23/10/11

El velo de la serpiente



Cleopatra mordida por el áspid
Cleopatra  mordida por el áspid. Guido Reni.

Cuenta la leyenda que Cleopatra, ante la inminente acometida de Octavio, se suicidó haciendo que un áspid mordiera su seno.

Esta imagen es el leitmotiv de los contenidos de la prensa en el día de hoy. Los socialistas lloran lágrimas socialdemócratas (©Santiago González. La esfera de los libros) a moco tendido. Los analistas y los participantes en los foros discuten el asunto hasta la náusea. 

La campaña del candidato iba fatal. El comunicado del áspid enrollado en el hacha ha dado un vuelco al desastre, ha ayudado a que olvidemos que es patético, le permite mostrarse humano, llorar en público (alucinante la visión de Rubalcaba llorando) y que pasen desapercibidas otras noticias muchísimo más importantes, como las que nos trae 'El Confidencial'.

No sé si el genio de las tinieblas ha calculado bien el plazo que queda hasta las elecciones; porque es obvio que a la UE no le interesa que gane él heredero directo de la catástrofe zapateril, que,  para mayor torpeza, trae a la precampaña toda la inconsistencia y frivolidad del actual Presidente del Gobierno, dejando claro que si gana él, España se hundirá sin remedio. 

Puede que sea el tiempo que necesita para inocular en muchos españoles la conveniencia de aceptar lo que exija ETA a cambio de la «paz». Pero entre que no parece fácil que en un mes se dé esa mudanza en una mayoría indignada por el comunicado y que va a caer sobre él el chaparrón europeo en ese plazo, en forma de nuevas medidas de todo punto impopulares que van a dejar a un lado los efectos ocultadores de la buena nueva y desnudar el problema que vamos a tener si gana, puede que sea demasiado tiempo.

No ha servido para gran cosa la Cumbre de hoy en Bruselas; pero, sin duda, Zapatero vendrá con deberes puestos en forma de medidas que ha de aplicar de inmediato. 

No sé si Rubalcaba tendrá capacidad para mantener a ETA en el candelero lo necesario para que todas esas medidas queden ocultas por el velo de la serpiente. Sí queda demostrado que si uno calienta una serpiente en su seno, acabará siendo mordido por ella de forma inevitable. Es su naturaleza. 

El candidato debería saberlo; pero, sobre todo, España debe tener en cuenta que se la está invitando a acoger una serpiente en su seno y obrar en consecuencia. 

2 comentarios:

Paco dijo...

A estas alturas creo que es igual qué clase de conejo (o de serpiente) se saque Rubalcaba de la chistera: nadie le va a comprar su mercancía averiada.

Carmen Quirós dijo...

Esperemos que tengas razón, Paco. Un saludo.