6/6/11

Cómo conjurar el «efecto Zapatero»






El Concejo de Cabranes ocupa un territorio ubicado entre el de Villaviciosa e Infiesto, encuadrado en la llamada «Comarca de la Sidra». Bajo la fotografía tienen un link a Wikipedia. Aquí les dejo información sobre su población.

La despoblación a lo largo del siglo XX fue constante. Al principio los jóvenes emigraban a América: Cuba, Méjico, Argentina o Santo Domingo. A partir de 1960, los destinos son más cercanos: Gijón, Avilés u Oviedo. Desde el comienzo de la democracia el voto mayoritario fue para el PP, hasta el año 2003 en el que ganó un licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, Alejandro Vega Riego (PSOE), las elecciones. En 2007  obtiene la mayoría absoluta, que ha renovado en la última convocatoria.

Es obvio que el «efecto Zapatero» en las elecciones locales es menos acusado que en las territoriales o generales. Se producirá en función del grado de satisfacción de los vecinos y en este caso, se cumple a rajatabla. Los vecinos no votaron a unas siglas, sino a una persona.

Cuando llegó a la alcaldía el concejo era un lugar triste y abandonado, que ni siquiera sonaba a los asturianos. Decías Cabranes y entendían Cabrales. El reto era inmenso: una población envejecida, pocos recursos, escaso horizonte, salvo el esplendor del paisaje, pocos mimbres, en apariencia, para sacar adelante la economía local.

Alejandro vio en esa población envejecida y también vigorosa, un valor que otros despreciarían: su aislamiento y autosuficiencia habían conservado tradiciones que  se habían perdido en otros sitios.

Movilizó al pueblo. Les dijo que se podía romper la dinámica y propuso usar lo  que hacían bien, como nadie. Consiguió fondos para mejorar el urbanismo del Concejo, arreglar las calles, mejorar los accesos. 

Implicó a los inmigrantes que mantenían una fuerte vinculación con su tierra natal y cuando vieron la seriedad con que trabajaba, le prestaron su apoyo. Todas las iniciativas tuvieron en él un colaborador que peleaba por allanarles los obstáculos y aligerar los trámites administrativos. 

Uno de esos emigrantes tuvo la idea, en colaboración con un antiguo socio en sus negocios de hostelería en ultramar, de utilizar unos terrenos suyos para montar un hotel. En 2005 se inaugura La Hostería de Torazo, que, además de constituir una promesa de atracción de turismo de calidad, consigue una mejora espectacular de las vías de acceso al pueblo. 

En 2008, consigue que Torazo sea declarado «Pueblo Ejemplar de Asturias» y la presencia de los Príncipes coloca en el mapa, por fin, al concejo. 

Las habilidades de las abuelas en la elaboración de productos tradicionales como el arroz con leche o la boroña preñada, permiten potenciar una industria: la del arroz con leche, producido por una pequeña empresa que se constituye en el concejo con todas las garantías sanitarias y toda la calidad que se espera del postre de una abuela, amén del festival del arroz con leche o el de la «boroña de forna».

También cuida otros aspectos en una población tan envejecida, como la creación de un Centro de Día en Santa Eulalia de Cabranes, todo ello manteniendo un alto nivel de control presupuestario. 

Lo que antes era un lugar muerto y desesperanzado, ahora es una colmena más que activa en la que los vecinos maquinan para idear cosas que atraigan a la gente, para poner en marcha proyectos que construyan un tejido de pequeñas empresas capaces de dar trabajo a los jóvenes, recuperar a quienes no han tenido más remedio que buscar en otros sitios trabajo y seguridad y atraer a otros para recuperar la masa crítica de población que necesitan para seguir creciendo. 

Nadie se preocupa de si las siglas con las que se presenta Alejandro son las de los «suyos» o las de los «otros». Lo único que les importa es que tiene iniciativa, que lucha, que está en contacto permanente con todos, escucha los problemas que le plantean, los rumia, busca soluciones, les ha llenado de ilusión y optimismo sobre el futuro y quieren que siga ahí, sea cual sea su partido y hagan lo que hagan los suyos en otros sitios.

4 comentarios:

elquiciodelamancebia EQM dijo...

Tiene vd razón, el pueblo siempre acaba reconociendo el esfuerzo y la honradez. Las pequeñas poblaciones tienen, a este respecto, una venyaja: son más abarcables; y una desventaja: no es fácil encontrarle sustituto a un alcalde requerepetidor.

Pero la cohesión para mejorar siempre alcanza gran reconocimiento.

Y la ideología pinta poco en estos casos. las deficiencias son nítidas y los remedios, propios de sentido común.

Un abrazo.

EQM.

Unknown dijo...

Conozco un poco el concejo de Cabranes por su proximidad a Infiesto, donde tengo una casa en un pueblín de los alrededores de la capital de Piloña.
Es un concejo muy rural que guarda algunas sorpresas en su patrimonio: el torreón (torrixón) medieval de Lodeña, una ermita románica cuyo nombre no recuerdo y alguna cosa más, sin contar la hermosura de Santa Eulalia y la tradición gastronómica popular aún disponible.
Del alcalde sé que es un abogado ovetense (creo que trabaja en la capital) que decidió instalarse con su esposa en Cabranes (ella regenta un negocio de hostelería allí) y que fue el edil más votado en las últimas elecciones municipales de Asturias, con la unanimidad de todos los vecinos.
Como usted bien dice, lo más importante es la persona y no las siglas que le amparan, algo fundamental que aún no ha entendido Alfredo: "El éxito de Cascos se debe a que los asturianos piensan que no figuran en el mapa" Pues sí, Alfredo, vosotros nos habéis borrado del mapa mundi y no estamos dispuestos a aceptarlo; ahora sois vosotros los borrados del mapa en toda Europa por vuestra política trasnochada, que no ha aportado más que miseria a la mayoría y privilegios a vuestra casta. Quizá la solución esté en muchos Alejandros Vega en cada pequeña comunidad y pocos partidos autocráticos en su funcionamiento interno, que no saben/quieren conectar con el ciudadano y sus verdaderos problemas. La respuesta la tenéis en la calle, a "tiro de piedra" y envuelta en plástico. Zapatero: pregúntaselo al "viento del pueblo", el dueño de la Tierra.
Un abrazo, Carmen, por esta entrada tan interesante.

Gulliver dijo...

Desgraciadamente eso solo funciona en pueblos pequeños, Dª Carmen.
A mayor población, aumenta la complejidad y el nivel de "politización", terreno abonado para que se acaben imponiendo los vicios del sistema.

Carmen Quirós dijo...

EQM, es cierto que la proximidad hace mucho; pero también lo es que la convivencia diaria y cercana entraña muchos roces. Al final, un buen alcalde puede «quemarse» por ese mero hecho.

Jano, veo que conoce usted la zona. Estoy de acuerdo con usted en que Pérez no se ha enterado; pero parece que tampoco lo han hecho Gabino de Lorenzo o el señor Fernández. ¡Vaya tropa!

Gulliver, en eso tiene razón; pero también funciona bien en ciudades de tamaño medio. Cuando el/la Alcalde patea la ciudad y procura hablar con la gente, también funciona. El ciudadano quiere que sus políticos estén en contacto con la realidad, cerca de la gente. Léase el caso Rita Barberá o Esperanza Aguirre en contraste con Gallardón, por poner un ejemplo.

Gracias por su visita, caballeros.