28/4/10

Que conste que no va contra nadie

Eso aclararon quienes en el día de hoy propusieron que en el Senado se hablara en todas las lenguas oficiales del país. Para que quedara claro lo que se pretende, la excelentísima señora Pajín desató risas en los bancos dirigiéndose en euskera, gallego, catalán y castellano a SS. SS. Y amenazan con ampliarlo a todas las que se reconozcan en el futuro. ¡Traductores de bable al poder!
Han prometido considerarlo y aclararon el fundamento de la propuesta: la lengua es una gran riqueza y es importante cultivarla. Por eso se propone este dislate. Uno más.
Para empezar, va contra mi bolsillo. Esa estupidez supone que hay que contratar un equipo de traductores, que tendrá que incorporar, al menos, dos por lengua, porque si un día uno se indispone, el Senado, si se aprobara esta majadería, no podría celebrar su sesión porque no tiene traductores el parlante de una lengua vernácula. Habría que adquirir los equipos que requiere la traducción simultánea y contratar los técnicos encargados de manejarlos.
Últimamente estoy un poco soliviantada. Tenemos una cantidad de órganos muy variados que consumen dinero a espuertas y no se ve nada claro, al menos para el ciudadano de a pie, en qué nos benefician a los que pagamos el sueldo, equipamientos y estipendios varios a los miembros de esos órganos.
Uno que me tiene muy soliviantada es el Consejo Económico y Social. Conste que existe en todas las organizaciones. Lo tiene la ONU, lo tienen todos los países europeos, lo tiene España, por supuesto, a lo bestia.
Digo a lo bestia, porque en España hay uno por autonomía, más el central. El central es el más opaco. Tal como se redacta la Ley de Presupuestos del Estado, es imposible saber cuánto dinero nos cuesta, con exactitud, a los españoles. La Ley 21/91, que es la que lo crea, señala que se compondrá de sesenta miembros divididos en tres grupos. Representan a todos los sindicatos: CCOO, UGT, EL-STV (PNV) CIG (Convergencia intersindical gallega); COE Y CPIME están representadas, más las distintas formaciones agrarias, y expertos relacionados con las materias. Se reúne una vez al mes (por Ley) o a propuesta de su presidente y emite una memoria, que refríe cada año añadiendo datos del último ejercicio facilitados por otros órganos del Estado, amén de dictámenes y pareceres sobre proposiciones de ley, no vinculantes.
No he conseguido tampoco encontrar el organigrama de este órgano central; pero en Internet están todos los demás.
Para muestra, el del Principado de Asturias.
Presupuesto para el año 2010: 1.116.537 €
Composición: Ocho miembros de los sindicatos, ocho representantes de los empresarios, cuatro representantes del Consejo de Gobierno de del P.A.; dos por la Fundación Príncipe de Asturias;uno por la Junta de Gobierno de la Universidad y uno por Fomento de la Economía Social.
Recursos humanos: Una secretaria del Presidente. La Secretaría General está integrada por el Área de Análisis Económico y el Área de Análisis Jurídico, dos personas más. Hay una socióloga, una documentalista y un ordenanza. Que cada uno haga sus cábalas sobre el importe de esos salarios, más el mantenimiento de los locales y mire al 1.116.537 €. Yo quiero ser miembro del CES (no empleada ¡por supuesto!)
En 2009, emitió cuatro dictámenes (el más largo tiene 7 páginas) y un 'parecer' (de 24 pg. sobre los presupuestos generales del P.A.)
Su récord de actividad se alcanza en 2005 con 7 dictámenes y 3 pareceres, seguido por la actividad desplegada en 2008, en el que gana por dictámenes (8); pero queda por debajo en pareceres (1). En el 2002 emite 6 dictámenes y un parecer. El resto de los ejercicios, desde 1997, hay dos, tres, cuatro dictámenes a lo sumo y uno o dos pareceres.
Es decir: los asturianos estamos gastando más de un millón de euros en un órgano que no llega a elaborar un trabajo al mes a lo largo de todo un año. Encima no son vinculantes y me temo que pocos se molestan en leer con detenimiento esas pocas hojas que recogen sus opiniones.
Sumemos un órgano de estos por comunidad y extrapolemos las cifras del P.A. con veinticuatro miembros, al central, formado por sesenta.
Tiramos dinero a paladas en órganos que no tienen una utilidad clara, que no responden a una necesidad real, que se crean, sólo para repartir cargos y prebendas. Está muy feo hablar así; pero es lo que hay y no queda otra que decirlo.
Hemos alcanzado un 20% de parados. Se han duplicados los costes, han descendido los ingresos de la Seguridad Social, de Hacienda... ¡Y nuestros inefables senadores aceptan considerar sumar un gasto nuevo absurdo!
¡No con mi dinero!

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