22/12/11

Fumata blanca




Soraya Sáenz de Santamaría.
Soraya Sáenz de Santa María (Foto El Mundo)


Hoy estaba convocada la prensa a las 19:30 horas para recoger la composición de los designados como ministros del Gobierno de España presidido por Mariano Rajoy. Llegó con puntualidad rigurosa, recitó el listado, esquivó preguntas, «fuese y no hubo nada».

Todos los ministros son titulados superiores, muchos han superado oposiciones como técnicos de la Administración Pública. Algunos ya fueron ministros con Aznar, otros fueron secretarios generales o directores generales durante su gobierno, caso de Cristóbal Montoro, miembro del equipo de Rato o Luis de Guindos. 

El segundo elemento común, al menos en lo tocante a los responsables del área económica, del Ministerio de Trabajo o de Exteriores, es que sus titulares desempeñaban cargos, bien en los equipos del PP en la oposición, bien en órganos de la Unión Europea, que hacen que estén al corriente de la situación, no necesiten un periodo de toma de contacto con los contenidos de las áreas que han de dirigir y coordinar y puedan ponerse a trabajar mañana mismo con una visión clara de las decisiones más urgentes que han de tomar y las directrices a medio o largo plazo que han de establecer en sus programas de trabajo.

El mundillo económico (empresarios de las distintas áreas y analistas de prensa), se ha mostrado satisfecho. Todos coinciden en que Montoro, Guindos, MorenésGarcía-Margallo constituyen excelentes apuestas y, en especial, Luis de Guindos cosecha altos niveles de elogios en el análisis de su aptitud para el cargo. 

Debe ser cierto; porque en cuanto se conocieron los resultados, Marcelino Iglesias ha salido a la palestra como portavoz oficial de su partido, lanzando una estocada a Guindos que fue responsable de la dirección europea de Lehman Brothers, antes de pasar a Price Waterhouse, deseándole mayor suerte en su nuevo cargo que en Lehman Brothers, obviando una realidad: esa empresa, al igual que Price Waterhouse eran 'El Dorado' para todo profesional de la economía antes de la crisis, no sólo porque ofrecían la oportunidad de ganar mucho dinero, sino también porque sólo contrataban empleados muy brillantes y el mero hecho de haber formado parte de sus plantillas era un valor muy cotizado en sus currículums. Que solo puedan hostigar al contrario con ese dato absurdo y con la ausencia de paridad en el equipo, es señal de que los parabienes están justificados.

Mañana jurarán su cargo, se convertirán en ministros y darán a conocer los nombres de quienes eligen para sus equipos. Pasado, celebrarán su primer Consejo de Ministros y empezarán a trabajar a destajo.

Un dato más: Rajoy no ha nombrado un vicepresidente de Economía; porque se ha reservado la presidencia del gabinete de Asuntos Económicos del Gobierno. Ese gabinete se reúne siempre para preparar las cuestiones que se llevan al Consejo de Ministros. Al reservarse la presidencia, se asegura de un conocimiento completo, directo de los asuntos y sobre todo, un control sobre todo lo que pasa al Consejo de Ministros.

Todo esto significa que los cien días de gracia al Gobierno tradicionales (con los que éste no contaba ya desde el comienzo) no se dedicarán a aprender cómo han de manejarse en el cargo, eso lo traen aprendido los titulares más importantes en la acción encaminada a sacarnos de la crisis. Sí serán necesarios para que entren a saco, a través de sus equipos en el estudio de la situación que deja tras sí el anterior equipo de Gobierno analizando las cuentas y el conjunto de la documentación que se les ha ocultado en el periodo de traspaso de poderes, para conocer en toda su dimensión el estado de cosas real necesario para planificar las líneas de actuación.

Por otro lado, el otro elemento clave en el trabajo que afronta el Gobierno en la lucha contra la crisis, el escenario internacional, hoy ha sido favorable. El BCE ha concedido cerca de medio millón de millones a la banca en créditos a tres años. Esto permitirá que saneen sus cuentas y se preparen para abrir el grifo al crédito a particulares y empresas. Mark Mobius, un gurú de la economía, pronostica que la crisis del euro terminará a mediados de 2012. Si el crédito a la banca permite que se sanee, si la crisis del euro remite en el plazo que señala Mobius y en los seis próximos meses la acción de gobierno articula en España las bases adecuadas para la recuperación, podremos respirar; porque se habrá roto el círculo vicioso constituido por la baja producción derivada de la crisis empresarial, falta de crédito por la escasa liquidez de la banca, contracción de la demanda interior como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo derivada del incremento del paro, acompañada de la retracción de las personas que mantienen su poder adquisitivo; pero, ante la incertidumbre, recortan gastos de modo drástico para incrementar todo lo posible su capacidad de ahorro. 

Si la banca normaliza su actividad, habrá crédito. Las empresas supervivientes podrán recuperar el ritmo de producción y quienes quieran poner en marcha una empresa dispondrán del dinero que necesitan. El aumento de la producción absorberá masa de trabajadores. Las nuevas empresas incrementarán el recorte de la lista de parados. Quienes han mantenido el nivel adquisitivo, no sentirán tanta urgencia en reducir al mínimo los gastos. Quienes vuelven a tener trabajo consumirán más, a su vez. Aumentarán las cotizaciones a la Seguridad Social, al tiempo que descienden los gastos en prestaciones. Se recaudará más en impuesto de sociedades e IRPF y podrá reducirse la presión impositiva, con lo que habrá mayor volumen de capital disponible para invertir. Todo esto generará una dinámica inversa a la del círculo vicioso: la del círculo virtuoso necesario para que crezca la economía.

Es hora de encender velas, elevar preces, hacer procesiones, convocar a los hados, renunciar a los prejuicios ante la existencia de entes superiores intangibles, para conjurar la aparición de las circunstancias necesarias para que surja el círculo virtuoso. Eso y que el nuevo Gobierno consiga articular una política adecuada para que se dé el requisito básico: «al mazo dando», más importante que «a Dios orando», para salir de esta espiral infernal.

2 comentarios:

Natalia dijo...

Amén. Excepto que A.R.G. no me gusta.

Carmen Quirós dijo...

A mi tampoco, la verdad. De todos modos, a lo mejor estamos en tiempos de milagros y nos sorprende.

Un abrazo, Natalia.