16/5/11

Strauss-Kahn, la noticia del día



Foto de archivo del director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn. | EFE
Foto de archivo de Strauss-Kahn (Agencia EFE, Libertad Digital)


Hoy ha saltado a la prensa la detención de Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional, en la tarde de ayer, por una presunta agresión sexual a una camarera en un lujoso hotel de Times Square. La información que nos ofrece la prensa relata que el mandatario huyó precipitadamente del hotel olvidando su teléfono móvil, junto con otros efectos personales, que induce a sospechar una huida precipitada, y tomó un vuelo que debía salir vía París a las 16:45 hora local. 

Los pasajeros que compartían vuelo, informaron a los medios de que la salida del avión se retrasó, al parecer, según informó la tripulación, por algún problema con la policía. La detención fue rápida y muchos pasajeros no se percataron de lo sucedido.

Las últimas noticias informan de que ya hay una imputación formal por parte de la Fiscalía del Estado de Nueva York contra el dirigente.

Hay quien sostiene que todo es una emboscada política y no seré yo quien ponga en duda la presunción de inocencia. Los jueces decidirán en su momento y hay tantos motivos para aceptar esa hipótesis como para desestimarla en este primer momento.

Lo que me he preguntado a la vista de estos hechos es lo que hubiera pasado si los hechos se hubieran desarrollado en Madrid. ¿Hubiera permitido el Ministerio del Interior que la policía española detuviera al todopoderoso director del FMI por intentar abusar sexualmente de una camarera de su hotel?

Me temo que no. En primer lugar, el respeto a la ley de nuestros gobernantes es nulo. En segundo lugar, Strauss-Kahn es un destacado dirigente socialista francés que planeaba presentarse a las próximas elecciones presidenciales y dudo, con toda sinceridad, que el socialismo español tolerara que una camarera de hotel pusiera en peligro su carrera política. Lo siento si soy malpensada; pero es lo que creo con toda honestidad.

La siguiente cuestión es si hubiera sido mejor para Strauss-Kahn enfrentarse a ese problema en EEUU o en España, suponiendo que le hubieran detenido y acusado.

La respuesta es favorable a nuestro país por una cuestión estructural. Pese a todo y aunque sostengo que hay que hacer un cambio radical en el sistema de acceso a la carrera judicial, fiscal y las jurídicas en general, nuestro sistema ofrece unas garantías para el acusado, más alguien tan famoso, que son más cuestionables en EEUU. Aquí los jueces no tienen que concurrir a las elecciones y eso es bueno; porque aunque no nos libra de la aparición ocasional de jueces mediáticos, ese fenómeno es la excepción, mientras en EEUU es mucho más frecuente.

Enviar a Strauss-Kahn a la cárcel puede ser muy beneficioso para el juez del distrito de Manhattan sur al que será conducido para la vista previa de la acusación formal, que ya ha formalizado la Fiscalía. Hasta donde yo sé, en el derecho procesal americano no se contemplan estatutos especiales, con lo que su juicio sería como el de cualquier otro ciudadano y ese es su gran problema. El tribunal que vea su causa transmitiría a los ciudadanos un mensaje de independencia e impermeabilidad absoluta ante eventuales presiones políticas y diplomáticas si le condena y consolidaría una ventaja ante sus votantes en las próximas elecciones.

Agradezco que nuestro sistema, con sus grandes imperfecciones, no contemple la elección de los jueces mediante sufragio. Sólo imaginar los dislates que podrían cometer nuestros jueces estrella para ganar popularidad, me pone los pelos de punta. Si han hecho lo que han hecho con el cargo seguro, ¿qué barbaridades podrían cometer si tuvieran que afrontar elecciones para seguir en la carrera judicial?

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