26/1/12

Toque a silencio



Camps celebra el fallo con Ricardo Costa al fondo. | Efe MÁS IMÁGENES
Camps y Costa (EFE para 'El Mundo')


Nadie podrá alegar que el Tribunal que juzgó el caso de los trajes sentía simpatía por Camps, que se le hayan facilitado las cosas en ningún extremo; pero hoy, el jurado les declaró inocentes a él y a Costa; porque consideran que no ha quedado acreditado que hayan recibido regalos.

Es bueno recordar el bombardeo mediático que sufrimos con este asunto, la publicación diaria de noticias que parecían demostrar que el entonces Presidente de la Generalidad Valenciana recibía costosos regalos y trajes cutres de un empresario.

Y digo que es bueno recordarlo; porque hay otras dos personas en el candelero que han sufrido la pena de telediario: José Blanco e Iñaki Urdangarín. Sorprende, en todos los casos, que siendo delito la violación del secreto del sumario no pase nada y se consientan estas filtraciones. Los jueces deberían meter mano a degüello para detectar las fuentes de las filtraciones y perseguir a los culpables.

Al margen de este asunto, el juicio paralelo de Camps nos demuestra que la filtración de documentos muy concretos, de grabaciones mutiladas o manipuladas, de declaraciones de supuestos testigos, no tienen ninguna credibilidad; porque luego llega el juicio, sale a la luz el contenido completo de la investigación y se demuestra que esos indicios de apariencia tan sólida, no son más que cotilleos que no van a ninguna parte, terminan en absolución por falta de pruebas y lo único real es que nos cuesta muchísimo dinero la celebración del juicio.

Las campanas deben sonar hoy a silencio, para que los Medios reflexionen con toda seriedad sobre la ética de esos juicios paralelos; porque cuando llega la sentencia declarando inocente al acusado, no hay forma de devolverle el honor perdido ni de compensar la amargura que vivió como víctima indefensa de una cacería de la que ha salido indemne; pero destrozado para siempre.

1 comentario:

Carmen Quirós dijo...

Señor Regente:

En este blog todo el mundo es bienvenido y libre para comentar lo que quiera.

Solo pido que quienes entran sean respetuosos con los vivos y los muertos. Tiene usted todo el derecho del mundo a analizar las figuras históricas que estime oportunas; pero le rogaría que no usara calificativos vejatorios para personajes que, con sus errores y aciertos, contribuyeron a hacer grande a España.

Esa España que unos cuantos, con intereses tan espurios como los que usted le atribuye a nuestros reyes Católicos, tratan de desarticular para montar sus pequeños pesebres en los que pueden ser cabeza de ratón.

Un atento saludo.