1º.- Que se renueve el Tribunal Constitucional. Es una buena petición; pero ocurre que si se renueva, habrá que empezar a estudiar el Estatuto de Cataluña y la cosa se va a dilatar más aún. Creo que no le interesa al común de la ciudadanía que se haga de inmediato. Mejor que les encierren a dieta de pan y agua, sin más lecho que una colchoneta y sin poder salir de la sala de debates hasta que no dicten sentencia y luego, sí. Que lo renueven. Seguro que privados de la ducha, la urgencia por salir de allí sería inmensa en pocos días. No digamos ya el ansia de una tortilla de patatas...
2º.- Modificar la Ley del Tribunal Constitucional. ¿Qué parte de la Ley hay que modificar? ¿La que marca las funciones, atribuciones y funcionamiento del Tribunal? ¿Los procedimientos de declaración de inconstitucionalidad? ¿El Recurso de Amparo Constitucional? Me huelo que lo que se quiere cambiar es el Título IV, que recoge el Recurso de Inconstitucionalidad contra las normas estatales o autonómicas y fija el procedimiento. Quieren hacer lo mismo que con el Recurso Previo de Inconstitucionalidad, que paralizaba la aprobación de leyes de constitucionalidad dudosa, en tanto no se resolviera. Como estorbaba mucho, se eliminó. Temo que ahora quieren hacer lo mismo con este. Pues sin recursos de incostitucionalidad, ni previa ni posterior, no sé para qué queremos este Tribunal. ¿Para el recurso de amparo?
3º.- Que se declare incompetente con el Estatuto de Cataluña.
Esto ya es el delirio. No quieren que falle el actual Tribunal, porque no han conseguido doblegarlo esta vez y no va a dar vía libre a ese parto de los montes. Por eso pretenden que el Tribunal Constitucional haga lo que no puede hacer bajo ningún concepto: declararse incompetente en algo que es de su competencia por ley. Ya puestos, el Tribunal Constitucional podría dictar alguna resolución pidiendo al Parlamento de Cataluña que se declare incompetente para hablar del Tribunal Constitucional, pedir modificaciones de sus normas y meterse en sus competencias.
Hoy el Parlamento de Cataluña ha demostrado la degradación de unas instituciones dominadas por patanes e indocumentados de pésimo perder. Y lo peor, es que ante estos desmanes, el pueblo catalán calla, en lugar de emplumarlos, exhibirlos por las calles como mamarrachos y mandarles a sus casas a que hagan el ganso en la junta de la comunidad de propietarios o vecinos. Al menos, no estaríamos pagándoles el sueldo todos los españoles.
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