Imagen 'La Razón'
La campaña la sangre altera, es evidente. Sus señorías, los señores senadores no son ajenos a este repunte y hoy protagonizaron una deplorable escena en el Senado que obligó al señor Rojo, presidente de la cámara, a intervenir afeándoles su conducta y poniendo fin al incidente.
Digo yo que, para lo que nos cuestan esos escaños, en lugar de comportarse como verduleras, lo que tendrían que hacer sus señorías es plantearse y plantear por qué ocurren estas cosas, qué fallos del sistema permiten que el sistema esté enfangado hasta las trancas y sobre todo, cómo combatirlo y ponerse a ello de inmediato.
Sé que es mucho pedir a estos lumbreras. Visto lo visto, lo mejor es que los ciudadanos tomemos conciencia del problema y empecemos a plantearnos cómo organizarnos y como operar para poner en marcha las medidas correctoras necesarias para que desaparezca la corrupción de nuestras instituciones.
2 comentarios:
Bueno... Las broncas ocurren hasta en los mejores parlamentos y es mejor eso que nó el vacío que se aprecia en muchas ocasiones, con debates de gran importancia para el país.
Yo soy impetuoso de carácter y vehemente en el discurso, pero enemigo de la crispación en sí misma, como arma arrojadiza e hirmante del contrario, sin argumentación lógica y razonable que sostenga tu tesis. Seguramente como parlamentario sería un desastre en estos tiempos.
Un saludo, Carmen.
PD: su video no funciona.
Ya sé que no funciona el vídeo, Jano; pero tras pelearme con él un buen rato, lo dejé por imposible. Un saludo.
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