6/9/11

Perdido el norte navegamos como podemos



Bandera de CataluñaSeñera de Cataluña


Tenemos a Cataluña soliviantada porque unos padres tuvieron la osadía de exigir ante los tribunales la escolarización de sus hijos con el castellano como lengua vehicular, los tribunales les han dado la razón y han dado un plazo de dos meses para que se cumpla la sentencia.

¡Cataluña se hunde! ¡La cohesión de la sociedad catalana en peligro! ¡España quiere destruir a Cataluña; pero no lo consentirán!

En fin... Resulta que la mayoría de los catalanes, de hecho, hablan castellano, no catalán; pero este pequeño detalle es superfluo. Lo gordo es que los niños, en vez de pronunciar la palabra educación, digan ensenyament. 

Una vez más, las autoridades catalanas, las obligadas por ley y por su condición de representantes de los ciudadanos, se niegan a cumplir la sentencia. Supongo que es una forma más de demostrar que ellos no son chusma. La chusma no tiene otra que desalojar su casa, pagar una indemnización o dejar que le lleven a la cárcel porque lo dice así una sentencia; pero los miembros del Gobierno de Cataluña están por encima de esas cosas.

¡Ojo! No solo el de Cataluña. El de Zapatero no se ha andado con chiquitas a la hora de burlar la Ley y las sentencias de los tribunales,  incluso su independencia.

Hoy circula un documento por Internet que demuestra hasta qué punto existe en este país una especie de homínidos que acaban de bajarse de los árboles y tienen perdido el norte. Algunos han logrado alcanzar cargos notorios en política, otros pertenecen a la clase llana; pero todos demuestran el mismo cociente intelectual tendente a cero y una ignorancia supina y mientras unos incumplen sentencias y vulneran las leyes fundamentales, otros llaman a la rebelión calificando leyes perfectamente constitucionales de inconstitucionales porque en el reparto de fondos, le toca menos dinero a un partido recién constituido que a uno con implantación nacional.

No me gusta nada financiar a los partidos. Deberían ser ellos quienes paguen esas costosísimas campañas en las que engañan a los electores como a criaturas. Aún sudo sangre pensando en lo que habrá costado tener a Zapatero arrasando el país. Cabría esperar que un partido que aspira a mayor justicia y equidad, se buscara la vida para presentar una campaña imaginativa, sin detraer fondos de unas arcas que están más que vacías; pero no. Ellos también quieren que se les subvencione la campaña y, además, que se les dé todo el dinero del mundo para financiarla. 

Perdido el norte. El barco navega sin rumbo.

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