29/4/11

La Cocina Económica una institución ejemplar galardonada




Cocina
Los fogones de 'La Cocina Económica'

Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo, entregó hoy la medalla de oro de la ciudad otorgada a 'La Cocina Económica' por la labor que ha venido realizando desde los comienzos del s. XX dando de comer a los menesterosos.

Asturias tiene una historia terrible en materia de catástrofes y hambrunas. Las cuenta Tirso de Avilés en su libro 'Armas y Linajes del Principado de Asturias y Antigüedades del Principado' en el que  recoge los sucesos más relevantes que ocurrieron en Asturias de 1518 a 1590. La reseña de inundaciones, pedrisco, hambrunas y epidemias es estremecedora. 

Dos siglos más tarde, en 1762, se publica la 'Historia Natural y Médica del Principado de Asturias' obra póstuma del doctor Casal, muerto tres años antes, en la que, pese a que le tocó vivir y trabajar en una Asturias en la que se había introducido el cultivo del maíz generando una etapa de florecimiento económico inédito en su historia, la deficiencia en la alimentación con carácter general y la aparición de hambrunas periódicas y epidemias, sigue como en la época de Tirso de Avilés.


Nace el proyecto como 'Tienda Asilo' en la Plaza de San Miguel. En 1909 se aprueba el primer reglamento, que dota de espacio para cocina y comedor en un local sito en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento en la Calle Quintana, a 'La Cocina Económica' con el siguiente objeto social:

«Facilitar a las clases menesterosas alimentación sana y nutritiva a precio ínfimo, y satisfacer, en la medida que sus recursos lo permitan, necesidades de orden intelectual y moral, dentro de los más rigurosos principios de la Religión Católica , Apostólica y Romana. ”. Para el cumplimento de estos fines, decía el Reglamento, “ dispone la Sociedad de local adecuado para instalar cocinas y comedores, donde se servirán, mediante bonos que se expenderán al público, raciones condimentadas; y en cuanto sus recursos lo consientas, dará enseñanza y alimento a niños y pobres y creará instituciones de protección para los necesitados de ella física o moralmente»

Se suma a ese comedor, la creación de unos albergues para dar cobijo a las personas sin hogar y de un colegio destinado a dar instrucción a los niños pobres. La dirección y gestión de esos centros se encomienda a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En 1949 se construye otra sede en la calle San Vicente, donde sigue prestando sus servicios en la actualidad.

Foto Edificio

Sirven comida y cena todos los días de la semana, salvo el domingo. Ese día sólo sirven comida y entregan a los comensales una bolsa con provisiones sobradas para una cena fría y nutritiva.

El menú diario está constituido por una sopa, un primer plato, un segundo plato, postre y fruta. Los domingos sirven café y refrescos en lugar de agua. El precio del menú son cincuenta céntimos, para quien pueda pagarlos.

Hay un equipo de cocineras y ayudantes de cocina que elaboran una excelente comida casera, las hermanas se encargan de la dirección, gestión y colaboran de forma activa cuando es necesario reforzar ese equipo. Para completar, un nutrido grupo de voluntarios ayudan a servir y recoger los servicios tras la comida. 

En la entrega de la medalla, con asistencia del Arzobispo de Oviedo, presidente nato de La Cocina Económica desde su fundación, don Jesús Sanz Montes, el presidente de la institución don Jaime Rojo García-Conde y sor Blanca Argote, superiora de la Comunidad, junto con el resto de las hermanas, Gabino de Lorenzo recurrió a los datos para explicar por qué se concedió por unanimidad esa distinción que exige acreditar una labor de primera magnitud en beneficio de la ciudad.

Se limitó a dar cifras redondas de los cuatro últimos años. En 2007, dijo, la Cocina Económica sirvió setenta mil (70.000) comidas. En 2008 ochenta mil (80.000). En 2009 noventa mil (90.000) y en 2010 cien mil (100.000).

Durante ciento doce años, la Cocina Económica ha acogido en sus comedores a pobres de solemnidad, estudiantes con pocos recursos y trabajadores desplazados. Estos son los méritos que ha hecho esta institución para ganar la medalla de oro. No cabe ninguna duda de que la han merecido con creces.



3 comentarios:

Unknown dijo...

He comido tantas veces en la cocina económica de Oviedo, con mis compañeros de facutad, que me apetecería volver por recordar aquellos tiempos, sabiendo que el precio de tu cubierto sirve para pagar la comida de los que no pueden costearse una comida tan barata; cada vez más personas en la España del contraste: abundancia y escasez más absoluta. Pero La Cocina Económica también presta servicio a personas ancianas y solitarias, principalmente hombres, que no saben cocinar ni comprar en el mercado porque nunca lo han hecho cuando gozaban de la compañía de una esposa, una hermana o una madre, ya ausentes.
Recuerdo que nuestro grupo de comensales, estudiantes de medicina, conocimos a un anciano que acudía a la mesa con una bolsa de plástico llena de medicamentos y clasificaba las píldoras antes de coger la cuchara. Un día, que no había mesas libres, con una corrección impecable, nos pidió sitio en nuestra mesa y nosotros accedimos gustosos a su petición. Así le conocimos y así se convirtió en nuestro acompañante, Hipólito, al que apodamos Cajal por las historias que nos contaba de nuestro premio Novel al sabernos estudiantes de medicina.
Un mundo de solidaridad que no sólo calma el hambre; también proporciona compañía a los solitarios compartiendo un plato de comida, sin importar la edad ni el estatus.
Un saludo, Carmen.

Unknown dijo...

Perdón PREMIO NOBEL

Gulliver dijo...

Impresionante labor y admirable la entrega de las Hijas de la Caridad