen una pequeña empresa de techos en Michigan. Después del 11-S, enviaron a sus mejores operarios para ayudar a reparar el techo del Pentágono. Pero la mitad de su fábrica se quedó sin uso, y la recesión les hizo mucho daño.
Hoy, con ayuda de un préstamo oficial, están usando ese espacio vacío para fabricar paneles solares que se venden en todo el país. Como dice Robert: "Nos reinventamos".

Cuando habla de los requisitos para relanzar la economía del país, empieza por la educación, llama a la familia a sentar la base; porque, recalca, es la única que puede hacerlo, inculcando a los niños una educación en la disciplina y el esfuerzo. Luego pasa a la segunda escala: la escuela. Reivindica el papel de los maestros, pidiéndoles a los ciudadanos que tomen conciencia de la importancia crucial de su trabajo, pone de relieve que para innovar e investigar, hace falta que los jóvenes reciban una excelente formación y resalta las carencias del sistema educativo; pero al final pone una luz de esperanza:

Por ejemplo, veamos el colegio Bruce Randolph de Denver. Hace tres años, era una de las peores escuelas de Colorado; situada en el terreno disputado por dos bandas rivales. Sin embargo, el mes de mayo pasado, el 97% de los alumnos de último curso obtuvo su diploma. Casi todos van a ser los primeros de sus familias que van a la universidad. Y, después del primer año de transformación del centro, la directora que lo había hecho posible tuvo que enjugarse las lágrimas cuando un alumno le dijo: "Gracias, señora Waters, por demostrarnos... que somos listos y que podemos conseguirlo".

Es obvio que estamos hablando de otro mundo, no porque sea el Presidente de los Estados Unidos, no porque tenga otra formación y otra cultura, sino porque sabe que ni siquiera el presidente de los Estados Unidos puede llevar a buen puerto sus políticas si los americanos no las secundan y su principal misión es ilusionarlos, involucrarlos en el proyecto, hacerles ver que las cosas, aunque vayan mal, han mejorado y es posible un futuro de prosperidad no muy lejano, a condición de que ellos trabajen por construirlo y el Gobierno les proporcione lo necesario para que fructifique ese esfuerzo.

No niego que tras la brillantez del discurso puede esconderse una dosis de demagogia; pero no se aprecia en grado relevante. La apelación al sentimiento, la pulsación de mecanismos emotivos de los ciudadanos no siempre es demagogia. La demagogia es una conducta política basada en el engaño, la forma corrupta de la democracia (Aristóteles) y no se aprecia esa corrupción, a primera vista, en este discurso.

Es el discurso que necesitamos nosotros: vamos a hacer esto, emplearemos esta estrategia para conseguirlo, estas son las medidas que nos van a llevar al objetivo y ustedes son quienes tienen que encargarse de hacer lo necesario para que logremos llegar donde nos proponemos. 

Espero que un día, si puede ser más pronto que tarde, tengamos un presidente que sea capaz de dirigir este país con unos programas objetivos y bien definidos. El resto, ya lo haremos nosotros, como siempre.

Misterios y horrores



Imagen tomada de LD

Sería estupendo que la Ministra de Economía fuera capaz de explicar las cuentas que presenta ante la prensa. Ayer nos dio cuenta de unos resultados asombrosos, incluso para quienes entendemos poco de la cosa y no somos grandes matemáticos.

La señora Salgado dijo que el Estado ha ingresado más el año pasado por la supresión de la ayuda de 450 € y por la subida del IVA y fijó en un 40% más ese incremento.

Al ser preguntada por los periodistas qué impacto había tenido la subida del IVA, se quedó en blanco, luego revisó sus papeles, no encontró el dato, le entró la risa floja, pasó los trastos de matar al interventor general. La cosa quedó sin resolver y es uno de los misterios.

Veamos: la decisión sobre la supresión de la ayuda de 426 € a los parados de larga duración, se tomó en diciembre de 2010, el día 1 y entrará en vigor en febrero de 2011. No puede ser de ninguna manera que el Estado haya tenido ingresos adicionales en 2010 por este concepto. En primer lugar, no sería un ingreso, sino la supresión de un gasto, cosa muy diferente; pero al margen de este pequeño matiz, los efectos de la supresión de ese subsidio tendrán efectos a partir de febrero de 2011, no en 2010.

En cuanto al IVA. Entró en vigor el 1 de julio de 2010. El tipo súper reducido de IVA quedó como estaba: 4%. El tipo reducido, hasta ese momento al 7%, pasa al 8%. El tipo general, pasa del 16 al 18%. Para que el incremento de un punto porcentual en el reducido y dos en el general, genere en seis meses un incremento del 40% de ingresos, tiene que haber crecido mucho el consumo. Es obvio que no ha crecido, sino que ha descendido y que la inflación se debe a la subida de esos tipos, el incremento de impuestos sobre carburantes, tabaco y otros productos gravados con impuestos indirectos.

Es decir: los números que ha dado tienen toda la pinta de ser poco fiables, para ser benévolos con la señora Salgado y que no se le descoloque la melena blindada que luce.

Partiendo de esta base, que nos diga que el cálculo de crecimiento que publica el FMI para España es pesimista, nos haría temblar de espanto si no fuera por la respuesta de Bruselas a la notificación de que las Cajas que no se recapitalicen serán nacionalizadas, convertidas en bancos y puestas de nuevo en el mercado por el Gobierno. Bruselas se ha apresurado a recordarle que esa medida exige su autorización, que es fácil que le dé luz verde; pero que hay que estudiarlo; porque España no puede tomar decisiones así por su cuenta. Luego podemos respirar con un poco de alivio; porque no es libre para tomar decisiones. Blanco y en botella...

En cuanto al resto de las noticias, las más importantes son las que se refieren a las revueltas del norte de África. Túnez sigue con revueltas, aparecen en Egipto focos de disidencia violentos y los analistas consideran que no tardará en entrar Marruecos en esa espiral.

Siguiendo con la política interna, ha pasado sin pena ni gloria la entrevista de Casimiro García-Abadillo en Veo7 Televisión al Presidente del Gobierno y todos siguen mareando la perdiz del Congreso de Sevilla del PP, la entrevista de Lomana a Rajoy, cábalas sobre lo que pasa en el PSOE, los nervios de los barones, lo bueno que sería que Zapatero despejara la incógnita sobre si se presenta o no, lo conveniente que sería que anunciara que no se presenta antes de las elecciones de mayo y las buenas razones para que lo haga y para que no lo haga que dan unos y otros.

Quienes apoyan la idea de que lo diga cuanto antes y, sobre todo, que diga que no se presenta, tienen razón: eso sería lo mejor para el PSOE, que tendría la posibilidad de atenuar los daños. Ignacio Camacho expone las razones que asisten al presidente para que no comunique esa decisión y estoy de acuerdo con él. Si nuestro presidente anuncia antes de las elecciones de mayo que no se presenta, pasaría el resto de la legislatura en el limbo y eso a él no le interesa. Apuesto que antepondrá su interés personal sobre el del partido.

Sin embargo, no son tan sencillas las cosas. Varios periódicos, entre ellos ABC en una excelente columna de Herman Tertsch, analizan el artículo que publicó el pasado domingo en Público Ernesto Ekaizer: '¿Comeback kid?' 

Es un análisis muy bueno, que conviene leer, sobre el  panorama que afronta el Presidente del Gobierno en este final de legislatura y las posibilidades que tiene el PSOE  de recuperarse y volver a ganar las elecciones. Sostiene que no hay posibilidades en condiciones normales, pero al final del apartado 'El calendario que viene', deja abierta una puerta a un vuelco de lo que vaticinan las encuestas, si se presentara otro candidato, Rubalcaba, por ejemplo y se diera una circunstancia añadida: un accidente, una catástrofe de grandes dimensiones que causara un gran impacto nacional.

La razón por la que recomiendo la lectura del artículo es porque el final es demoledor y conviene leer el contexto completo para comprender la claridad con que ve el periodista los elementos que tendrá que barajar el PSOE para intentar dar un vuelco a la situación; pero sobre todo, la declaración paladina de que el 11M fue clave para que Zapatero ganara las elecciones.

No es nada nuevo. Lo importante es quién lo dice: un hombre que ha pasado todos estos años negándolo, insultando a quien osaba sostener esa tesis, acusando de todo lo divino y lo humano a los «conspiranoicos» que ponían en duda la versión oficial, sin cortarse un pelo en las sesiones del juicio a la hora de tratar a las víctimas que iban, como él, a la sala para seguir las sesiones y estaban significadas como disconformes con la «versión oficial», con un desprecio y una prepotencia insultantes en todo momento y de eso, puedo dar fe en primera persona.

Eso es lo que sobrecoge en ese párrafo: que reconozca lo que siempre negó, que lo reconozca, precisamente, en este momento y que lo haga con esa frialdad de cirujano que abre en canal al paciente y declara que lo único que puede salvarle la vida es sumergirle en un río de sangre inocente.

Muchos supimos que tenía que morir un concejal del PSOE en el País Vasco en las pasadas elecciones. Nos llamaron lunáticos e Isaías Carrasco fue asesinado. No tengo ninguna duda de que el PSOE agotará las posibilidades que estén a su alcance para ganar unas nuevas elecciones. Los sucesos del norte de África no deben ser contemplados como algo que no nos va a afectar. Se necesita una catástrofe y 2012 está ahí, a la vuelta de la esquina.

25/1/11

Entrevista con Rajoy




Mariano Rajoy en Antena 3 Noticias
Fotografía tomada de la web de Antena 3 televisión

Hace años, posiblemente fue en 2003 o 2004, sin duda antes de las elecciones, el suplemento Semanal de El País, publicó una semblanza de Mariano Rajoy. En ella contaba sus enfrentamientos con Fraga, el ostracismo al que fue sometido por parte del hoy Presidente de Honor del PP; pero, sobre todo, me impresionó una información: la historia de cómo había sacado sus oposiciones a Registrador de la Propiedad.

Hago un paréntesis. El temario de los Registradores es superior a trescientos temas. He leído en algún sitio que son trescientos setenta y tres. Las materias son: Derecho Civil, Mercantil, Hipotecario, Fiscal, Administrativo y Procesal. La Ley Hipotecaria es la materia más correosa y abominable que existe. 

La figura del preparador, un Registrador en ejercicio, es fundamental. Es el que dirige el trabajo de preparación, el que entrena al aspirante para recitar los temas en el tiempo que se le asigna. Son muy pocos los que se atreven a afrontar la oposición sin esa figura. 

Bien. El suplemento de 'EP' contaba que, tras terminar la carrera de Derecho con un expediente muy brillante, Rajoy se encerró en el pazo de su familia durante un año, solo, sin preparador ni historias, con sus temas. Ya había empezado a preparar las oposiciones cuando cursaba quinto de carrera. Un requisito indispensable es la disciplina y la rutina. El opositor ha de sentarse a las nueve, como muy tarde, a estudiar, tirarse cuatro horas chapando, salir a dar un paseo (Rajoy hacía deporte), otras cuatro horas por la tarde, otro paseo, cenar y a la cama. No existen sábados ni domingos, como mucho, una semana de vacaciones en verano y otra en Navidad; porque no hay que romper el ritmo. Un aspirante brillante necesita dos convocatorias (son cada dos años), como mínimo, para superar las pruebas, la costumbre dice que la primera es un entrenamiento. Sacarlas en un plazo entre seis años y diez, es un éxito notable.

Al año de terminar la carrera, o lo que es lo mismo: tras un año de estudio intensivo, sumado al anterior en el que compatibilizó el fin de carrera con el comienzo de preparación de las oposiciones, Mariano Rajoy se presentó a los exámenes: dos orales, en los que se han de responder cinco temas en una hora (si te pasas o te quedas corto suspendes), dos escritos en los que en el tercer examen hay que calificar un documento y hacer un informe de defensa de la nota durante seis horas, como máximo y en el cuarto hay que ejecutar, en el mismo plazo, las operaciones de liquidación y registro, hasta dejar inscrito o anotado un documento o denegada o suspendida la inscripción. Lo cuento para que se vea que no hay posibilidades de hacer trampa.

El angelito, con veinticuatro años, se convirtió en el Registrador más joven de España.

Saco a colación esta historia porque, dados los antecedentes, resulta un poco chocante la fama de vago e indolente que se le adjudica. Hoy, en la entrevista, que le hizo Gloria Lomana, aclaró el asunto: Entra a trabajar todos los días a las ocho de la mañana y vuelve a casa a las diez de la noche, si no surgen compromisos que retrasan la hora de regreso. Los fines de semana libres son la excepción. No parece que sea tan vago e indolente. 

Algunas de las decisiones que ha tomado, sobre todo la que hizo que María San Gil, una mujer a la que admiro mucho y estimo mucho, le retirara su confianza, me hicieron sentir desconfianza hacia él. Siempre me inspiró simpatía; porque me gustan las personas sensatas, que no se dejan arrastrar por las modas, que no pretenden ganar puntos agradando a unos u otros, que marcan su propio ritmo y no se dejan influir por lo que digan los medios.

Hoy me gustó lo que sin duda les disgustará a los periodistas: dijo lo que quería decir y no se mojó en lo que no consideraba necesario mojarse. Nos puede parecer que nos debía más aclaraciones, más detalles; pero también hay otra realidad:

Lo ideal sería que existiera una norma que vinculara al gobierno electo a su programa electoral. Los políticos siempre dicen que eso es muy peligroso; porque cuando llegan al poder pueden encontrarse cosas que impiden que apliquen alguna de sus medidas. Yo opino que eso no es excusa para privar al programa electoral de la condición de contrato público ofrecido por el aspirante al Gobierno, a los electores. Si luego encuentra una situación en la que es imposible aplicar alguna medida, que comparezca con luz y taquígrafos, que explique el problema y las razones por las que tiene que renunciar a hacer lo que prometió o hacer lo contrario de lo que había prometido a sabiendas de que si no convence y son demasiados los puntos del programa, se arriesga a que los ciudadanos promuevan una iniciativa que le destituya del cargo

No hay nada de eso en este país y me parece que, ya que no disponemos de vías legales para exigir el cumplimiento de los programas que votamos, al menos que no se hagan promesas electoralistas que saben que no van a cumplir. 

Incidir ahora en que se va a mantener o no la jubilación a los sesenta y siete años o se va a suprimir, me parece prematuro. Estoy segura de que si llega al Gobierno, el panorama que se va a encontrar es infinitamente peor de lo que pueda imaginar en sus cábalas más pesimistas. Si logran reflotar la economía, crecen las prestaciones de la SS, se recupera la caja de las pensiones y las cosas marchan bien, es posible que se pueda regresar a los sesenta y cinco años. Todo dependerá de lo que haya en la caja y es obvio que ahora no hay ni un céntimo de euro que permita afrontar el pago de las pensiones de jubilación sin incrementar nuestra deuda. Ya sabe, porque lo vivió, lo que es encontrar la caja vacía, tener que pedir créditos para afrontar la paga extraordinaria de los funcionarios. Me resultó confortante la respuesta que dio: si se cumpliera la ley que existe, si todos trabajaran hasta los sesenta y cinco, sería suficiente. Pero no sabe en este momento lo que se podría encontrar si es elegido y mejor usar la prudencia que prometer lo que resulta de cumplimiento incierto en este momento.

Para derogar la actual ley del aborto, por poner otro ejemplo, habrá que arbitrar un sistema en el que se proteja a las mujeres embarazadas, se les proporcione acogida en un centro, en muchos casos, para suprimir un elemento clave en esa decisión: la vergüenza que aún sienten las chicas que quedan embarazadas, que optan por el aborto para que nadie sepa lo ocurrido. Si están estudiando o formándose en algún oficio, además de residencia, manutención, atención médica y una paga mientras dure la gestación, habrá que garantizarles la continuidad en los estudios o la formación. Si están casadas y no tienen recursos para mantener un hijo o uno más, tendrán que darles una paga que suponga un incentivo para que lleven a término el embarazo. Y en todos los casos, habrá que organizar un sistema adecuado para garantizar que esos niños sean entregados de inmediato a una familia o acogidos en centros en los que reciban los mejores cuidados, cariño, estímulos y escolarización, hasta que encuentren una familia de acogida.

Es un horror que el aborto se convierta en un sistema anticonceptivo, que aborten cientos de miles de mujeres en un país que envejece a pasos agigantados; pero para cambiar la ley actual hay que disponer de una alternativa seria, que exige dedicar un nivel alto de recursos y, por ahora, no es posible.

Por eso prefiero que no se haya comprometido, sólo para ganar puntos diciéndonos lo que queremos oír, a sabiendas de que es muy probable que no pueda cumplir la palabra dada. 

Esa resistencia que llaman gallega es lo que más confianza me ha inspirado de toda la entrevista. En  este momento, lo que más valoro en un político es la prudencia. Bastantes aventuras hemos corrido ya. Nos sobran las ocurrencias populistas y los engaños constantes. Prefiero un gallego que no deja que le obliguen a decir algo que sabe que no será fácil cumplir, que un cazurro que no tiene ningún empacho en prometer lo que convenga en cada momento o un cántabro de sombra siniestra, probado cinismo y perpetua mendacidad. 

23/1/11

Cada vez que veo esos morritos...



La ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, durante su intervención en el acto de presentación de la candidata del PSPV-PSOE a la alcaldía de Alicante, Elena Martín. /Efe
Leire Pajín presenta a la candidata por el PSOE de Alicante (EFE)

Hoy los periódicos son un muermo. La información política aburre a las ovejas y la otra está plana: ningún descubrimiento sensacional, aunque sea Ofiuco, una constelación que sufre descubrimientos periódicos por los astrólogos. Nada.

Ya empiezo a planear una entrada literaria o algo así cuando paso por La Gaceta sin ninguna esperanza y la encuentro allí. Sí, es ella, mi Leire del alma, la que nunca me falla, la que siempre me salva, la que con ese don que los dioses laicos le han dado porque lo lleva en sus genes socialistas, me despierta de mi sopor con sus frases de tienda de chinos y me hace reír a carcajadas con su discurso, erigiéndose en corriente de aire (tal vez un poco rancio, incluso enrarecido) que aventa mi modorra y me pone las pilas. ¡Qué maja es, por Dios!

Y es que tras la apoteosis de lo del PP en Sevilla (que es obvio que fue un éxito, sí, que estuvo muy bien, salió de cine y estamos más que enterados, no hace falta que lo aireen más) y el error del PSOE de intentar eclipsar esa noticia con la reunión de Yupi y sus barones, que pasó totalmente desapercibida, salvo para 'El País', no hay nada, todo son análisis de un tema ya agotado, cábalas, especulaciones, consejos de los analistas a Rajoy sobre lo que debe hacer...

Y entonces, fue Leire y abrió esa boquita de oro y dijo:

«El PSOE es el partido que ha transformado España y la Comunidad Valenciana desde las instituciones».

Lees esto y claro, ¿qué vas a hacer? Completar el párrafo es lo suyo: En efecto, el PSOE es el partido que ha transformado España desde las instituciones en un erial. El PSOE es el que ha dilapidado sin tasa durante cuatro años nuestro dinero, hasta que quedó vacía la caja y empezó a endeudarnos, el que ha puesto en un brete nuestras pensiones, el que ha roto el consenso constitucional, el que ha hecho de la gamberrada y el matonismo una forma de gobierno que no tiene parangón, salvo en Venezuela y algunas otras democracias y dictaduras que no es preciso mencionar.

Ha transformado España, no hay ninguna duda. Y tiene razón mi Leire: lo ha hecho desde las instituciones. Te perdonamos, Leire, porque eres inconsciente al decir esto (fruto, sin duda, de esa infinita ingenuidad intelectual) de la gravedad de lo que has dicho; pero te agradecemos mucho que nos recuerdes que ha sido el aparato del Estado el que nos ha llevado a la ruina con perseverante tesón.

Otra perla cultivada:

«Y el (partido) que ha construido los  pilares  del bienestar más fuertes que ha conocido este país»

También te lo concedemos. Ha construido los pilares del bienestar más fuertes para un grupo de ciudadanos (del que formas parte) que haya conocido nunca este país. Porque me reconocerás, Leire, que hace falta construir bienestar más fuertes de lo que cabe en cabeza humana, para tener una ministra de sanidad e igualdad que construye párrafos carentes de una mínima estructura gramatical, ignora la concordancia y patea el idioma cada vez fluye su verbo florido en una intervención pública, que nadie con dos dedos de frente hubiera considerado en una entrevista de las que debe superar cualquier aspirante a un empleo en la empresa privada, para un cargo de responsabilidad. 

Casi no me atrevo a escribir sobre el bienestar de ese millón largo de familias que no tienen ningún ingreso;  sobre la supresión de la ayuda a los parados de larga duración para sustituirla por una cantidad menor a cargo de las Comunidades Autónomas que no tienen un euro, tampoco, para hacer frente a la prestación de 350 € con los que deben intentar sobrevivir. No creo que esas vidas aprecien ese bienestar más fuertes, como tampoco lo percibirán los empresarios que han tenido que cerrar sus empresas, los jóvenes que no encuentran trabajo tras terminar sus brillantes carreras y cursos de postgrado hablando varios idiomas, con una cualificación que no tendrás tú en mil años que vivas.

Si no supiéramos que tu cerebro es un erial, pensaríamos que tu cinismo no tiene límites; pero sabemos que esa cabecita no alberga mimbres suficientes para tan alta filosofía, que solo te mueve un deseo muy legítimo de poner cuanto está a tu alcance al servicio del éxito de tu presidente, al que estás encadenada, para mantener un estatus que te permite vivir como una reina a costa de nuestros ingresos.

Pero lo que ya es genial es el análisis del Congreso del PP en Sevilla. 

«El PP ha abrazado el pasado»

Vamos a ver, Leire mía: piensa, cabecita loca. Aunque te dirijas a un público que comparte tu odio por Aznar, te lee mucha gente que le odió tanto como tú en su día (yo no le odié; pero me caía bastante mal, así que te entiendo) en las reseñas de prensa, que hoy lo está pasando muy mal y cuando dices que el PP abraza el pasado refiriéndote al abrazo entre Aznar y Rajoy, pasa por nuestras cabezas esta película:

1.- Cuando Aznar llegó al poder, no había ninguna expectativa de que ingresáramos en el euro. Y queríamos ingresar en el euro con todo nuestro corazón.

2.- Cuando Aznar llegó al poder, España era el reino de la corrupción.

3.- Cuando Aznar llegó al poder, la mayoría de los españoles no podía comprar una casa; porque los intereses bancarios estaban en el 14%.

Ese que tú llamas pasado, nos metió en el euro, no hizo la limpieza que debía; pero sabemos (porque si hubierais podido encontrar la más leve irregularidad, la habríais aireado y sólo pudisteis agitar el esperpento de la boda de su hija) que se ocupó de elegir gente honesta y que ni él ni nadie de su entorno incurrió en corrupción; hizo que creciera nuestra economía, que descendiera el paro, que bajaran los intereses y que muchos españoles se compraran una casa, por fin.

Ese pasado se mira hoy como un tiempo de bienestar que contemplamos como el paraíso perdido. Y vas tú y sueltas que el PP abraza el pasado. ¿No te das cuenta que lo que queremos es eso: un gobierno que gobierne, que elija ministros competentes, no cosas como tú, que no tire nuestro dinero, que ponga la economía en marcha, que salde las deudas de vértigo que estáis dejando vosotros como legado estelar a las generaciones futuras, que nos devuelva el peso internacional que tuvimos...?

Y podría seguir escribiendo páginas y páginas. Eres una mina, te lo aseguro y lo agradezco; pero agradecería mucho más no tener un gobierno en el que tenga cabida una persona tan poco preparada en todos los terrenos, un gobierno que no se dedique a descalificar al oponente, a enfrentarnos y dividirnos, a arruinarnos y hacernos vivir con una angustia indecible sobre lo que nos aguarda. 

Espero que dejes de ser una mina lo antes posible, perder de vista esta pesadilla y regresar a ese pasado, si es posible, que tú pareces denostar.

¡Vente a Alemania, Pepe!




21 de enero de 2011: Se celebra en París una reunión franco-española. El señor Sarkozy anima al señor Rodríguez a continuar aplicando sus valientes reformas. Eufemismo que se traduce en román palatino de este modo: España no está aplicando las reformas que necesita, en tiempo ni en forma. Urge que don José Luis se remangue y haga el trabajo; por eso le anima con entusiasmo a dar muestras de valor.

El 3 de febrero se celebrará una reunión hispano-alemana en Madrid. Merkel está tan preocupada como Sarkozy y quiere supervisar en directo el progreso en los deberes que se le han impuesto a Rodríguez, que van mal, es evidente y urge la persuasión de la dama de hierro con guante de terciopelo (tal vez en este caso sin guantes) para que haga de una vez lo que se le ha ordenado.

La verdad es que nos vendría muy bien que le convenciera de que trabajara con urgencia para aplicar unas medidas que han permitido que Alemania crezca este año un 3,7%. Eso se traduce en cifras de empleo para que la economía siga creciendo: necesitan entre 500.000 y 800.000 profesionales cualificados: ingenieros, arquitectos, informáticos y medicina.

Esta la buena noticia de la visita de Merkel. Alemania ha decidido según el diario 'Der Spiegel' buscar esos universitarios cualificados en el sur de Europa. La pertenencia a la Unión Europea simplifica mucho los trámites para la incorporación de esos profesionales y no exige cambiar la legislación en materia de inmigración.

España y Portugal son los países preferidos por Alemania para captar 36.000 ingenieros, el triple de informáticos y reparte el resto de la cifra entre médicos y arquitectos. Esa es la oferta que trae Merkel bajo el brazo para endulzar un poco la tanda de collejas que debe propinarle a nuestro eterno adolescente evanescente.

De este modo, se va a solucionar en parte el problema de la 'generación perdida'; puesto que entre 500.000 y 800.000 titulados universitarios de la más alta cualificación, que ahora están sin empleo y puede que tarden años en encontrar una plaza adecuada a su formación y capacidad, tendrán la oportunidad de ejercer su profesión, mejorar su formación y convertirse en una 'reserva' de profesionales con un alto nivel de experiencia, a la que se podrá recurrir el día que este país consiga superar su devastación y esté en condiciones de recuperar esos excepcionales recursos humanos.

No deja de ser una inmensa suerte. España ha invertido mucho dinero en formar esos profesionales y no puede permitirse que las consecuencias de la crisis malogren ese esfuerzo económico y la calidad de esos estudiantes brillantes que carecen de perspectivas profesionales en este país. 

Se salva un problema muy grave, se reducen un poco las cifras de desempleo en el campo más sensible y lacerante: los jóvenes de alta cualificación cuyo destino natural era hacerse responsables del progreso económico de España desde sus puestos de trabajo.

Ahora sólo toca desear que la señora Merkel le ponga la bota malaya a nuestro presidente, le obligue a aplicar toda la batería de reformas que se le imponen al Gobierno para sentar las bases adecuadas para que, cuando llegue otra crisis, ocurra lo mismo que en Alemania: que se pueda afrontar mediante pactos destinados a preservar por encima de todo el empleo, que se genere un mercado de trabajo flexible que permita que las personas elijan un nivel horario de dedicación profesional acorde con las servidumbres que le imponga su situación personal y nadie tenga que renunciar a un trabajo porque no es posible pasar ocho horas al día en una oficina.

Que la señora Merkel, ya que nosotros hemos sido incapaces de resolver nuestros problemas, nos ampare e ilumine a nuestro iluminado. Amén.

22/1/11

Firmado ante notario





El PP ha celebrado estos días una convención en Sevilla, pistoletazo de salida de la pre campaña electoral que sufriremos en los próximos meses y el titular de la jornada es la promesa de Mariano Rajoy de reducir, como mínimo, el 50% de los cargos políticos en la Administración.

Lo quiero por escrito y ante notario, señor Rajoy; porque esa es una de las primeras cosas que hay que hacer para recortar los gastos. Ahí sí que se ahorra una pasta gansa y no congelando pensiones. Incluso le exigiría llegar al 100%; porque los cargos políticos no suponen ningún beneficio para los españoles, no aportan nada positivo a la Administración y solo sirven para acomodar a los paniaguados de los partidos, con suculentos salarios que no tienen ninguna justificación.

Vientos oscuros se ciernen sobre el panorama electoral. El pasado miércoles el Senado aprobó prácticamente por unanimidad (235votos a favor y sólo 5 en contra) la reforma de la Ley Electoral de 1985. 

No he tenido acceso al proyecto de reforma; pero hay una reseña en LD que da pistas. La nueva ley afecta a las televisiones y radios  privadas, las obliga a someterse a las mismas normas de pluralidad y neutralidad, que obligan las públicas.

Las Juntas Electorales se convierten en órganos competentes para programar y controlar los contenidos de las tertulias y las entrevistas que se realicen en radio y televisión, en tanto estén vinculadas con la campaña, al igual que el contenido de los informativos.

Torbellinos de imágenes se desencadenan en mi cabeza rescatando de los arcanos de mi memoria la neutralidad con que han venido actuando las cadenas públicas hasta ahora en las campañas electorales. Si se va a obligar a las privadas a seguir la misma línea, esto va a ser dantesco. 

Asombro sin límites ante la certeza de que el PP ha apoyado esta ley que supone una nueva vulneración de la Constitución en uno de los derechos fundamentales, el articulo 20, que blinda la libertad de expresión e información.

Una nueva censura encubierta. Va a ser muy interesante ver los grados de manipulación que presenciaremos y los hitos que acaecerán cuando las Juntas Electorales tomen posesión del papel de los antiguos censores franquistas en este incremento en la campaña de ataque a los medios de comunicación.

Las elecciones municipales y autonómicas van a ser una toma de contacto muy interesante (puede que también espantosa) con lo que vamos a vivir en la campaña de las generales. 

Murcia puede ser el laboratorio en el que se está preparando la acción que se extenderá a las autonomías y municipios que pierda el PSOE. Si el problema de Murcia se extiende a todos los feudos que gane el PP, será una muestra clara de lo que nos espera si los socialistas pierden las elecciones generales. 

Temo que la violencia callejera, las huelgas constantes, las agresiones y las descalificaciones se conviertan en el pan de cada día. Confiemos en que los informes agoreros que nos vaticinan ese futuro no sean más que el fruto de una visión catastrofista de unos lunáticos y que la desaparición de este gobierno suponga una pronta eliminación de la división entre españoles que tanto se aplicaron a practicar nuestros actuales gobernantes. 

No sería sensato ignorar que esa política, la única que ha  mantenido con perfecta coherencia y eficacia nuestro gobierno desde el primer momento, sigue haciéndolo y lo llevará hasta el final de la legislatura, ha generado el caldo de cultivo perfecto para que opere el agit pro con perfecta eficacia. Aún así, quiero creer que si el PSOE sufre el descalabro previsible en las urnas, aborde de forma inmediata un borrado total del panorama de las camarillas que han apoyado esa política y tome el control el ala sensata, moderna y civilizada del partido. 

A fin de cuentas ellos y sólo ellos son responsables de la elección de este castigo que sufrimos los españoles, del nombramiento de Zapatero, primero como Secretario General del partido y luego como candidato a la Presidencia del Gobierno. Han estado dos legislaturas completas riéndole las gracias, colaborando en la tarea de destrucción social, económica, ética y de convivencia del país.

Ahora nos deben lealtad, respeto a nuestro incuestionable derecho a elegir a quien consideremos adecuado para regir nuestros destinos. Eso es la democracia que dicen llevar en sus genes y si el dictador Aznar y su partido supieron aceptar el resultado de las urnas, ellos no pueden ser menos. Su genética lo exige y los españoles se lo imponemos.

21/1/11

Algo se mueve






El cuadro que encabeza hoy la entrada está tomado de 'El Confidencial'. Carlos Sánchez publica un artículo en el que da cuenta de que la situación de la industria está mejorando. 

En la misma línea, 'La Nueva España' publica hoy otro artículo de S. Fernández y P. Rodríguez en el que se muestra también un panorama alentador, al menos en la primera parte del artículo.

En la segunda parte, la situación es más oscura; pero no desesperanzadora. La realidad objetiva es que se están desperdiciando muchos recursos en sostener la industria del carbón desde hace décadas, siguiendo una política equivocada; porque la crisis del sector es un problema endémico. Lo inteligente hubiera sido favorecer la aparición de pequeñas y medianas empresas que absorbieran a los trabajadores de ese sector poco a poco, dándoles otras salidas.

Podemos fantasear un poco, porque soñar no cuesta nada. Vamos a analizar un poco los problemas que tenemos en Asturias, que pueden servir para gran parte de España.

En los años '60 del siglo pasado, teníamos un sector primario bastante saludable. Había muchas explotaciones agrícolas y frutales, una flota pesquera nutrida, industrias conserveras, astilleros pequeños o menos pequeños que vivían de esas flotas, una producción láctea de calidad, más la siderurgia, la minería y la industria de transformación.

Todo eso ha desaparecido en su mayoría. Como dice José Antonio Rodríguez en el artículo de La Nueva España, hoy ya nadie vive de la labranza. Es verdad; pero es una verdad a medias. Es cierto que el minifundio, que es la forma de explotación típica de Asturias, es una agricultura de supervivencia, da para la casa; pero no es menos cierto que el agricultor desperdicia recursos.

La manzana asturiana es excelente; pero no se cuidan las pomaradas, no se trabaja el suelo, no se podan los árboles, el propietario de las plantaciones de frutales se limita a dejar que obre la naturaleza. El resultado es una producción muy sabrosa; pero poco adecuada para un mercado que demanda, sobre todo, un efecto visual que, en absoluto ofrecen esas manzanas salvajes. Tampoco se recogen; porque por lo visto es ruinoso contratar gente que lo haga. 

Hace tres o cuatro años, hubo una fuerte demanda de otros países de nuestras castañas. La respuesta de los dueños de los castañedos fue que se las vendían, pero que tenían que encargarse de recogerlas; porque aquí era muy caro contratar gente para hacerlo y no les compensaba.

Es obvio que en otros lugares están consiguiendo vivir y, además vivir muy bien de la fruta, las hortalizas, las manufacturas de productos de la huerta. ¿Por qué aquí no?

Una razón puede estar en lo que apunta José Antonio: los sueldos, sean de la mina, sean del trabajo en cualquier otro sector. Para arrancarle a la huerta, la pomarada, el castañedo o al ganado, el rendimiento necesario para tener beneficios el campesino tiene que trabajar mucho, amanecer desde febrero a octubre antes que el sol, irse al campo y privarse de ese tipo de vida seguro que le ofrece un empleo por cuenta ajena. 

Necesita disponer de unos recursos humanos adicionales: no sólo para la siembra y la cosecha. Hay que hacer conservas, mermeladas, preparar la hortaliza y la fruta para llevarla al mercado bien presentada...

En un campo cada vez más despoblado esto es muy difícil; pero no es imposible, si los campesinos consiguen cambiar su mentalidad, agrupar sus fincas para que las diminutas explotaciones se conviertan en explotaciones de mayor entidad; para distribuirse las tareas, que no tenga que tener cada uno un tractor, sino que entre todos adquieran la maquinaria que necesitan para completar las labores del campo sumando recursos, no dividiendo.

Si el sector primario no florece, todos los demás estarán siempre en precario; porque con toda la incertidumbre derivada de los elementos: pedriscos, lluvias torrenciales, sequías etc., lo cierto es que este sector es la base de la pirámide económica y la labor de los políticos es esa: ver la necesidad y arbitrar vías para satisfacerla. El potencial es mucho más grande de lo que parece y con las políticas adecuadas, se puede lograr. Ya hay una base importante y una buena organización puede obrar milagros.

Se están fabricando productos de extraordinaria calidad; producciones que, si dispusieran de una estructura de comercialización potente, generarían mucha riqueza para los productores. Hay muchas iniciativas, que bien coordinadas, serían una vía para el florecimiento del campo extraordinaria. 

Lo que necesitan esos pequeños emprendedores es ayuda; pero no ayudas económicas, subvenciones y demás soluciones de ineficacia demostrada. Lo que necesitan son infraestructuras modernas que les liberen del aislamiento, faciliten el traslado, la información, la publicidad, los transportes... Necesitan que el desarrollo llegue hasta ellos y con eso, es suficiente. 

Es necesaria una siderurgia; pero es igual de necesario ese tejido de pequeños industriales que producen alimentos, los transforman, ofrecen bienes muy variados a partir de la producción agrícola o ganadera. 

Si se logra que ese tejido sea amplio y próspero, se generará una riqueza esencial que dará lugar a la ampliación del tejido en el sector secundario: el de la transformación o la producción industrial, las tecnologías y florezca a partir de ahí un sector de servicios asentado en los dos anteriores, que son los generadores reales de la riqueza que necesitan para prosperar y consolidarse. La Rioja, Navarra, Valencia y Murcia son una prueba de que una huerta floreciente es el motor de la economía. 

Sólo necesitamos unos buenos gestores, honrados, luchadores y comprometidos con el bienestar común. Parece elemental y sencillo; pero la experiencia nos demuestra que el principal problema es que no hay forma de dar con ellos.