Pero tenemos elecciones a la vista y de nuevo el «hay que aumentar la crispación» se aplica a rajatabla.
Me parece una falta de respeto incalificable hacia los ciudadanos esa actitud. Si uno quiere algo y tiene un rival en frente, lo que tiene que hacer es demostrar que es mejor, que tiene ideas, soluciones, que ve los problemas y sabe cómo atacarlos.
Sin embargo, nuestro divino gobierno se vuelve Géminis: se pone la máscara de la bondad y la ética y encarga al partido y sus satélites que se encargue de menear la calle para generar el clima de crispación que necesita para movilizar a su electorado.
Si por lo menos cambiaran el disco alguna vez y dejaran de dar la tabarra con la Guerra Civil; pero no: siguen empeñados en las dos Españas, en alentar el odio, alimentar las cuentas pendientes.
He llegado a la conclusión de que tenemos que organizarnos; que no podemos seguir indefensos en manos de esta casta inmunda que son esa banda de políticos carentes de escrúpulos que sólo buscan su medro personal y si para alcanzar sus fines tienen que desatar una guerra civil de nuevo, se provoca y santas pascuas.
Tenemos que ponernos en marcha, crear grupos de presión que controlen a los políticos de todos los colores e ideologías, que les paren los pies a tiempo, antes de que hagan daño irreparable al partido o la sociedad. Que les obliguen a irse a casa en cuanto haya la más leve sospecha de conducta inmoral en su comportamiento en cualquier orden; que no les toleremos una mentira y al menor desliz, sepan que saldrán de la política para siempre.
Es mi sueño: que llegue un día en el que los ciudadanos despidamos a los políticos que no nos sirvan bien con cajas destempladas.
No sé si lo veré; pero no es menos cierto que si la sociedad no se organiza en un abanico amplio de grupos de presión que controlen a esos kamikaces que tenemos por políticos, la democracia no durará mucho tiempo.
Es hora de que los ciudadanos volvamos a luchar por la democracia y saneemos la política, pongamos coto a la corrupción, nos deshagamos de la incompetencia y dejemos de pagar cenas injustificadas, viajes y francachelas variadas; sufraguemos iniciativas que no suponen ningún beneficio real para otros países, mientras hacemos números para llegar a finales de mes, quienes aún tenemos trabajo y unos ingresos que, aunque exijan una administración drástica, nos permitan cubrir nuestros gastos.
1 comentario:
Me apunto.
Carthago delenda est
O alcanzamos la mayoría de edad, como sociedad. Empezando por tener una conducta adulta. O seremos la república bananera en manos de demagogos de opereta.
Un país de múltiples símbolos y culturas como el nuestro no puede quedar en manos de ineptos.
Es hora de releer a Ortega La España invertebrada. Y la Rebelión de las Masas.
Hoy se puede ser cualquier cosa menos estúpido,
Nos va la vida en ello.
J.R.
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