30/9/10

Las amistades peligrosas

Composición gráfica de Ikewana

La jornada de la huelga general me recordó en muchos extremos el 23 F. Son dos hechos que levantaron mucho revuelo, sembraron inquietud durante unas horas y luego se diluyeron sin mayores consecuencias, salvo para quienes tomaron la iniciativa de ambos actos.

En aquella época no fue necesaria ninguna campaña para desprestigiar al ejército.  Eran el sostén de la dictadura para todos los españoles y quienes queríamos una democracia moderna le temíamos y odiábamos; porque veíamos en él un peligro de involución. 

El 23 F fue el fin de la alargada sombra del Ejército de la dictadura. Acabó con todos los riesgos de que cayera en la tentación de dar un golpe de estado, supongo que se hizo una limpieza y hoy aguantan un maltrato y unas humillaciones por parte del ejecutivo, que en aquellos tiempos resultarían impensables.

Los sindicatos ya venían arrastrando una mala prensa considerable; pero el gobierno de Rodríguez resultó letal para ellos. Los españoles percibimos que los dirigentes sindicales levitaban a inmensa altura, con la puerta de la Moncloa abierta a cualquier hora del día o de la noche, no para tratar asuntos importantes, sino como unos excelentes amigos que pueden ir a visitar a su 'colega' con plena confianza, encantados de 'tocar poder'. Les vimos recibir caudales inmensos del erario público en forma de ayudas y subvenciones. Incluso la prensa llegó a presentar a Rodríguez como rehén de los sindicatos, que eran quienes dictaban su política económica.

Pudo ser estomagante para quienes éramos conscientes de que se estaba vaciando la caja, preparando una crisis de liquidez del Estado (yo no llegaba a más; pero me consuela ver que los gurús eran tan poco avisados como yo), una minoría, como demostraron las últimas elecciones. Otros lo encontraron bien pero unos y otros, la mayoría de los españoles, asimiló un mensaje claro: los sindicatos estaban dirigiendo de hecho la política económica del gobierno. 

Llegó la crisis y en el imaginario colectivo estaba ya asentada la idea de que el poder de los sindicatos había tenido una influencia clave en la política que nos trajo ese azote, en especial, cuando se inició la recuperación en otros países y nosotros seguimos hundiéndonos sin saber cuanto faltaba para tocar fondo, hecho que demostraba, salvo para los que practican la fe ciega, que no se trataba de la crisis mundial, sino de un problema de la política económica que pilotaron los sindicatos. 

El cierre de pequeñas y medianas empresas incrementó las cifras del paro a un ritmo aterrador, exigió un cambio radical en la política sindical; pero los dirigentes estaban presos en el abrazo del oso de ZP. Nunca habían tenido tanto poder, una relación tan estrecha con el presidente del gobierno, que incluso iniciaba el curso en la fiesta de Rodiezmo. Nunca habían recibido tanto dinero por cauces tan diversos, vivido tan bien como lo habían hecho en este periodo. ¿Cómo iban a enfrentarse a su amigo, víctima de una crisis mundial en la que él no había tenido ninguna participación activa? ¿Cómo iban a amargar aún más esas horas tan bajas que atravesaba con la convocatoria de una huelga, como reclamaban las bases?

Y entonces llegó Europa. No podía dejar que Mister Been siguiera haciendo el tonto ni un día más. Le pusieron deberes y le advirtieron: «o los haces o pasarás a la historia como el presidente del gobierno español que forzó la intervención de su país o la expulsión del euro». Rodríguez no tuvo otra que aplicar las directrices que se le impusieron, promulgar normas que congelaban las pensiones, rebajaban los sueldos de los funcionarios y levantaban el clamor de los parados, muchos de ellos sin subsidio alguno. 

La huelga era obligatoria. El sindicato de funcionarios la convocó; pero la fidelidad a Rodríguez estaba por encima de las obligaciones con los trabajadores y UGT y CCOO no la respaldaron con firmeza, decidieron esperar mejores tiempos para el presidente y dejarla para después del verano.

Para entonces, la normativa que regula la reforma laboral está aprobada y publicada. Empeñados en no dañar a su buen amigo, convocan la huelga, no contra el presidente, como debería ser, sino contra los bancos, la patronal, los gobiernos regionales del PP...

Obviaron que el trabajador tenía asentada la idea de que ellos fueron los que dictaron el cuaderno de ruta que nos llevó al desastre; que durante meses la prensa difundió las generosas ayudas que reciben, las propiedades que tienen, los cruceros, las comilonas en restaurantes de lujo en los que les reconocen como asiduos y pueden detallar cuáles son sus platos y sus vinos preferidos. En ese momento clave de la llamada a huelga, los españoles vemos en los sindicatos mayoritarios algo muy parecido a lo que nos inspiraba el ejército en 1981. 

Y los trabajadores les dieron un inmenso corte de manga. Necesitaron recurrir a la violencia para paliar la catástrofe y esos actos se han difundido con amplitud por la prensa escrita, radiofónica y televisiva. El español medio que no es vasallo de ninguna ideología, agradeció a los valientes que se enfrentaran a los piquetes para mantener abierto el negocio a riesgo de que le rompieran las lunas del negocio, a sabiendas de que el seguro no le cubre los daños derivados del vandalismo de una huelga general. 

La carga de los piquetes ha quedado en la retina de la mayoría de los españoles como la imagen de Tejero en el Congreso: un hecho vergonzoso, abominable, que no puede volver a ocurrir nunca más.

Da igual que hinchen pecho y hablen de un setenta por ciento de seguimiento. Nadie les cree; porque todos vimos que no fue seguimiento, sino coacción. Salvo los que estuvieron en los piquetes, el resto estábamos deseando un fracaso total, verles morder el polvo y dejarles con un palmo de narices, demostrándoles que si no emplean la violencia de una horda de matones y matonas no tienen ningún poder de convocatoria. 

Vaticino un destino para los sindicatos similar al que le deparó el 23 F al ejército. Desprestigiados, malditos y sin apoyo alguno, tendrán que iniciar un proceso de renovación intenso, modernizarse, renunciar a sus privilegios y convertirse en lo que deben ser: un grupo de presión sensato y bien formado que negocie con empresarios y gobiernos pensando en que la empresa es un elemento clave, que si cierra, se quedan sin trabajo muchas familias y que la flexibilidad a la hora de alcanzar acuerdos, lograr mejores condiciones en época de vacas gordas, aceptar reducciones razonables en época de vacas flacas; presionar al ejecutivo para que adopte políticas que mejoren el empleo y las condiciones de trabajo más beneficiosas para los trabajadores, es clave en su trabajo. 

Pero sobre todo, los sindicatos dejarán de estar subvencionados y sus dirigentes serán unos trabajadores más, sin privilegios indeseables ni prebendas injustificadas; porque los trabajadores ya han visto que todos esos beneficios no llegan a ellos en los más mínimo y los cursos de formación que deberían ser la niña mimada del sindicato, donde deberían volcarse para preparar a los trabajadores para acceder con facilidad al mercado laboral con una gran foración, son una simple fórmula para recibir por vía secundaria enormes caudales que se reparten en la comandita sin beneficiar a nadie más que al grupito.

Puede que dentro de veinte años, les pase como al ejército: que ha recuperado su prestigio, tiene a los españoles a su lado dolidos por la forna en que les están tratando y puede que pensemos que entre aquella arrogancia pasada y esta conformidad actual, debería haber un término medio. Puede que dentro de veinte años, apreciemos a los sindicatos; pero habrá que esperar ese tiempo para que su trayectoria impecable e intachable les devuelva nuestra simpatía y aprecio.

29/9/10

¡Mira quién habla también!





Es una mina, hay que reconocerlo. La verdad es que el ala rosa de la izquierda es insuperable en la capacidad para manejar con total soltura y perfecto desparpajo un lenguaje esperpéntico, retratarse como tontas de capirote en todo caso, aunque con matices diferenciales. Una tiene el desparpajo de las verduleras. Otra el de las ninis pijas encantadas de haberse conocido a sí mismas y a su avatar. Otras son el ejemplo de la velocidad mental de un caracol de carreras y la preparación propia de quien pasa por la Universidad sin que la Universidad pase por ella.

Pero lo de Leire es un desparpajo de ¡tira, que libras! que no se puede aguantar. Habla con absoluta soltura de todos los temas. Interpreta a la perfección la actitud de la derecha porque está muy versada en el franquismo (ahora sabemos que dispone de datos de primera mano, hay que reconocérselo) y ese punto de partida le da argumentos estólidos y alucinantes para despacharse a placer.

Sin embargo, tiene momentos de bajura bajo mínimos como el del vídeo. «Yo era prácticamente pequeñita». También puede añadirse que ahora es prácticamente analfabeta técnica o prácticamente insustancial en cualquiera de sus prácticas. Pero tampoco hay que ser tan duros. Lo que  se lleva en los genes, ni se compra ni se vende.

28/9/10

Bundesrat y plató con lapsus para unas risas



El Ministro de Finanzas suizo tiene fama de serio, incluso de adusto. Suya es la supresión del secreto bancario o la negativa tajante a pagar rescates de ciudadanos suizos secuestrados en Libia. En este caso tocaba hablar de las tasas a la importación de embutidos cárnicos, en respuesta a una pregunta de trámite, cuya respuesta llevaba preparada por una nota de sus asesores, que, al parecer, estaba redactada al estilo de los Hermanos Marx, llena de tecnicismos y referencias minuciosas al articulado legal. 





Rachida Dati ha protagonizado otro de los incidentes del día en una entrevista en directo en la televisión cuando se expresó en estos términos hablando de lo mucho que le escandalizan las actitudes de los fondos de inversión solicitando altos niveles de rentabilidad:

«Cuando veo que algunos piden rentabilidades del 25% con una «felación» casi nula»... Se lo ha tomado con humor; pero lamenta que ese lapsus le haya arruinado el mensaje en un tema tan importante, en  su página de Facebook.

La verdad es que tiene toda la razón del mundo; pero no es menos cierto que los ciudadanos tenemos derecho a que nuestros políticos nos proporcionen alguna satisfacción y si sólo puede ser el cachondeo, ¡qué le vamos a hacer!

La senora Dati debería darse por contenta de no vivir ya en la época del psicoanálisis, porque en ese caso, las cosas serían mucho más complicadas. La Red estaría llena de debates en los que se cruzarían propuestas sobre los traumas y temores ocultos que desvela ese lapsus que no es otra cosa que una manifestación de su subconsciente. 

Por suerte son otros tiempos y el análisis va en otra dirección. Un golpe de suerte añadida: estaba en un escenario neutro, frío como un congelador, matizado por tonalidades azules con una mujer a cargo de la entrevista. No quiero ni pensar lo que podríamos especular sobre tan extraño error, si fuera un periodista de buen ver el que dirigía la entrevista. Aunque hay cámaras, regidores, técnicos de sonido... ¿Qué vio la señora Dati para tener esa palabra en la cabeza en ese preciso momento, tan poco adecuado para llevarla a usarla en lugar de inflación? 

26/9/10

No es rico el que más tiene...

La 'pobre' reina rica Isabel

Tomo prestada la fotografía de Su Graciosa Majestad del artículo 'Pobre reina rica' que publica  'El País' en su sección 'Gentes' y vuelve a mi cabeza ese viejo refrán que reza: «No es rico el que más tiene, sino el que menos necesita».

La reina es un caso de libro. Su fortuna personal está valorada en 4500 millones de euros y sus propiedades entre las que están el Palacio de Buckingham, el de Windsor, el de Balmoral entre otros, en 7000 millones de euros. Recibe una asignación anual de 38,2 millones de euros; pero no le alcanza la asignación para cubrir sus gastos. 

Puede parecer una broma de mal gusto, cuando hay tanta gente que sobrevive con pensiones que no llegan a los 500 euros; pero la realidad es que el hecho de poseer una gran fortuna significa que tienes gastos equivalentes al montante de esa fortuna y en el caso de la reina, según ha trascendido, con la confirmación de un portavoz oficial, en el año 2004 no tenía liquidez suficiente para pagar la calefacción de los palacios de Windsor y Buckingham.

Lo más chusco fue que, ante esa dificultad, el entorno de la reina buscó una solución en un fondo de ayuda destinado a funcionarios locales y viviendas sociales y el funcionario hizo ver a los administradores de la reina que tendría una publicidad muy negativa para ella formular esa solicitud.

Aunque se presenta la noticia como si la reina en persona hubiera cogido el teléfono y llamado al funcionario, es probable que sus administradores le informaran de la situación y ella les hubiera pedido que estudiaran cómo resolver el problema, sin entrar en más disquisiciones. Lo aventuro porque he visto un documental en el que se mostraba un viaje de la reina por las antiguas colonias y hubo una escena  en la que mostraba con toda claridad que no quería ni oír hablar de problemas reales y cotidianos. Si esa es su actitud en sus funciones oficiales, no creo que adopte otra en el ámbito doméstico. 

No lloraré por ella. No se quedará sin casa ni tendrá que preocuparse nunca por buscar a la desesperada comida para sus hijos; pero no deja de ser aleccionador para quienes contemplan esas vidas en las que, en apariencia, el dinero no cuenta y no existen las preocupaciones, que también ellos tienen que hacer números para pagar sus facturas, aunque los números se los hagan otros y ellos se limiten a echar un vistazo a los resultados.

Contra la banca y los sindicatos

Momento en el que decenas de activistas entran en el edifico | S. Cogolludo

Cientos de personas ocupan la antigua sede de Banesto en Barcelona

Me ha encantado esta noticia aparecida hoy en la sección 'España' de 'El Mundo' en su versión digital. Esos cientos de personas protestan contra la banca y los sindicatos. 

Cuando se avanza en la noticia, esos cientos se reducen a unos trescientos. Cualquiera que tenga una leve noción del funcionamiento de estos grupos 'antisistema' puede comprender en toda su amplitud (y alegrarse) esta noticia.

Los antisistema, en este caso parece que se ha puesto en marcha el movimiento okupa, tienen una característica: organización y compromiso con lo suyo. Cuando los dirigentes planifican una acción para llamar la atención sobre algo, tocan a rebato y acuden si no todos, una importante mayoría, no sólo del entorno en el que se va a desarrollar el montaje, sino de lugares alejados dentro de la geografía, incluso de otros países. Si acudieron trescientos, no fueron convocados más que cuatrocientos, quinientos, tirando muy por alto.

Conozco a algunos integrantes del movimiento okupa. Varios de ellos se perfilaba como chicos muy brillantes, llamados a un futuro prometedor; pero en algún momento, algo cambió la percepción del mundo de su mente.

Viven abrazados a esas visiones en las que se contemplan a sí mismos como víctimas del sistema; pero ellos tienen un valor añadido. Son muchos, tal vez centenares de miles, incluso millones, los que comparten con ellos esa condición; pero les diferencia del resto en que ellos tienen una conciencia muy clara de su situación y están dispuestos a luchar contra la opresión.

Quieren que el mundo, así, en general, les resuelva la vida, les proporcione casa sin contraprestación por su parte, les facilite la percepción de una salario (piden poco; porque necesitan poco) sin que se les exija una actitud responsable en el desempeño de las tareas. No se comprometen con nada, salvo con su lucha y su objetivo es alcanzar en algún momento la victoria que les permitirá vivir en ese mundo perfecto en el que todo se comparte, nada es de nadie y todos los bienes y riquezas son algo a su disposición que pueden tomar para cubrir sus necesidades.

No se dan cuenta, nunca cabrá en su cabeza, que ese mundo perfecto es irrealizable; que el esfuerzo, el compromiso con la sociedad en forma de aportaciones personales a su desarrollo y evolución, son lo que permite que se hayan erigido esos edificios que ocupan, que haya casas, circulen los autobuses, los trenes en los que viajan, las calles enlosadas por las que transitan.

Ellos no entienden esas cuestiones y optan por el papel de víctimas que, de cuando en cuando, son llamadas para manifestarse junto a los suyos, reverdecen con ese sentimiento de pertenencia y son felices, tan sólo, con alcanzar ese objetivo.

¿Es más importante imponer el respeto a la propiedad privada que esos momentos de felicidad de unas pobres criaturas maltratadas por la sociedad? La respuesta es evidente. Aunque invadieron ya el edificio de Banesto hace días, los Mozos de Escuadra no proceden a su desalojo, dejan que invadan tanto los espacios públicos como los privados y sean felices esas trescientas pobres criaturas; porque somos buenos, civilizados y muy, muy comprensivos.

25/9/10

Luces y sombras



Hoy me sorprendí mirando con atención la fotografía de la cabeza de 'Mono Jojoy' con una extraña sensación de bienestar ante el horror de la imagen. Me sorprendió; porque me horrorizan este tipo de documentos gráficos, huyo de ellos con auténtica fobia y no es lógico que  la contemplara con detenimiento, menos con esa sensación de paz.

Sí lo es si lo analizo con desde la perspectiva adecuada. Era un terrorista, un asesino al que se le atribuyen más de cien muertes, destrucción de poblados, violaciones... Era una alimaña de la misma calaña de las que tenemos entre nosotros y sentí esa paz porque, aunque nosotros no tendremos nunca la suerte de ver así a los que asesinaron niños, hombres y mujeres en nuestro entorno, las víctimas de ese individuo hoy sentirán alegría, paz, justicia, consuelo.

Nosotros no tenemos la suerte de que nuestro gobierno plantee una guerra abierta como el colombiano para erradicarles. Seguro que sería muy corta. En cuanto cayera media docena, la canalla que lleva acosándonos cuarenta años se entregaría aterrorizada; porque son cobardes como ratas. 

Aún se ensombreció más mi paraje interior tras leer en 'El Imparcial' la conferencia que pronunció en Sevilla Mayor Oreja. La suscribo palabra por palabra.

Pero luego pasé por el artículo de Alberto Cereceda, colaborador de 'Libertad Digital' que analiza la política estadounidense y prendí una luz de esperanza. Si ese movimiento triunfa en USA, se extenderá como el aceite por las democracias occidentales, tan hartas del mangoneo de los políticos como los americanos. 

Nosotros no tenemos la cultura de los americanos, ni siquiera de los norte europeos, que entienden muy bien que la democracia no es votar cada cierto tiempo a determinados dirigentes, sino una militancia activa en la res pública, un control sobre las decisiones, los fondos que se manejan, los organismos inanes que se crean para colocar amiguetes, tantas y tantas corruptelas a las que parecen condenados los políticos.

Si viene de allá, alicatado y organizado, es muy probable que prenda en nuestro país en cierto plazo y que ¡por fin! adquiramos esa cultura indispensable para que funcione la democracia: el control de los ciudadanos a los aparatos del poder. 

Me arropo con esta esperanza para alejar las sombras. 

22/9/10

La caja rota




Aunque la imagen da cuenta de que el señor Rodríguez es un hombre que no deja huellas ni en la arena mojada, la realidad es que vamos a recordarle durante muchos años muchos españoles.

Hoy cambió su permanencia en el poder por nuestras jubilaciones. A cambio del voto del PNV en los próximos presupuestos, ha entregado las competencias de política activa de empleo al País Vasco o lo que es lo mismo: se rompe la caja única de la seguridad social y quedan comprometidas las pensiones de todos los españoles para el futuro.

Con independencia de que existan recursos en nuestras leyes para anular esa medida , creo que no se puede caer más bajo como presidente de una democracia occidental. Lo importante, como dijo ayer el presidente es la foto y la de hoy le retrata de cuerpo entero. No se puede caer más bajo. ¿O sí?

21/9/10

Patinazo de Luna







Enrique Ortiz es el propietario de una constructora y Ángel Luna, actual parlamentario socialista en las Cortes Valencianas y azote de Camps en el 'caso Gurtel', fue alcalde de Alicante entre los años 1991 y 1995. En esa fecha, perdió las elecciones frente a Luís Díaz Alperi (PP).

En ese periodo, la constructora de Enrique Ortiz, según informa el periodista David Lozano en Libertad Digital, obtuvo 72 contratos de obras para el Ayuntamiento, con un volumen de 1.186 millones de pesetas. Además, durante este periodo la constructora se benefició de importantes recalificaciones urbanísticas de terrenos durante el mandato de Luna como alcalde.

Una vez perdidas las elecciones, Ángel Luna encabeza la oposición hasta que pierde la Concejalía, fecha en la que se retira de la vida política y es fichado por la constructora de Ortiz como Abogado; pues esa es la profesión del señor Luna.

En el año 2007 vuelve a la política, es elegido diputado autonómico y una vez que salta el caso Gurtel, en el que el empresario Ortíz tiene la condición de bestia negra para los socialistas como imputado, no sólo fue uno de los más beligerantes con Camps, sino que es autor del manifiesto «Contra la corrupción tolerancia cero»

Ahora se filtra a la prensa la información de que aparece en el sumario del 'caso Gurtel' datos que revelan que Ortiz hizo obras para unir tres pisos en un edificio, propiedad de la señora de  Luna y al ser preguntado, responde con una excusa razonable: hace trece años de todo esto y no recuerda los detalles; pero patina de forma grave (más en un abogado) en el párrafo final:


 «pero sí recuerdo que todas y cada una de las operaciones que se hicieron en mi piso las pagué, de una manera o de otra, directa o indirectamente»


«Las pagué de una manera o de otra, directa o indirectamente». Los pagos son directos: bien al contratista, bien a los operarios. Puede que quiera decir esto; pero hay que tener mucho cuidado con las palabras, porque las carga el diablo, él lo sabe como nadie; porque su profesión, sus dos profesiones, se lo hacen ver cada día. Los pagos indirectos son de otro tipo: pago en especie y eso, dado que es un personaje público es muy peligroso. 

Más si, como parece, hay una transferencia de un Audi de Ortiz a Luna en el año 2002. Él dice que se trata de un leasing; pero es difícil sostener eso; porque el leasing se contrata a través de bancos, en unos caso,s o de empresas especializadas en ese tipo de productos y la adquisición de un vehículo es siempre a través de una empresa que pone coches nuevos o de segunda mano a nombre de un particular o una empresa. El cliente va pagando cuotas como si se tratara de un arrendamiento y cuando vence el plazo del contrato, el cliente puede optar por pagar el precio restante del vehículo, restado lo pagado en concepto de alquiler, poner fin al contrato o bien pedir un coche nuevo. 

Lo más interesante está en averiguar quién filtró esta noticia. Hay un antecedente cercano, protagonizado por otro socialista en el mismo sitio. Joan Ignasi Pla dirigente máximo del PSPV también se encontró con unas obras realizadas por una empresa en su casa y tuvo que terminar dimitiendo. En aquel caso, la filtración partió del partido para quitarle de en medio. ¿Es otra edición de la misma estrategia la filtración sobre Luna?

Lo sabremos con el tiempo. La explicación más razonable es que esa información proceda del propio sumario. Las investigaciones sobre el empresario incorporan todas sus andanzas y puede ser esa la fuente de la que surge la noticia. Si es así, dada la precaria situación política que atraviesa el PSPV puede que los tres trajes de Camps le hagan un montón de rotos a los propios denunciantes, Camps salga indemne de la acusación y ellos pringados y desacreditados. 


20/9/10

Vicevogue


Hoy se ha levantado un pequeño revuelo  con la publicación en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) sobre el fashionismo de nuestras ministras. ¡Qué mal les ha sentado!

La apodada por aclamación De la Vogue desde que el elenco femenino del primer gobierno de Rodríguez posó para la citada revista, mostró la más profunda indignación y dio pruebas, una vez más, de uno de los peores fallos que se pueden tener, tanto en oratoria como en redacción: amontonar adjtivos. Gracias a Dios en esa infinita limitación mental que deriva del hábito de expresarse utilizando tacos o frases hechas, no tiene recursos para encadenar más de seis del tirón; que si tuviera un vocabulario extenso y agilidad, sería el acabose.

Nuestra divina de la muerte, que no ha repetido un traje en los seis años que lleva en el gobierno y que siempre va 'oofside' (un palabro importado que enamora a los gurús del estilo y el saber estar que significa que te has puesto ropa demasiado elegante para la ocasión, que tocaba algo más 'casual') entró al trapo como siempre y espetó esto a los periodistas:

 (El artículo es) «completamente irrespetuoso, ofensivo, intolerable y antiguo». (Quien lo ha redactado) ni conoce ni respeta la realidad y tampoco a las personas. No sólo es conservador, sino que pertenece a épocas que felizmente tenemos superadas».

Discrepo de su opinión, doña María Teresa en cuanto la condición de la crónica. El artículo es riguroso, está debidamente ilustrado con fotos que resultan innecesarias porque en este país todos estamos atónitos ante las dimensiones de su fondo de armario. Exhibe usted a lo largo del año no menos de doscientos modelos diferentes, ropa de diseñadores caros que calculando que le hagan descuentos espectaculares podemos estimar en novecientos euros (insisto precio de amigo) por modelo. Usted se gasta, señora ministra, un mínimo de 180.000 € (29.88.0.000 pts) al año en ropa . 

Yo diría que el que redactó el artículo sí conoce la realidad, como la conocemos nosotros. Nuestro país sufre una crisis terrible y es normal que en un país serio se asombren de que ustedes aparezcan día sí y día también como si fueran a un cóctel. La ministra Salgado fue objeto de cachondeo generalizado durante la presidencia europea de España, presentándose con un traje de raso rosa, apropiado para una boda, no para una sesión parlamentaria. 

Eso es una vulgaridad. Ustedes muestran una incompetencia tan obscena que se suma a la vulgaridad componiendo unas figuras grotescas en  todos los extremos. Ustedes son las antiguas, comportándose como nuevas ricas, exhibiendo modelos ostentosos en plena crisis. Ustedes son como la corte de Versalles, señora mía, que celebraba grandes fiestas mientras el pueblo moría de hambre. Se burlan de ustedes y lo hacen porque se lo han ganado a pulso. Punto pelota.

Sí estamos de acuerdo en que es irrespetuoso, ofensivo e intolerable el pase de modelos que hacen usted y sus compañeras; pero sobre todo usted. He hecho un cálculo a la baja de la ropa; pero no es sólo la ropa. Lleva usted la montura de las gafas siempre a tono con la ropa. Unas gafas progresivas no cuestan menos de 800 € y sumamos la ornamentación: pendientes, collares, medallones, etc. ¡Ah! ¡Y el calzado y los bolsos, otra factura que se acerca a la de los trajes. 

Las cuentas no nos salen, señora mía. Usted es hija de un represaliado del franquismo y todos sabemos por experiencia propia que los represaliados no tenían ninguna posibilidad de hacerse con un capital que dejar en herencia a sus hijos. Antes de ser ministra, era usted una secretaria de juzgado de lo social y luego ingresó por inexistentes méritos en la carrera judicial, que tampoco es que esté bien pagada.

No hay bases para suponerle una fortuna personal que soporte los cálculos y su sueldo no da para tanto. 

No se me alborote, doña María. Piense que el periodista puede picarse, hacerle las cuentas con un equipo de asesores expertos en moda, precios de trajes, gafas de diseño y complementos y puede verse en un apuro gordo. Que yo calcule, no es relevante; pero que le haga los números el FAZ sería otra cosa muy distinta y es mejor que aplique lo que me recomendaba mi madre en la época en que los albañiles te decían 'piropos'. «Haz como si no oyeras nada, como si no existieran, mantente seria con la barbilla alta y nunca aceleres el paso». 

19/9/10

Un avatar como presidente

Cándido Méndez quiere que el presidente dimita de su actual reencarnación


Tomo prestado el montaje que aparece en la portada de Libertad Digital; porque me ha parecido genial lo declarado por Méndez:

Cándido Méndez asegura que no quiere colaborar con la derecha en esta huelga, que lo que pretende es que presidente dimita de su actual avatar, de su actual reencarnación. 

Avatar es una palabra que se usa en el lenguaje internáutico para definir un dibujo o representación gráfica que se asocia a un usuario para su identificación. Si yo adopto un apodo para moverme por la Red, puedo asociar a él una imagen gráfica, una foto, incluso una proyección tridimensional, para una completa identificación. 

En este sentido, nuestro presidente no es una persona según Méndez, sino un personaje virtual acompañado por un avatar, una imagen asociada a su nombre que no coincide con sus gustos (los del señor Méndez, quiero decir).

Debería saber el señor Méndez que todo personaje virtual tiene derecho a elegir su apodo con absoluta libertad y no es lícito discutir esa elección y pretender que la cambie. Eso reza también para su avatar.

No sólo está vulnerando derechos inalienables de todo ente virtual pretendiendo que cambie su identidad y su señas más relevantes; sino que para conseguirlo, va a montarnos una pirula muy considerable, que nos va a costar a todos mucho dinero, molestias, incluso daños, en un momento en que no podemos permitirnos nada de eso. 

Dicho esto, aún es más inquietante la información analizada en su conjunto. No sólo nos dice que el actual presidente es un avatar, por lo tanto un ente virtual, sino que también es una reencarnación y eso ya resulta terrorífico. Para reencarnarse, la persona tiene que morir primero, momento en que libera, según los creyentes en estas cosas, una energía trascendente que se mantiene viva el tiempo necesario para encontrar un cuerpo al que regresar. 

En consecuencia don Cándido, persona muy cercana, que conoce mucho al presidente y sin duda tiene gran cantidad de información privilegiada sobre él, nos cuenta que don José Luis ha muerto en un momento inconcreto, liberando su energía trascendente y ha regresado para reencarnarse en un avatar. 

Si es un ser reencarnado en un avatar, esa imagen que vemos del Presidente es una proyección tridimensional de su anterior aspecto. Pensándolo, no es descabellado lo que nos dice; porque la imagen del presidente es la propia de un hombre en mal estado de salud y cabe pensar que ante el riesgo que amenazaba, optaron por hacer una copia a tiempo, no vaya a ser que haya que usar la de su cuerpo tras liberar la energía trascendente. Eso impresionaría mucho y, sobre todo, le haría dar muy mal en fotogenia, incluso usando Photoshop para tratar la imagen tridimensional en su fase de elaboración. 

Es terrible pensar que estemos siendo gobernados y representados por un ente virtual dotado de energía trascendente encarnado en un avatar tridimensional. Pone los pelos de punta; pero lo más horrible es la crueldad y la falta de sensatez que muestra el señor Méndez intentando obligarle a cambiar de avatar. ¿No se da cuenta de que esa trasmutación podría ponerle en peligro de etereización absoluto, con el consiguiente daño, tanto para él, que ya tiene lo suyo con su estado actual, como para los sufridos vasallos que corremos peligro de enfrentarnos a una situación irreversible si se produjera ese previsible salto al la condición de entidad etérea en él?

En fin, otra perla para la colección de disparates. Soluciones no aportan; pero risas... ¡Qué tropa!

Huelga de abuelos


El señor Pastrana ha sido otro de los protagonistas indiscutibles del disparate nacional con su ocurrencia de que el día de la huelga los abuelos no cuiden a los nietos.

¿Cómo pensará incorporarlos a la protesta? ¿Les pedirá que se identifiquen (por aquello de la estadística) portando un cartel que diga: «Abuelo de huelga en la huelga»? ¿O sería mejor: «abuelo holgando en la huelga?

¿Se dan cuenta de que huelga viene de holgar y holgar en castellano antiguo tiene una acepción equivalente al actual 'follar'? 

La huelga nos va a holgar a todos, no cabe duda. A unos porque va a suponerles unos costes preocupantes para sus precarias economías; a otros porque les van a someter a un cordial asedio para que no puedan acudir a su puesto de trabajo sacando a la calle a los más preparados para los actos de negociación: volcar autobuses, amenazar o agredir, directamente a quien no se muestre solidario y campará, como siempre, la violencia y la incomodidad.

Sin duda, los más holgados son esos padres mileuristas, que necesitan cada euro para sobrevivir y atender a sus pagos, que, encima de ver en peligro la integridad de su sueldo ante la previsible acción de los piquetes que les impedirán entrar a trabajar. Y encima, intentan sabotearles animando a los abuelos  a que no recojan los niños en la guardería o los cuiden ese día.

Me malicio que la ocurrencia les holgó mucho a muchos abuelos. ¡Buenos son ellos para defender a sus nietos contra toda amenaza potencial, no digamos ya real! La verdad es que imagino que cuando se extendió esa noticia, la peineta que ilustra esta foto representa la respuesta que dieron en la intimidad los abuelos a los sindicalistas. 

¿Saben qué les digo? Si yo fuera abuela, animaría a mis hijos a que llevaran una colchoneta, un maletín con una muda y útiles de aseo y una manta el día previo a la huelga y que se montaran en la empresa una habitación improvisada. Al día siguiente, todos como clavos en su puesto de trabajo, burlando a los piquetes. No tendrían que preocuparse por los niños. Yo me quedaría con ellos y levantaría una barricada tras la puerta, por si vienen los piquetes a ver si estoy o no de huelga. 

¡A mis nietos ni los toque, oiga!

18/9/10

Nicolas Sarkozy y los gitanos


He rebuscado en la prensa la información completa sobre la expulsión de los gitanos rumanos de Francia, sin éxito. La medida es tan grave, tan dura y deshonrosa para un país occidental, que la propia razón dicta que tiene que haber razones muy graves para decretar la repatriación. Todos los periodistas, columnistas, personas relevantes, poco relevantes, nada relevante, tenían su opinión; pero era imposible dar con una información completa.

Hoy figura en 'El País' la noticia del inicio de la precampaña del PP en Cataluña. Javier García Albiol y la eurodiputada francesa Marie Therese Sánchez Schmid, visitarán los barrios de Badalona y Barcelona en los que se asientan colonias de rumanos similares a las francesas que acaban de ser expulsadas.

Por suerte, al final del artículo hay un párrafo en el que aparecen cifras. El periodista las presenta «como lo que Albiol dice»; pero es presumible que hable con datos obtenidos de las estadísticas de criminalidad en las que aparecen desglosados por grupos los autores de los delitos y que sean ciertas.

Esas estadísticas señalan que la población romaní asentada en esas zonas supone menos del 1% de la población total; pero son los autores del 25% de los delitos que se cometen. Roban cable de cobre, carteras y productos en los comercios. 

Es muy fácil pontificar desde la tranquilidad de una mesa de redacción o cualquier otro lugar en el que el problema está lejos de ti; pero creo que hay que preguntarse, por lo menos preguntarse, si es lícito obligar a los  residentes a convivir con un colectivo tan conflictivo que invade los espacios públicos de un modo diferente al habitual en los residentes, que suponen una gama muy amplia de problemas que han de soportar día a día.

Es falaz hablar de racismo. Falaz y cínico. Causarían el mismo rechazo aunque fueran lugareños integrados en una mafia organizada que cree inseguridad ciudadana y cause los mismos problemas. Los rumanos no tienen por qué despertar sentimientos de racismo; porque no hay rasgos diferenciales relevantes que nos muestren al primer golpe de vista que son distintos

Creo que en estos casos la primera regla que hay que aplicar es la del orden social. El deber prioritario de las autoridades es garantizar a los ciudadanos, en lo posible, un entorno seguro en el que puedan desarrollar una existencia tranquila. La delincuencia es un problema endémico en todas las poblaciones numerosas y no se puede evitar; pero si se identifica un grupo que perturba de forma grave la vida de una comunidad, hay que tomar medidas para erradicarlo y la expulsión de los que causen problemas es necesaria, aunque nos repugne; porque tiene carácter preventivo y disuade a quienes saben que corren peligro de que se les aplique, de elegir esos lugares como asentamiento.

También debemos contemplar, no sería humano no hacerlo, las razones por las que ocurre eso, las condiciones de pobreza extrema que les han obligado a abandonar su país, la ausencia de formación en oficios, incluso de escolarización, la imposibilidad de encontrar un trabajo que les permita salir adelante sin robar.

En lugar de rasgarse las vestiduras, la UE debería entender que el problema es desesperado en muchos lugares de la Unión, que los gobernantes tienen que proteger a los ciudadanos y que la única solución al problema es atacarlo en la raíz, buscar una forma de ayudar a Rumanía para que salga de la crisis que atraviesa para que sus habitantes no tengan que huir a la desesperada. 

No es fácil la solución, es evidente. Hay cuestiones difíciles de salvar, como la normativa internacional que prohíbe la injerencia en la política interna de los países; pero se pueden buscar vías, como el envío de organizaciones no gubernamentales (procurando que sean serias y no un problema añadido) para que colaboren en la puesta en marcha de planes que ataquen el problema.

Seguro que si se provee a esos equipos de unos fondos nutridos y bien controlados para evitar desviaciones y ayudas al país, los gobernantes rumanos pueden aceptar esa ayuda si consiguen persuadirles de que una negativa resultaría inaceptable. 

17/9/10

La joven perdida


Retrato de una joven 
Jean Baptiste Camille Corot 
(1796-1875)


Hace pocos días la prensa dio la noticia de la pérdida de este óleo. Hoy ha aparecido y la historia es tan divertida como los guiones de nuestros políticos.

El protagonista, Franklin Fuentes, es portero en un edificio de la Quinta Avenida, en el barrio de Upper East Side. El pasado 29 de julio descubrió un objeto en los arbustos que hay frente a su edificio y lo recogió. Inspeccionado su contenido, no tuvo grandes dificultades para entender que estaba ante una obra de arte (o una copia) y dedujo que la habría adquirido alguno de los propietarios del inmueble. La guardó, dispuesto a investigar para localizar al propietario e inició sus pesquisas.

No arrojaron el resultado apetecido. Llegó la fecha en la que iniciaría un descanso vacacional de tres semanas y a su regreso, leyó la noticia de la desaparición del cuadro. Lo llevó de inmediato a la policía y declaró las circunstancias en que lo había encontrado. La historia es tan corta que supongo que le habrá costado, como mucho, tres minutos contarlo todo. Aún así, para que no quedara ningún cabo suelto, el conserje fue interrogado a fondo en las dependencias judiciales durante siete horas. 

Transcurrido ese tiempo, tras ciertas averiguaciones, los interrogadores se convencieron de que no mentía, los datos casaban con los registrados cuando se denunció la desaparición del cuadro.

James Carl Haggerti es un marchante neoyorquino que acude con ese cuadro a un hotel para mostrárselo a un eventual comprador. Terminada la entrevista, se marchó con el cuadro, tal como muestran las cámaras de seguridad del hotel; pero ya no lo lleva consigo cuando llega a su casa, tal como muestran las grabaciones del sistema de seguridad de su edificio.

Ocurrió que, por el camino, se detuvo a tomar unas copas y cayó bajo los efectos de las bebidas espirituosas hasta tal punto que al día siguiente no recordaba nada, sólo sabía que no tenía el cuadro con él y que había que denunciar la pérdida a toda prisa. 

Inmediatamente se inician las pesquisas, se supone que recorrieron los establecimientos  en los que pudo estar sin el menor resultado y se lanzó la alarma. 

Uno diría que todo es sencillo, que cuando un conserje de un edificio de viviendas de lujo se presenta con el cuadro en la policía y cuenta que lo encontró el día 29 de julio entre los arbustos, las piezas deberían haber encajado: el marchante, en la cresta de su melopea, deja el cuadro en los arbustos, tal vez disgustado porque no había salido bien la operación, va a dormir la mona y a la mañana siguiente, el portero encuentra el cuadro, lo guarda y se va de vacaciones. 

No se entiende muy bien el interrogatorio de siete horas. Seguro que si llega a saber lo que le esperaba, el portero optaría por buscar al marchante y ponerlo en sus manos; pero eligió la peor opción. 

Mal camino llevamos en las sociedades occidentales, si los mecanismos del sistema entrañan la penalización de un hombre honrado aplicándole el tratamiento de un peligroso delincuente durante siete horas, que deben haber sido de las peores de su vida.  



16/9/10

Innovación infinita




Don José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso, nos ha regalado una perla digna de pasar a la historia en los primeros puestos del ya nutrido elenco de los grandes momentos de humor que nos regalan con frecuencia creciente los miembros del gobierno y el partido en el poder.

Ayer hablábamos de la transmisión de historias de hijos a padres y de que los parados que asisten a cursos de formación son trabajadores. Nos admiraba la progresión imparable en la calidad de los productos que nos ofrece la 'Factoría de Alto Nivel de Diversión' fundada  por  los políticos progresistas que nos gobiernan, en los últimos tiempos. 

Su despegue fue mediocre. Apenas se notó su actividad en la primera legislatura del presidente Rodríguez. Empezó a tener momentos de brillantez en la campaña electoral pasada; pero aún no habían logrado encontrar ese punto de garra que, por suerte para todos, han  logrado desarrollar en sus guiones.

El portavoz Alonso ha hecho un monólogo del más alto nivel humorístico en el Congreso. ¡Ha sido genial, sin discusión! Aquí está la prueba:

"Yo tengo para mí muy claro, clarísimo, que en la lógica del uso de la lengua inglesa la palabra guerra -war- es una palabra que se utiliza de una manera polisémica. Los anglosajones hablan de guerra contra el narcotráfico, de guerra contra el terrorismo o contra el crimen organizado. En consecuencia, no tiene la más mínima importancia el uso de esa palabra en boca, por ejemplo, del presidente Obama o de cualquier otra persona que se exprese en lengua inglesa"

Fíjense en la finura en el hilo argumental, en la habilidad con que incrementa la fuerza del mensaje con expresiones como «es una palabra que se usa de una manera polisémica». Esa expresión que introduce un modo expresivo propio de un cateto, refuerza de forma inmensa la comicidad del párrafo. «Se usa de una manera polisémica!» Perdón, pero estoy extasiada.

Una palabra es polisémica cuando tiene diferentes significados, como la sierra, por ejemplo, que puede ser, tanto un instrumento para cortar metales, madera u otros materiales como una cadena montañosa. La polisemia es una cualidad intrínseca de la palabra, pero no se puede hablar de un uso polisémico y ahí radica la genialidad del guionista que me tiene levitando.

Claro que hay que tener un alto nivel de dominio del inglés (como el propio señor Alonso) para captar en toda su grandeza, agudeza y comicidad lo expresado. No significa lo mismo' war' allá que guerra acá; porque lo suyo es polisémico, sirve igual para el exterminio de cucarachas que para el conflicto bélico. En cambio, para nosotros la guerra es la guerra y no tiene vuelta de hoja. Nunca estamos en guerra con nada, ni contra el narcotráfico, ni contra el terrorismo, contra el desempleo o contra las mafias. Nosotros reservamos la palabra guerra para la Civil y poco más.

Lo que sí es polisémico en nuestro idioma es el concepto 'misión de paz'. Eso ya es otra cosa. Sirve lo mismo para repartir alimentos y medicinas en un territorio en conflicto que para participar en una guerra con fuerzas de la ONU, disparar fusiles, lanzar bombas o que disparen o lancen bombas contra los miembros de la 'misión de paz' que enviamos. En esta expresión sí cabe todo, como en una 'war' anglosajona y no deja de ser un consuelo; porque sería muy duro que ellos tuvieran algo tan versátil y nosotros no.

No faltarán personas puntillosas (sobre todo en el PP) que no sean capaces de captar el sentido cómico puro que hay en este monólogo, que ya quisieran para sí muchos de los que participan en 'El Club de la Comedia'; pero ese es su problema. 

El resto, nos hemos desternillado con esta intervención. Entraremos en recesión otra vez, que es lo que nos augura Europa; pero el español es un pueblo agradecido que ama el humor por encima de todas las cosas y nadie puede negar el inmenso esfuerzo que hace cada día la Factoría, para aplicarnos sesiones impagables de risoterapia, que cuentan que es lo mejor para una buena salud. Y lo hacen gratis. Bueno... Nos cuesta una pasta; pero tampoco vamos a ponernos quisquillosos, con lo bien que lo estamos pasando.