29/4/10

¡Están locos estos romanos!

El Parlamento de Cataluña o lo que es lo mismo, el órgano legislativo de esa comunidad, ha aprobado hoy una resolución por abrumadora mayoría que consta de cuatro puntos:
1º.- Que se renueve el Tribunal Constitucional. Es una buena petición; pero ocurre que si se renueva, habrá que empezar a estudiar el Estatuto de Cataluña y la cosa se va a dilatar más aún. Creo que no le interesa al común de la ciudadanía que se haga de inmediato. Mejor que les encierren a dieta de pan y agua, sin más lecho que una colchoneta y sin poder salir de la sala de debates hasta que no dicten sentencia y luego, sí. Que lo renueven. Seguro que privados de la ducha, la urgencia por salir de allí sería inmensa en pocos días. No digamos ya el ansia de una tortilla de patatas...
2º.- Modificar la Ley del Tribunal Constitucional. ¿Qué parte de la Ley hay que modificar? ¿La que marca las funciones, atribuciones y funcionamiento del Tribunal? ¿Los procedimientos de declaración de inconstitucionalidad? ¿El Recurso de Amparo Constitucional? Me huelo que lo que se quiere cambiar es el Título IV, que recoge el Recurso de Inconstitucionalidad contra las normas estatales o autonómicas y fija el procedimiento. Quieren hacer lo mismo que con el Recurso Previo de Inconstitucionalidad, que paralizaba la aprobación de leyes de constitucionalidad dudosa, en tanto no se resolviera. Como estorbaba mucho, se eliminó. Temo que ahora quieren hacer lo mismo con este. Pues sin recursos de incostitucionalidad, ni previa ni posterior, no sé para qué queremos este Tribunal. ¿Para el recurso de amparo?
3º.- Que se declare incompetente con el Estatuto de Cataluña.
Esto ya es el delirio. No quieren que falle el actual Tribunal, porque no han conseguido doblegarlo esta vez y no va a dar vía libre a ese parto de los montes. Por eso pretenden que el Tribunal Constitucional haga lo que no puede hacer bajo ningún concepto: declararse incompetente en algo que es de su competencia por ley. Ya puestos, el Tribunal Constitucional podría dictar alguna resolución pidiendo al Parlamento de Cataluña que se declare incompetente para hablar del Tribunal Constitucional, pedir modificaciones de sus normas y meterse en sus competencias.
Hoy el Parlamento de Cataluña ha demostrado la degradación de unas instituciones dominadas por patanes e indocumentados de pésimo perder. Y lo peor, es que ante estos desmanes, el pueblo catalán calla, en lugar de emplumarlos, exhibirlos por las calles como mamarrachos y mandarles a sus casas a que hagan el ganso en la junta de la comunidad de propietarios o vecinos. Al menos, no estaríamos pagándoles el sueldo todos los españoles.

28/4/10

Que conste que no va contra nadie

Eso aclararon quienes en el día de hoy propusieron que en el Senado se hablara en todas las lenguas oficiales del país. Para que quedara claro lo que se pretende, la excelentísima señora Pajín desató risas en los bancos dirigiéndose en euskera, gallego, catalán y castellano a SS. SS. Y amenazan con ampliarlo a todas las que se reconozcan en el futuro. ¡Traductores de bable al poder!
Han prometido considerarlo y aclararon el fundamento de la propuesta: la lengua es una gran riqueza y es importante cultivarla. Por eso se propone este dislate. Uno más.
Para empezar, va contra mi bolsillo. Esa estupidez supone que hay que contratar un equipo de traductores, que tendrá que incorporar, al menos, dos por lengua, porque si un día uno se indispone, el Senado, si se aprobara esta majadería, no podría celebrar su sesión porque no tiene traductores el parlante de una lengua vernácula. Habría que adquirir los equipos que requiere la traducción simultánea y contratar los técnicos encargados de manejarlos.
Últimamente estoy un poco soliviantada. Tenemos una cantidad de órganos muy variados que consumen dinero a espuertas y no se ve nada claro, al menos para el ciudadano de a pie, en qué nos benefician a los que pagamos el sueldo, equipamientos y estipendios varios a los miembros de esos órganos.
Uno que me tiene muy soliviantada es el Consejo Económico y Social. Conste que existe en todas las organizaciones. Lo tiene la ONU, lo tienen todos los países europeos, lo tiene España, por supuesto, a lo bestia.
Digo a lo bestia, porque en España hay uno por autonomía, más el central. El central es el más opaco. Tal como se redacta la Ley de Presupuestos del Estado, es imposible saber cuánto dinero nos cuesta, con exactitud, a los españoles. La Ley 21/91, que es la que lo crea, señala que se compondrá de sesenta miembros divididos en tres grupos. Representan a todos los sindicatos: CCOO, UGT, EL-STV (PNV) CIG (Convergencia intersindical gallega); COE Y CPIME están representadas, más las distintas formaciones agrarias, y expertos relacionados con las materias. Se reúne una vez al mes (por Ley) o a propuesta de su presidente y emite una memoria, que refríe cada año añadiendo datos del último ejercicio facilitados por otros órganos del Estado, amén de dictámenes y pareceres sobre proposiciones de ley, no vinculantes.
No he conseguido tampoco encontrar el organigrama de este órgano central; pero en Internet están todos los demás.
Para muestra, el del Principado de Asturias.
Presupuesto para el año 2010: 1.116.537 €
Composición: Ocho miembros de los sindicatos, ocho representantes de los empresarios, cuatro representantes del Consejo de Gobierno de del P.A.; dos por la Fundación Príncipe de Asturias;uno por la Junta de Gobierno de la Universidad y uno por Fomento de la Economía Social.
Recursos humanos: Una secretaria del Presidente. La Secretaría General está integrada por el Área de Análisis Económico y el Área de Análisis Jurídico, dos personas más. Hay una socióloga, una documentalista y un ordenanza. Que cada uno haga sus cábalas sobre el importe de esos salarios, más el mantenimiento de los locales y mire al 1.116.537 €. Yo quiero ser miembro del CES (no empleada ¡por supuesto!)
En 2009, emitió cuatro dictámenes (el más largo tiene 7 páginas) y un 'parecer' (de 24 pg. sobre los presupuestos generales del P.A.)
Su récord de actividad se alcanza en 2005 con 7 dictámenes y 3 pareceres, seguido por la actividad desplegada en 2008, en el que gana por dictámenes (8); pero queda por debajo en pareceres (1). En el 2002 emite 6 dictámenes y un parecer. El resto de los ejercicios, desde 1997, hay dos, tres, cuatro dictámenes a lo sumo y uno o dos pareceres.
Es decir: los asturianos estamos gastando más de un millón de euros en un órgano que no llega a elaborar un trabajo al mes a lo largo de todo un año. Encima no son vinculantes y me temo que pocos se molestan en leer con detenimiento esas pocas hojas que recogen sus opiniones.
Sumemos un órgano de estos por comunidad y extrapolemos las cifras del P.A. con veinticuatro miembros, al central, formado por sesenta.
Tiramos dinero a paladas en órganos que no tienen una utilidad clara, que no responden a una necesidad real, que se crean, sólo para repartir cargos y prebendas. Está muy feo hablar así; pero es lo que hay y no queda otra que decirlo.
Hemos alcanzado un 20% de parados. Se han duplicados los costes, han descendido los ingresos de la Seguridad Social, de Hacienda... ¡Y nuestros inefables senadores aceptan considerar sumar un gasto nuevo absurdo!
¡No con mi dinero!

27/4/10

Sinsentido

Empieza a espantarme el periodo electoral. El sentido común dicta que en una situación tan grave como la que estamos viviendo, lo más importante es aunar fuerzas, unir, cohesionar a la sociedad y generar un campo de colaboración entre todos los operadores sociales y los ciudadanos para buscar soluciones.
Pero tenemos elecciones a la vista y de nuevo el «hay que aumentar la crispación» se aplica a rajatabla.
Me parece una falta de respeto incalificable hacia los ciudadanos esa actitud. Si uno quiere algo y tiene un rival en frente, lo que tiene que hacer es demostrar que es mejor, que tiene ideas, soluciones, que ve los problemas y sabe cómo atacarlos.
Sin embargo, nuestro divino gobierno se vuelve Géminis: se pone la máscara de la bondad y la ética y encarga al partido y sus satélites que se encargue de menear la calle para generar el clima de crispación que necesita para movilizar a su electorado.
Si por lo menos cambiaran el disco alguna vez y dejaran de dar la tabarra con la Guerra Civil; pero no: siguen empeñados en las dos Españas, en alentar el odio, alimentar las cuentas pendientes.
He llegado a la conclusión de que tenemos que organizarnos; que no podemos seguir indefensos en manos de esta casta inmunda que son esa banda de políticos carentes de escrúpulos que sólo buscan su medro personal y si para alcanzar sus fines tienen que desatar una guerra civil de nuevo, se provoca y santas pascuas.
Tenemos que ponernos en marcha, crear grupos de presión que controlen a los políticos de todos los colores e ideologías, que les paren los pies a tiempo, antes de que hagan daño irreparable al partido o la sociedad. Que les obliguen a irse a casa en cuanto haya la más leve sospecha de conducta inmoral en su comportamiento en cualquier orden; que no les toleremos una mentira y al menor desliz, sepan que saldrán de la política para siempre.
Es mi sueño: que llegue un día en el que los ciudadanos despidamos a los políticos que no nos sirvan bien con cajas destempladas.
No sé si lo veré; pero no es menos cierto que si la sociedad no se organiza en un abanico amplio de grupos de presión que controlen a esos kamikaces que tenemos por políticos, la democracia no durará mucho tiempo.
Es hora de que los ciudadanos volvamos a luchar por la democracia y saneemos la política, pongamos coto a la corrupción, nos deshagamos de la incompetencia y dejemos de pagar cenas injustificadas, viajes y francachelas variadas; sufraguemos iniciativas que no suponen ningún beneficio real para otros países, mientras hacemos números para llegar a finales de mes, quienes aún tenemos trabajo y unos ingresos que, aunque exijan una administración drástica, nos permitan cubrir nuestros gastos.

25/4/10

Entre Garzón y Valdés

Todo el mundo conoce al Juez Garzón, pocos al Juez Valdés. ¿Qué les une? Ambos tenían un espíritu justiciero que rozaba lo excesivo. ¿Qué les diferenciaba? El Juez Valdés era un profesional excelente.
Es famosa una sentencia del Juez Valdés que requiere una historia previa. Estaba de vacaciones en su solar natal y al entrar, como tantas veces, en la barbería del pueblo, clavó la vista en un almanaque que el barbero tenía colgado en la pared. Hablamos de los años cincuenta y el elemento de la discordia era el típico almanaque con una chica 'ligera de ropa' en actitud provocativa. Vamos, los típicos almanaques de camioneros de la época.
El Juez Valdés empezó a pensar en los indefensos niños del pueblo que venían a cortarse el pelo y verían turbada su inocencia por aquella obscena imagen; en los varones jóvenes, menos jóvenes y ancianos, que caerían en el pecado por culpa de aquella imagen inmunda y ni corto ni perezoso, llamó a la Guardia Civil, hizo que requisaran el almanaque y denunció al pobre barbero en aplicación de alguna de las normas de la época (creo que era la de Orden Público).
Dictó sentencia condenatoria, ¡faltaría más! Leída en la actualidad, muchos de los argumentos que utiliza son asombrosos, incluso hilarantes. Aún así, es una joya jurídica; porque la argumentación, escrita con una redacción brillante, ajustada a la Ley y apoyada en numerosa jurisprudencia, convierten ese exceso en una excelente sentencia.
Si el Juez Garzón hubiera compartido esa brillantez, pese a sus desmanes (similares desde el punto de vista de muchos jueces, fiscales y abogados a la sentencia del almanaque del Magistrado Valdés) no hubiera ocurrido nada de lo que está pasando.
El País y los defensores del Juez, sostienen que no se le juzga porque haya incurrido en delito, sino porque se intenta frenar la aplicación de La Ley de Memoria Histórica y privar a las víctimas del franquismo de recuperar a sus muertos.
La argumentación cae por su peso. Una ley vigente no necesita a un juez concreto para ser aplicada y nadie puede proceder contra un juez por aplicar una norma en vigor.
El problema del Juez Garzón, es que no respeta la ley, la manipula y la vulnera cuando le parece. Ignora la Ley de Amnistía, obliga a buscar la tumba de un poeta, en contra de la voluntad de su familia, pide que se investigue si Franco ha muerto, sumiendo en el más profundo bochorno a todos sus compañeros, a los fiscales, a los abogados y hasta los auxiliares de Juzgado; porque todos saben que los hechos notorios no necesitan ser probados y es una extravagancia esa posición.
Ha abundado en extralimitaciones muy graves, que, como le encanta salir en la prensa, no quedaron ocultas en la intimidad de su despacho, sino que fueron aireadas por los medios con gran repercusión.
Garzón estaba desprestigiando de un modo tan grave a sus colegas, que no hubo más remedio que pararle para que no causara un daño irreparable. Sobran causas para meterle querellas por prevaricación y tiene mucha suerte de que sólo le hayan abierto tres causas. Se me ocurre que los peritos del 11M que sufrieron su talante justiciero, podrían hacerle un roto más entre las decenas de hechos notorios que protagonizó en los últimos años, cuando pareció sufrir una crisis de percepción que le llevó a olvidar que era, ante todo y sobre todo, un servidor de la Ley y creyó que la Ley existía para servirle a él.
Es gravísimo lo que está ocurriendo con el acoso al Supremo; porque lo que están intentando los miembros del Tribunal Supremo es determinar si el Superjuez ha violado la Ley y si es así, proteger las Leyes e impedir que quien las viola con especial gravedad, porque su deber es respetarla y protegerlas, no tenga ocasión de continuar haciéndolo.
No sólo es necesario dejar que hagan lo que tienen que hacer: proteger la Ley, sino que no tienen otra alternativa; porque está creando escuela y ya hay unos cuantos jueces que apuntan maneras siguiendo sus pasos.
Tienen que parar a Garzón para evitar que siga haciendo daño y, de paso, dar un toque de atención a sus emuladores, para que recuerden que son servidores de la Ley y les puede costar muy caro olvidar la esencia de su oficio.

24/4/10

De símbolos

Los símbolos son fascinantes. Incluso cuando se olvida lo que representan, ejercen una rara e incontrolable fascinación. Son elementos aglutinadores porque permiten reconocer la pertenencia a un grupo que los ha interiorizado tanto que aunque no sepan ya qué significan. Basta pensar en los elementos decorativos con símbolos florales, solares, la imagen del toro o del caballo, de los zarcillos de la vid. La mayoría ignora la importancia que tuvieron en su tiempo como representaciones de la fecundidad, de la fertilidad, de la renovación de la vida; pero siguen fascinándonos cuando los miramos tallados en piedra, o madera, dibujados en paredes o vasijas.
Los símbolos tardan siglos, incluso milenios en consolidarse en el imaginario de una sociedad y perduran durante milenios en ella.
Los clanes antiguos tenían un tótem, una figura que les distinguía en la batalla; pero también en sus manufacturas. Cada tribu elegía su tótem: el oso, el lobo, la paloma, el zorro. Pero las «tribus hermanas» adoptaban un símbolo común para distinguirse de las otras: galaicos, astures, vacceos, arévacos, tenían sus símbolos distintivos.
De esos signos identitarios vienen las actuales banderas. Cuando se van unificando políticamente los pueblos, adoptan símbolos, herederos de los anteriores. No es extraño, por ejemplo, que en la bandera de Asturias campee la Cruz de la Victoria sobre un campo azul. El símbolo más repetido de nuestra cultura ancestral es el símbolo solar que representa a la deidad más poderosa, la que da la vida. Trasponer la rueda del sol a una cruz dorada es una muestra de sincretismo religioso que traslada a un símbolo nuevo el contenido de otro muy arraigado que se puede reconocer, aunque simplificado, en el nuevo y asimilado con facilidad.
Las vírgenes que pueblan la geografía de este país y de tantos otros, son las herederas de los cultos a las poderosas matres antiguas, diosas de la fecundidad que concedían cosechas abundantes, bendecían con la fertilidad a las mujeres y las protegían en los partos, cuidaban de que el mar o los ríos proporcionaran abundante alimento o de que el ganado se multiplique.
La Semana Santa hereda la fiesta del nacimiento de la primavera, el triunfo del dios de la vida arrastrado a los abismos de la muerte que triunfa sobre ella para resucitar y traer a los campos la vida y con ella el alimento de los hombres. La fiesta de San Juan, es un segundo paso en los rituales de fertilidad: la siembra está hecha, ya han nacido los primeros frutos; pero queda mucho trabajo por delante para el dios y las diosas de la fertilidad y hay que ayudarles con la ceremonia del fuego purificador que quema lo viejo, lo asociado a la muerte, al infortunio, a la desgracia, que culmina con la ceremonia del agua.
Todo lo que nos conmueve hoy, es hijo de lo que nos conmovió en el pasado. En la religión católica se infiltraron, no podía ser de otro modo, símbolos religiosos del pasado y las grandes manifestaciones religiosas conmueven tanto porque en el fondo forman parte de un ritual que se viene celebrando desde los tiempos más remotos.
Europa conoció el velo y la mantilla como influencia de la cultura árabe. En su momento era la más refinada y ese hecho acabó introduciéndose, incluso en los rituales religiosos católicos que impusieron el uso del velo o de un pañuelo como muestra de modestia y recato.
Soportamos una campaña feroz de destrucción de símbolos destinados a privarnos de nuestra identidad comunitaria y, en consecuencia, a transformarnos en una masa sin referencias fácil de manipular.
Hoy leía a una sesuda periodista añadiendo una opinión más al asunto del velo sí o el velo no y lo consideraba inaceptable porque representaba la discriminación y la sumisión de la mujer. ¡Nada menos!
El problema del velo en las escuelas es mucho más simple: las que lo lleven tendrán más facilidades para copiar usando auriculares. Nada más que eso.
El velo puede ser una señal de subordinación pero la sumisión es otra cosa: un acto íntimo, una asimilación de la carencia de recursos propios como la inteligencia, la fuerza para luchar, la capacidad para enfrentar las adversidades, la incapacidad para tomar las decisiones adecuadas y la necesidad de delegar en otro la protección que necesitas, para que te indique en todo momento qué tienes que hacer; para que resuelva los problemas, porque te sientes incapaz de hacerlo por ti misma.
Yo diría que la inmensa mayoría de los ciudadanos, ahora que lo pienso, llevan velo aunque no lo sepan porque sienten que no son capaces de pensar por sí mismos y obtener las respuestas adecuadas para resolver los problemas, se mueven por consignas, delegan en Papá Estado sus derechos y sus deberes, esperan que les proteja de todo mal y son incapaces de comprender que son capaces de enfrentar la vida y la adversidad con sus fuerzas. ¿Quién dijo velo?

22/4/10

Mujer/hombre florero

Cuando uno se compromete a compartir su vida con una persona asume que en esa vida habrá cosas encantadoras, cosas menos agradables, cosas odiosas y compra el paquete o no lo compra.
Hay una cosa odiosa en el matrimonio: los compromisos sociales de pareja. No siempre, por supuesto; pero el grupo de los que yo denomino 'ejercicio como florero' suelen serlo.
El 'ejercicio como florero' entraña siempre un trasfondo. A la esposa o el marido son invitados por la empresa o una institución a la que pertenece el otro, por razones de estrategia empresarial o protocolo. En otras ocasiones son un gesto de amabilidad sin mayor transcendencia y en esos casos puedes declinar la invitación.
El primer caso es el que me espanta; porque entraña una serie de actividades (suelen entretener a las señoras llevándolas a recorrer las tiendas más selectas del lugar en una peregrinación sin fin y para que tengan una ración de tipismo, terminan la ronda en algún mercadillo para que tengan una visión cósmica de la oferta local). A veces unen actividades más interesantes intercalando visitas a monumentos que proporcionan un alivio a las que odian las tiendas y los mercadillos y hacen fruncir el ceño a las que no tienen ningún interés por ver piedras viejas.
Luego vienen las cenas, que suelen ser un momento en que la gente se dedica a comer sobre todo y entabla conversaciones triviales sobre hijos, servicio o cotilleos de sociedad en el ámbito femenino o sobre fútbol o asuntos de trabajo en el masculino, a grosso modo.
Sin embargo, esto es engañoso. La mujer de un profesional, un político o un diplomático (pasemos a marido de una profesional, político o diplomático) si tiene una conciencia clara de su papel en ese foro, puede hacer todo eso; pero también puede emplear ese tiempo en obtener información que puede interesarle a su marido, entablar amistades que pueden ayudarle en un momento dado y, en fin, desplegar una sutil y muy discreta estrategia ejerciendo de relaciones públicas, para convertirse en la otra parte de un todo que trabaja codo con codo.
Nadie está tan de acuerdo como yo en que es un martirio acudir a esas reuniones; pero si has aceptado a determinada persona para casarte con ella. Si no le has obligado a renunciar a ocupar un cargo que entraña obligaciones que van a involucrarte en ocasiones y vas a tener que hacer cosas que te sacan las muelas cada cierto tiempo, tendrás que aguantarte y hacer de la necesidad virtud.
Si esa aceptación, de paso, te ha permitido conocer un mundo, una forma de vivir, te ha permitido usar tu posición para obtener cosas que en otro caso no hubieran estado a tu alcance. Si has logrado que se financien espectáculos con el dinero de tus conciudadanos para lustrar tu currículum con la mención de un trabajo con uno de los más grandes en algún terreno, sean ciencias artes o industria, entonces no puedes tomar la zanahoria y tirar las hojas.
Más si en esas reuniones que odias, tienes la oportunidad de desplegar una actividad (si eres responsable y seria, no un florero perfecto, por supuesto) que te permite transformar el mal trago en un momento en el que has prestado un servicio a tu marido o esposa y a tu país.
Una persona puede ser un florero o ejercer como florero. Si es un florero, no importa que se quede en casa (salvo para los responsables de protocolo que tendrán que hacer un esfuerzo adicional para cuadrar las mesas), pero uno espera que las autoridades o sus cónyuges no sean floreros, sino que ejerzan, con arte, además, como floreros.
Hay una diferencia abismal entre esos dos conceptos. Claro que hay que tener cierto nivel de inteligencia para entender cómo funcionan las cosas y parece que de donde no hay, no se puede sacar.

Atapecer

El Principado de Asturias va a destinar 640000 € a la normalización del bable. Me aterró la palabrita 'normalización'. Ya sufrimos bastante en la Televisión del Principado de Asturias (TPA, en román palatino Todo Por la Aldea), cuando aparece uno de esos que va de bableparlante. Meten unas patadas al bable de espanto, no lo conocen, no saben qué significan las palabras y las usan a boleo.
Me encanta el bable. No lo hablo; pero lo entiendo y me encanta la diversidad de expresiones y vocabulario que distingue los tres grandes troncos. No me dolería nada que ese dinero se destinara a un trabajo de campo serio que recogiera grabaciones de bableparlantes auténticos, se hicieran diccionarios, estudios serios y extensos sobre nuestro dialecto (mejor nuestros numerosos dialectos). Sería una forma de conservar esa riqueza y dejarla ahí, para siempre, al alcance de quien quiera penetrar en ese legado.
Las lenguas son seres vivos que nacen, crecen, se multiplican y mueren. Nada ni nadie puede modificar eso. El bable que se habla hoy en los pueblos es distinto al que se habló en el s. XII, el VII o el XVI. Las lenguas tienen una aspiración a la universalidad, quienes las usan necesitan que sea lo más amplio posible el vocabulario que pone a su disposición para expresar el abanico más amplio de conceptos posible. También tiende a la universalidad cuando se busca un vehículo de expresión que permita la comunicación con el mayor número de personas posibles.
Cuanto más rica y compleja sea una lengua, mayor será el desarrollo intelectual del niño que la aprende. No nos engañemos: el bable es un dialecto entrañable; pero no es un idioma rico y desarrollado. Tiene su lugar, su momento y su clima; pero no es un vehículo apropiado para expresar conceptos complejos y quien diga que es porque hemos renunciado a desarrollarlo, puede tener razón; pero es lo que hay.
No quiero que se normalice el bable por decreto. Esa intervención (al margen de la sospecha de que sea una forma más de alimentar clientelismos) no tiene sentido. Lo único que se logra con esas iniciativas es destrozar lo poco que queda y que la oscuridad cierre sobre nuestro dialecto de una vez por todas. Ese proyecto es la atapecida* del bable. Sólo me queda decir al Principado: ¡No pongas tus manos en mi bable!

*Atapecer: sucede al atardecer. Es la noche cerrada.

21/4/10

Normas claras

La actitud del Instituto de Pozuelo me ha inspirado confianza. Todos necesitamos normas claras; pero en el caso de niños y adolescentes, resultan indispensables para su desarrollo intelectual y moral.
Me parece adecuado que los centros de enseñanza traten de evitar indumentarias que no son correctas; porque hoy en día, no se enseña, por lo general, que es incorrecto permanecer con la cabeza cubierta en un espacio interior y el jovenzuelo que se presenta con los vaqueros colgando en equilibrio precario sobre la cadera, suele completar su 'look' con una visera puesta al revés. Podría entrar en una grave crisis si el profesor desluce su imagen identitaria haciéndole quitarse la gorra. La mejor solución para ese problema y otros muchos, es prohibir toda clase de prendas que cubran la cabeza.
Entiendo que para las musulmanas, sus diferentes velos son algo muy distinto. Por un lado son una muestra de tributo a su cultura; por otro, pueden estar enraizados en sentimientos de recato y modestia y sentirse incómodas con el cabello descubierto; por otro, son una muestra indiscutible de un intento más o menos consciente de reivindicar su diferencia ante el grupo.
Aún así, no hay una diferencia esencial entre el chico de los pantalones colgando y la gorra con la visera sobre la nuca y la chica velada. Ambos reivindican la pertenencia a un grupo concreto, se sienten más seguros y protegidos ataviados con sus prendas de identidad, reivindican ante el resto una postura ante la vida y la sociedad; luego estamos ante una situación idéntica.
No voy a entrar en el principio de correspondencia, en si una chica española podría ir vestida como quisiera al instituto si estuviera en el país de origen de las chicas del velo. Tampoco voy a entrar en las consecuencias que tendría para otras alumnas españolas, que hubieran acatado las normas del centro en cuanto a indumentaria, si se unieran a su reivindicación.
Lo que es seguro es que todo es más fácil y formativo para los chicos si hay unas normas básicas, que han de cumplir sin excepción alguna o atenerse a las consecuencias. Todo sería más fácil para todos, adultos y jóvenes, si ese espíritu de deber de cumplir las normas fuera un sentimiento generalizado en la sociedad.
El problema es que, si empezamos porque el Gobierno y las Instituciones más representativas son los primeros en vulnerar las normas con descaro, sin intentar guardar al menos una apariencia formal de respeto, ese pilar se derrumba y la crisis está servida en la sociedad que pierde uno de sus puntales fundamentales: el del respeto a los valores.
Por eso contemplo con ojos esperanzados esta noticia. Aún quedan reductos que nos permiten confiar en el futuro. Aún hay centros que educan a sus alumnos en el respeto a las normas y están formando una generación que comprende, asume y respeta su valor. Ellos son los que vienen detrás y por eso hay motivos para mirar el futuro con cierto optimismo.

19/4/10

Despedida de soltero

Estoy oyendo a unos tertulianos hablar del volcán de nuestros desvelos y lo estoy pasando en grande. Los periodistas se preguntan qué consecuencias tendrá para la salud de las personas la caída a tierra de esas cenizas y sobre todo para el suelo. Por lo que he leído, los islandeses asmáticos (que tienen cierta experiencia) procuran no salir a la calle, el resto hace vida normal. En cuanto a las cenizas, yo no soy edafólogo; pero parece que los suelos más fértiles son los que están cubiertos de una capa de ceniza volcánica.
Mientras, sigo en Facebook el periplo de un joven al que le organizaron el pasado fin de semana la despedida de soltero en un país báltico. Es uno de los efectos de la globalización, o algo así. Hay que encontrar un sitio equidistante para los amigos del sur, norte, este y oeste. Así se entiende de maravilla que el sitio ideal sea un país que queda... ahí, en ese sitio, justo.
Ferry hasta Dinamarca. Allí búsqueda de transporte para llegar a España... Leo que hay un montón de amigos suyos que no estaban de despedida de soltero, sino desplazados por cuestiones de trabajo y están colgados en diferentes lugares intentando volver a casa de alguna manera.
Los tertulianos debaten en tono sesudo si es mejor el sistema americano: las compañías son las que deben tomar la decisión de si vuelan o no, o es mejor que lo hagan los políticos. Se ponen muy serios y responden que prefieren que lo hagan los políticos y yo no puedo dejar de reír imaginando a nuestra casta política intentando tomar una decisión tan técnica.
Me pregunto cuánto nos cuesta en 'asesores de la mesa de crisis'. Me pregunto por qué tengo que considerar que un político es más responsable que un directivo de una compañía aérea. ¡Ah! ¡Claro! El político no tiene intereses en el tema, salvo proteger a los indefensos ciudadanos que verían en peligro su vida; porque una compañía aérea va a anteponer su ansia vesánica de ganar dinero y no le importaría nada poner en peligro un avión, una tripulación y un pasaje entero, tomando decisiones arriesgadas.
Es mejor que sean los políticos los que decidan si la situación permite o no a los aviones volar sin riesgo. Ellos dominan la aeronáutica, saben cómo funcionan las cosas en materia de navegación aérea como nadie y son los adecuados para paralizar el tráfico aéreo en aras de la seguridad.
Mientras tanto, se incrementa el tráfico por carretera, que ese no tiene ningún riesgo, de forma exponencial. La gente se queda tirada en los aeropuertos, a la espera de que los políticos decidan cuándo y cómo pueden volar los aviones. Todo sea por la seguridad.
No sé por qué, intuyo que esto tiene menos que ver con la seguridad, como con el miedo a un accidente que pueda deteriorar aún más la mala imagen de los políticos y sobre todo, con que, sea cierto o no, esto es una excusa para justificar la tardanza en salir de la crisis debido a las grandes pérdidas que ha provocado el volcán.
Voy a ver por dónde anda el novio perdido, mientras me pregunto: ¿Por qué confío tan poco en los políticos y siempre pienso mal de ellos? ¿Será un virus o algo así?

16/4/10

Un sin vivir

Tengo el corazón arrugado como una pasa. He pasado por la prensa y he leído cosas terribles. Los artículos de opinión, de uno y otro lado, son tan solemnes y polarizadores de los sentimientos y las ideas de los lectores que olviden que los periodistas no son más que gente que tiene que rellenar cada día una columna y tienen que darle importancia a su contenido, que siento que está a punto de pasar algo muy grave y espero que no sea para tanto.
Aún así, sobrecoge un poco leer en la prensa económica que España empieza a ser tratada como «tóxica». Me encantaría poder arreglarlo; pero como no puedo hacer nada, mejor uso la escritura para lo que vale, en realidad, para despejar la cabeza y encontrar un punto de sosiego.
Una de las cosas más interesantes del día es la información sobre las consecuencias de la erupción de un volcán en Islandia (a ver si lo escribo bien) Eyiafjol.
Soy una gran convencida de que se está produciendo un cambio climático. De hecho, sé que está pasando esto hace muchos años. Cuando yo era niña, los inviernos empezaban pronto, los campos amanecían cubiertos de escarcha de octubre a abril, nevaba todos los años y de repente, eso dejó de pasar con tanta frecuencia.
Y eso no es nada, para lo que había antes: en el s. XVI, había un cambio climático del copón. Las crónicas de Tirso de Avilés, sobre catástrofes climáticas ponen los pelos de punta.
Lo que me da mucho miedo es ver a los climatólogos (que saben menos del clima de lo deseable, aunque todo llegará), decididos a meter mano al cambio climático.
Esta erupción tiene una parte positiva. Con un poco de suerte, hará ver a quienes creen que pueden dominar los elementos que la cosa no es tan fácil. Por mucho que capten fondos y obtengan inmensas sumas para intentar que las cosas ocurran como ellos quieren, todos los esfuerzos se pueden arruinar con una serie de erupciones volcánicas arrojando a la atmósfera cenizas y gases altamente contaminantes en cantidades muy superiores a lo que emite la industria de todo el mundo.
Lamento transmitir tan poca confianza en ellos; pero es que toman iniciativas que, si son conscientes de lo que están haciendo, resultan difíciles de entender.
Pongamos un ejemplo: Hace poco convocaron algo así como «El Día de la Tierra» y llamaron a la movilización a todos los ciudadanos del mundo para que apagaran las luces durante una hora en todo el planeta.
Incluso en mi ayuntamiento, hubo una gresca terrible entre los que mandan y la oposición porque los últimos sostenían que el Consistorio no había apagado las luces y era un asesino del medio, por ese motivo y los otros juraban que sí lo habían hecho. Mi pasmo no conocía límites.
Vamos a ponernos en situación. Vamos a imaginar que el amor que todos sentimos por nuestro planeta nos lleva a acatar la consigna y que a las diez de la noche, en punto, todos le damos al diferenciador y dejamos la casa sin luz, el ayuntamiento apaga todo el alumbrado y todo queda a oscuras.
En el momento en que todos apaguemos al unísono, la energía eléctrica que está circulando se encuentra que queda atrapada, que no tiene salida en un punto final. En ese momento, en la subestación más cercana saltará un mecanismo que impida que entre la que le está llegando, la anterior hará lo mismo y todas las subestaciones se pararán en cuestión de un minuto, las centrales dispararán, porque no pueden sacar la energía y todo quedará a oscuras en este país, ahora de verdad.
A la vez, la línea de alta tensión que trae el suministro de Francia, ante la falta de demanda, disparará también, con lo que empezarán a saltar subestaciones en Francia. No digamos ya la debacle si todos los países del planeta hacen lo mismo.
¿Por qué debacle?, dirán algunos. Hay centrales eólicas e hidroeléctricas. En cuanto encendamos la luz se restablecerá el servicio, con ellas como fuente. Falso. Toda la producción se detendrá y ocurre que para poner en marcha una central, necesitan suministro eléctrico, aunque sea hidroeléctrica, eólica o solar. El pequeño detalle es que no habrá energía eléctrica para desencadenar el arranque y pueden pasar semanas (lo hemos visto en Cataluña) antes de restablecer el servicio eléctrico.
Imaginemos los hospitales sin luz, los grandes frigoríficos y congeladores de los mercados centrales sin la energía necesaria para conservar los alimentos, las farmacias con los frigoríficos que conservan las vacunas...
No habrá cajeros electrónicos, no funcionará Internet, no habrá tráfico bancario porque hoy todo funciona a través de los ordenadores. El tráfico en las grandes ciudadades, sin semáforos, será imposible, millones de familias no podrán calentarse una sopa de sobre, porque no hay electricidad. No habrá trenes, no habrá tráfico aéreo, no funcionarán los móviles.
Eso es una muestra de lo que puede provocar una medida de apariencia trivial. Imaginemos que triunfa la idea de intervenir en los mares para frenar el cambio climático. ¡Se me ponen los pelos como escarpias!
Espero que Eyiafjol nos haga reflexionar un poc,o comprendamos que hay que cuidar la Tierra, dejar de esperar que los servicios públicos limpien las playas, montes y ríos y empecemos a organizar romerías con brigadas de limpieza formadas por ciudadanos que a la vez que limpian un entorno, conviven, se conocen, comparten comida y diversión cuando terminan la faena y vuelven a casa con el sentimiento de que el Medio Ambiente es algo propio que deben conservar. Separemos la basura, reciclemos, intentemos contaminar lo menos posible; pero no intentemos ser dioses. Sólo somos una especie más entre millones en este planeta.

Confianza razonable

Hoy estamos de enhorabuena. Las Fuerzas de Seguridad han dado otro golpe contra ETA y han sido detenidos, entre otros, los correos.
El Excelentísimo Señor Ministro del Interior ha comparecido ante los medios para darnos la buena nueva. Mis respetos para los responsables de la investigación y de las detenciones. Les felicito, tanto por el éxito como por el cambio en el viento que se ha producido.
Tiene que ser muy duro para quien tiene como deber profesional luchar contra el terrorismo, quien es objetivo directo de los terroristas, sólo por pertenecer a las FFSS, se vea obligado a dejar de cumplir su obligación porque los intereses políticos de un momento concreto deciden declarar hombres (y mujeres, faltaría más) de paz a los terroristas que participaron en el asesinato de muchos compañeros.
El señor Rubalcaba echó la pizca de sal a la noticia desvelando que su nombre estaba en las listas de futuros objetivos. Quizá olvide que las FFSS llevan en esas listas muchos años y que algunos asesinatos recientes no se habrían producido si el Gobierno no hubiera decidido embarcarse en el «proceso de paz».
Hoy es un día de duelo para el cuerpo de Abogados. Nuestro ingreso conlleva una ceremonia previa, que tiene como objeto habilitarnos para ejercer la profesión ante los Tribunales, en la que juramos o prometemos acatar la Constitución, el Ordenamiento Jurídico y ejercer nuestra profesión con respeto a las leyes y a las normas deontológicas que rigen el desempeño de nuestra función.
Es evidente que hay Abogados en ejercicio que trabajan al servicio de ETA. No son meros defensores de los terroristas en los juicios. Esa actividad es legítima y obligada; porque toda persona (incluso los peores criminales) tiene derecho a ser defendida por un Abogado y éste está obligado a poner toda su diligencia y conocimientos al servicio de esa defensa. Las Ley que permite escuchas en las entrevistas entre los terroristas y sus Abogados tiene ese origen: la certeza de que hay un grupo de profesionales que trabajan a las órdenes de ETA y sirven como correos entre la banda terrorista y los reclusos que pertenecen a ella.
Lo primero que debieron hacer los Colegios de Abogados fue proceder a una investigación, abrir expedientes a los colegiados que estuvieran bajo sospecha y expulsarles del cuerpo si encontraban pruebas suficientes de que estaban violando la deontología profesional. Ayer no debería haber sido detenido ningún Abogado; porque a estas alturas todos ellos deberían estar inhabilitados por sus Colegios y expulsados del Cuerpo.
He estado leyendo los foros de la prensa y estoy sorprendida de los comentarios de la gente. Hay quien acusa al señor Ministro de violar el secreto del sumario por decir que él estaba en las listas. Otros le defienden a capa y espada y aunque admitan que es una persona con una imagen que inspira poca confianza, llegan a afirmar que es bueno para todos nosotros que el Ministro del Interior sea una mala persona y descalifican a quienes ponen en duda su palabra cuando afirma que era uno de los objetivos de la banda.
No es bueno para la democracia, ni es bueno para los partidos, que las personas que los integran, más si ocupan cargos relevantes, puedan ser calificadas de «malas personas» y muestren una imagen tramposa, mientan, calumnien o incurran en bajezas, anteponiendo ante todo la conveniencia del momento político centrado en el aquí y ahora.
Me encantaría que los simpatizantes del PP, del PSOE, de IU, de todas y cada una de las fuerzas políticas, se organizaran en grupos de presión potentes que controlaran los manejos internos, que no consintieran que, si un miembro del partido ha incurrido en una conducta que daña la imagen que debe ofrecer la formación ante el electorado o traiciona la confianza de sus votantes, entren en juego las amistades o camarillas y obliguen a que se les dé de baja en el partido de forma inmediata y presionen para que toda persona pública sospechosa de haber cometido un delito sea separada de su cargo de forma inmediata.
No podemos esperar que los políticos obren como deberían. Un político de la extrema izquierda puede entenderse mejor con un político de la extrema derecha, que cualquiera de ellos con un tercero de su misma ideología que no se dedique a la política. Hay un espíritu de cuerpo tan fuerte o más que la ideología que les mueve a proteger su status y aunque les interese lanzar lodo sobre los contrarios cuando se descubre que han aprovechado su cargo para enriquecerse, en el fondo, todos comprenden muy bien la situación del zamarreado y sus clamores no van a ser nunca la semilla de una regulación que erradique esas conductas, sólo un oportunismo coyuntural, con la vista puesta en las elecciones, que se disolverá cuando cambie el viento y vengan intereses nuevos.
Los ciudadanos ostentamos la soberanía y eso significa que tenemos que remangarnos y ocuparnos de poner orden. Es duro; pero no hay alternativa. Una democracia no funcionará nunca, si no hay un abanico tan variado de grupos de presión bien organizado, que obligue al político a escuchar la voz del ciudadano y a pagar muy cara su osadía si osa ignorarla cuando el derecho y la ley están de su lado.
Es hora de que terminemos de construir la democracia y ya no tenemos mucho tiempo para acometer el remate. Los políticos nos manipulan tanto que no nos queda más remedio que pararles los pies de una vez por toda.
Señor Rubalcaba, con el debido respeto: los guardias civiles que murieron en Francia, estaban en la lista de ETA, esos hombres de paz que usted protegía.

14/4/10

¿Ignorancia o incompetencia?

La última ocurrencia de la señora Ministro de Igualdad respecto a los cuentos infantiles era una entrada pendiente en mi blog; pero como no soy especialista en literatura, estuve rumiando el enfoque. Ahora que ha llegado Natalia, me siento libre para reflexionar sobre este tema, en la confianza de que hay alguien para echar el alto a mis errores.
Fui una lectora insaciable de cuentos infantiles. De hecho, aprendí a leer mucho antes de lo que me correspondía; porque mis padres no me contaban cuentos a todas horas, como yo quería, sólo uno o dos a la hora de dormir y yo sabía que esos libros que había en casa contaban esas historias. Si aprendía a leer, podría atracarme de cuentos, releer todas las veces que quisiera el que más me gustara y puse manos a la obra en cuanto tuve una oportunidad.
Los cuentos me enseñaron que aunque seas una princesa, no tienes ninguna garantía de que tu vida tenga la felicidad asegurada. La clave que ofrecían todos los cuentos era que triunfaría sólo quien tuviera capacidad para enfrentarse al infortunio, poner manos a la obra y superar los reveses.
Otra cosa que me enseñaron los cuentos, fue que las cosas más valiosas e importantes sólo se obtienen con esfuerzo, sacrificio, disciplina, constancia y a veces sufrimiento. Los héroes y heroínas siempre tenían que superar grandes dificultades para conseguir lo que perseguían, daba igual que fueran personajes pobres y desamparados que figuras eminentes que partían con grandes ventajas. Cuando persigues un sueño, te quedas a solas contigo mismo y sólo depende de ti lograrlo o fracasar.
Los cuentos me enseñaron que las personas que vulneraban las reglas, que desobedecian, que cedían a sus caprichos, terminaban encontrando al final del camino su perdición, perdían el control de su destino y quedaban a expensas de la suerte o la generosidad de otros, que tenían que superar arduas pruebas para librarlas de su destino fatal.
Más tarde, mucho más tarde, leí sobre los cuentos y vi en ellos un valor superior. Algunos, como Piel de Asno, se cree que responden a una tradición oral milenaria, forman parte de los mitos que se contaban en las cavernas en torno al fuego y reflejan cosas que ocurrían, soñaban o formaban parte de las aspiraciones de nuestros antepasados.
Otros, aunque sean de creación reciente (en términos relativos), como Blancanieves o Hansel y Gretel, es más que probable que sean reelaboraciones o recuperaciones de antiguas leyendas escuchadas por sus autores.
De este modo, los cuentos no son sólo una diversión para los niños, sino un legado cultural que viene de muy lejos y nos entrega retazos de un mundo perdido y olvidado que se atisba en esos relatos.
El valor que tienen, desde ese punto de vista, es inmenso. No deja de ser sorprendente que los adalides de la memoria histórica, carguen contra la memoria histórica más importante de nuestra cultura.

13/4/10

El pájaro flauta

Hay cosas imposibles de entender y el suceso de esta mañana en la Universidad Complutense es uno de ellas. No por parte de los defensores del Magistrado Garzón Real (Almodóvar y Cía) no son ciudadanos representativos de personas con un nivel de cultura admirable.
El eje de mi incomprensión lo forman el imputado y el Fiscal Jimenez Villarejo.
Ambos son juristas. Ambos saben que Garzón nunca fue un buen profesional, que sus instrucciones fueron penosas siempre y obligaron a la Sala a hacer malabares para salvarlas con mucha frecuencia. Ambos son penalistas expertos y saben que:
A) La muerte extingue la responsabilidad penal. Los actos de una persona fallecida pueden ser juzgados por la historia, no por los Tribunales, una vez ocurrido el deceso.
B) Si se promulga una Ley de Amnistía, que extingue la responsabilidad penal de quienes cometieron delitos durante una etapa concreta, esas personas, aunque sigan vivas yaparezcan pruebas fehacientes en forma de películas tomadas en su momento en las que se les vea torturar y matar a alguien, no pueden ser perseguidas; porque aunque hayan cometido el delito y existan pruebas, la Ley de Amnistía extingue la responsabilidad penal y no se les puede juzgar.
C) Todo juez que dicte una resolución a sabiendas de que es contraria a la Ley, incurre en el delito de prevaricación.
D) Todo Juez o Magistrado debe proteger, por encima de todo, su imparcialidad e independencia. Además de la deontología profesional, la ley le obliga a ello. Si llega a sus manos un asunto en el que está implicado un amigo, una persona a la que le debe algún favor, una persona que respeta o admira mucho de forma notoria y pública, o con la que mantiene una enemistad pública, debe dictar una resolución declinando la intervención en el asunto y pidiendo que se le turne a otro Juez exponiendo las razones que 'contaminarían' su imparcialidad e independencia.
E) Si un Juez o Magistrado tiene una amistad, una deuda de gratitud, una enemistad o una pendencia manifiesta con una tercera persona, llega a su Juzgado un asunto en el que está implicada y no declina, sino que archiva la causa, incurre en prevaricación; porque aunque sea impecable el auto que ordena el archivo y se demuestre, está inhabilitado para dictarlo por el mandato de la Ley que le impide conocer ese asunto, lo sabe mejor que nadie y eso es prevaricación.
F) Si un Juez o Magistrado ordena escuchas ilegales que vulneran la confidencialidad que garantiza la Ley en las entrevistas entre los imputados en la comisión de un delito y sus Abogados, vulnera el Derecho de Defensa. El Magistrado sabe que en Derecho Penal no existe la analogía y no puede aplicar una Ley a un supuesto distinto a aquel que regula la propia Ley, luego prevarica en el momento en que ordena las escuchas ilegales, con independencia de que incurra en una falta muy grave que lleva aparejada una sanción administrativa.
El señor Garzón Real y el señor Jimenez Villarejo saben que desde el punto de vista objetivo, existen indicios racionales de delito en las pruebas presentadas por los querellantes y ellos, ambos, en la misma situación que el Instructor, habrían tomado la misma decisión, entre otras cosas porque el juicio es el lugar idóneo para demoler las acusaciones y probar su inocencia sin la menor duda.
Además, el señor Garzón Real y el señor Jimenez Villarejo saben, porque pertenecen al gremio, lo improcedente que resulta atacar a un órgano judicial que ha tomado una resolución utilizando, no críticas fundadas y ecuánimes, sino insultos y descalificaciones gratuitas y tabernarias. Saben que el señor Garzón Real, dada su popularidad, ganada con unos servicios notorios en el pasado y alimentada más tarde por una política mediática que algunos consideramos impropia, hizo mucho daño al cuerpo con su comportamiento poco diligente en el despacho de los asuntos que acumula durante años en los cajones de su juzgado, con acciones dudosas, abriendo diligencias a diestro y siniestro, para archivarlas y sacarlas más adelante o reclamar asuntos que podían caer en otras manos, por mor de que él ya había abierto diligencias sobre aquel asunto.
El señor Garzón Real sabe que toda esta campaña, complica mucho su situación. El Poder Judicial, tras estos sucesos, tiene que hacer un esfuerzo adicional para dejar acreditado ante los ciudadanos, que tan poco confían en él a estas alturas, que es un órgano independiente, que no acepta imposiciones ni presiones y si en otras circunstancias habría alguna posibilidad de que toda la prueba contra su compañero fuera mirada con lupa con el fin de dar con el más leve resquicio para restarle fuerza o deesestimarla, ahora van a tener que aplicar todo el rigor, porque se juegan su prestigio y eso le complica mucho las cosas al acusado.
Si el señor Garzón Real sabe todo esto y aún así, no para a todos sus admiradores y amigos para que no le compliquen aún más la vida. ¿Qué más sabe el señor Garzón Real?

9/4/10

La protección de los delincuentes

Hemos llegado a extremos tan absurdos en nuestra sociedad que ni siquiera quienes repasamos a diario los repertorios de jurisprudencia podemos saber que ese señor que nos intenta vender algo ha sido condenado por una estafa grave, por poner un ejemplo.
La Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, obliga a las editoriales que publican las sentencias a eliminar, no ya el nombre completo, o las siglas de los condenados por un delito, sino a que no haya ninguna pista reconocible de su nombre en la sentencia que incorporan. De este modo, si Tiburcio Chancletas Grasientas es condenado por el asesinato de cinco vecinos, en la publicación de la sentencia en el repertorio se referirán a él como Anacleto o Crisóstomo, da igual. La clave es que no sea reconocible, que sus datos queden ocultos y de este modo, nadie pueda saber en el futuro, cuando conozca a Tiburcio Chancletas, que fue un criminal, que tal vez se haya rehabilitado en la cárcel; pero por si acaso, hay que tener cuidado.
Es razonable esta medida en la jurisdicción civil, en la que se ventilan asuntos privados y a nadie le importa si Zutano y Mengano se han peleado en los Tribunales por una herencia o unos linderos. Pero en el campo penal, las cosas cambian.
Todos los ciudadanos tienen derecho a saber que una persona ha cometido un delito. Otra cosa es que, el hecho de que una persona haya cumplido una condena le impida encontrar un trabajo una vez que salga de la cárcel tras cumplirla o que se vea marginado sin remisión. Tiene derecho a que se le trate con justicia, se dé por saldada la deuda y se le deje incorporarse a la sociedad.
Aún así, si viene a vivir a mi edificio un hombre condenado por delitos contra la propiedad, debería estar informada para poder adoptar unas cautelas mínimas, cuidar de cerrar bien la puerta al salir siempre, tomar precauciones tan discretas como eficaces para mantener a salvo mi bolso cuando bajo o subo con él en el ascensor, hasta tener indicios razonables de que su afición a lo ajeno es pasado.
Esta ley no me ha liberado de que me llamen empresas desconocidas, que no deberían tener mis datos, para ofrecerme cosas que no quiero, robarme tiempo y poner a prueba mi paciencia con frecuencia. Sigue llegando al buzón o la bandeja de entrada de mi correo una serie de mensajes de gente que no debería tener mi dirección; pero es muy eficiente para proteger los secretos de quienes han cometido delitos, impidiendo que, incluso los que nos tragamos a diario una resma de sentencias, no podamos saber que esa persona que acabamos de conocer presenta un peligro potencial superior a cualquier otra.
Entre la exposición en la plaza pública y esto hay un largo trecho. Debería existir un punto intermedio en la protección de los derechos que no beneficie tanto a quienes han delinquido. Sólo los periódicos tienen la patente de corso absoluta para ventilar los datos personales de los delincuentes, cuando sus actos se convierten en noticia, salvo que sean menores.
Un periodista puede publicar el nombre de una persona que está sufriendo una investigación policial que puede quedar en nada, si se considera que el asunto es noticia, aunque esa información suponga la violación del secreto del sumario, y no ocurre nada.
Un editor de un repertorio de Jurisprudencia que sólo leen los operadores jurídicos (Jueces, Magistrados, Fiscales y Abogados, que, además, están sujetos al secreto profesional) tiene que emplear grandes recursos para borrar los nombres de los condenados mediante sentencia firme por delitos graves.
¿Dónde han ido el sentido común y la lógica?

8/4/10

Baile de sombras

Todas las noches hago un repaso a la prensa tras la cena. Ya había visto ayer la noticia de la publicación del libro de Carrillo; pero hoy me hizo más efecto (estaré más cansada, supongo).
Mi abuelo, Jesús Quirós Guardado, tuvo que marcharse de España tras el estallido de la guerra. Se había significado en posiciones de izquierdas y sabía que tenía que elegir entre el autodestierro o la muerte.
En París, una de sus hijas se reunió con él y con los niños que acompañaba. Mi abuelo eligió Rusia, el paraíso que le habían descrito y les enviaron a la llamada entonces Leningrado. Nacido en una familia acomodada del Oviedín del alma, criado como cristal de Bohemia, porque de los ocho o diez hijos que tuvo su padre sólo sobrevivieron la mayor y él, todo fue bien al principio.
Les destinaron un apartamento pequeño, mi tía cumplió su sueño de ir a la Universidad; pero un día estalló la Guerra Mundial, Leningrado fue cercado y él participó y fue distinguido, junto con su hija, en la defensa de la ciudad.
A partir de ahí, todo fueron penurias para mi tía y él. Cuando volvieron en el año '56, mi tía venía decidida a contar a todo el que quisiera escucharla la gran patraña del paraíso comunista. No tuvo la menor ocasión. Fueron tratados como comunistas, silenciados por el propio régimen, «represaliados». Mi prima nunca tuvo la posibilidad de nuestra vicepresidenta de «abrir los ojos» porque le prohibieron ir a París mientras autorizaban a su hermano. No podían pagarle un viaje a París, ni a Madrid. Gracias a que dominaba el ruso pudo ponerse a trabajar pronto para ayudar a sus padres, porque aunque él era marino mercante, no tenía ninguna posibilidad de acceder a un empleo bien pagado.
Mi tía comentaba que el peor enemigo, el que más les perseguía, el que más daño hacía a cualquier español en Rusia, era Santiago Carrillo. Poco antes de morir me dijo que si hubieran permitido que hablaran de él y lo que les había hecho a muchos Santiago Carrillo, no hubiera podido volver a España.
Nadie les dio la oportunidad a los mayores anticomunistas que había en España, de contar su experiencia sobre el comunismo. Y desde ese día, ese personaje siniestro y malvado, se permite opinar, dar lecciones y pontificar.
Sigue resonando en mi mente la pregunta de mi tía: «¿Por qué no nos dejaron hablar?»

7/4/10

La Ley vale para lo que vale

Los sucesos recientes llevan a muchos ciudadanos a solicitar una modificación de la Ley del Menor. Unos dicen que no hay que legislar en caliente y otros opinan que ya hace ya muchos meses que se dijo eso y en consecuencia, ya debe haberse enfriado lo bastante la idea (así lo he entendido yo).

Lo que no dicen ni unos ni otros es que la ley por sí sola no tiene ninguna efectividad. Voy a explicar esta afirmación.

La organización social se compone de tres estratos. Uno está constituido por una capa profunda: la ética o estructura de principios morales proporcionada por la religión.

Las creencias en la existencia de un ser superior que observa al individuo para tomar nota de su comportamiento y premiarle con un lugar privilegiado tras la muerte o arrojarle a una existencia terrible por toda la eternidad, funciona como un mecanismo que mueve al individuo a actuar con honestidad.

Por otro lado, las creencias proporcionan al individuo un sentimiento de seguridad ante el entorno hostil en que se desarrolla su vida, con la confianza que le proporciona saber que hay un ente todopoderoso protegiéndole.

En tercer lugar los rituales religiosos aglutinan al grupo y le proporcionan signos de identidad muy poderosos.

Por tanto, la moral es el primer elemento de contención de la conducta tendente a infringir las normas establecidas, para proporcionar al grupo la confianza razonable de que cada individuo se comportará respetando esos principios.

El segundo estrato es de carácter horizontal. El grupo adopta una serie de normas de comportamiento social y grupal. Corre a cargo de las familias adiestrar a los niños en una conducta regida por un principio elemental de evitar molestar con sus actos o palabras y no crear conflictos innecesarios. Corre a cargo del grupo imponer unos criterios de respuesta ante conflictos internos o externos, para que el conjunto de la comunidad reaccione sancionando al individuo que infringe la norma adoptada o actuando como bloque ante la agresión exterior.

El tercer estrato es vertical, constituido por las leyes que solo son eficaces cuando están apuntaladas sobre las otras dos categorías de normas, responden a un problema previo que se ha ido resolviendo aplicando los operadores sociales caso por caso y obtenido una serie de resultados. Los más eficientes se elegirán para elaborar la norma.

No se puede legislar en caliente. En buena técnica jurídica es imposible que ocurra eso; porque el legislador tiene que examinar el problema, las soluciones previas que se han adoptado, ver cómo han funcionado, hasta qué punto han sido eficientes e introducir nuevas fórmulas para mejorar los resultados si es necesario.

La ley necesita el parámetro moral y el cívico. Sin ellos, su eficacia es muy escasa.

Presentación

He sopesado muchas veces abrir un blog; pero consideré que para dar este paso hay que reunir una serie de requisitos: tener algo interesante que comunicar, estar dispuesta a dedicar al blog tiempo, mantener una periodicidad asidua en la publicación para que los eventuales lectores no entren una y otra vez y encuentren la misma cabecera durante días.
El primero, tener algo interesante que comunicar, era el primer obstáculo. Mis opiniones no son nada interesantes, todos tenemos la nuestra y la mía no deja de ser una más. Me parecía muy petulante lanzarme a la blogosfera.
El segundo, estar dispuesta a dedicar al blog el tiempo que requiere, me parecía una carga demasiado pesada y el tercero resultaba aterrador. ¿Cómo conseguir un tema diario (que es lo que me parece adecuado) para la cabecera?
En los últimos tiempos las cosas han cambiado. Leo la prensa a diario y me hago cruces ante algunas informaciones. Se diría que nadie piensa en cómo funcionan las cosas antes de analizar los hechos y pienso que es bueno un poco de sentido común. Esa es la clave de la decisión: creo que puedo aportar un conjunto de reflexiones sobre la sociedad y lo sucesos que llegan a nosotros cada día, exponiendo las causas que yo creo que están tras muchos problemas.
No pretendo saberlo todo, de hecho sé muy poco; pero sí sé pequeñas cosas y creo tener la capacidad adecuada para analizar el por qué de las cosas que ocurren, no en grandes dimensiones, sino en lo esencial.
Quiero resaltar que este blog se va a nutrir de reflexiones personales. Unas serán acertadas, otras menos. No pretendo pontificar, sino exponer lo que pienso y, si alguien lee y me hace el honor de opinar, agradeceré mucho que me discuta; pero rogaría que no lo hiciera mediante insultos o descalificaciones personales; porque lo que busco es el debate y los insultos nunca son razones, con lo que se pierde el objetivo que persigo.
Creo que con esto queda dicho todo en el ámbito de la presentación. Si alguien entra, quiero que sepa que esta es su casa.