30/6/10

Leña al mono





Hay conjunciones planetarias que le reconfortan a uno de vez en cuando. He estado siguiendo los avatares de la huelga del metro y he sentido rabia y asco. Es indigno que no se respeten los servicios mínimos, tal como comentaba ayer; porque en una ciudad tan grande, una situación de colapso del tráfico como la que han causado, puede costar vidas y parece que ha sido así, aunque no saldrá en los titulares. 


Imagino la aventura que habrán corrido, tras ser agredidos, los maquinistas que querían cumplir con los servicios mínimos (cuatro) por cincuenta miembros de un «piquete informativo», en la ruta que tuvieron que emprender en medio del caos para ser atendidos de sus lesiones. Ese suceso demuestra que no se trata del ejercicio del derecho a informar que ampara la ley, sino matonismo puro y duro, del que tanto abusan los sindicatos que también está contemplado en la Ley; pero en el Código Penal.


Aún así, existe una justicia que llega a ser poética. Hoy, precisamente hoy, con el cabreo que tienen los madrileños, estaba concertado un chat de Ignacio Fernández Toxo con los lectores de El Mundo. No se lo deben perder.


Ha tenido que aguantar el tipo y hasta terminar pidiendo disculpas. Intentó apelar a que toda huelga trae «molestias»; pero que hay que considerar que los primeros perjudicados son los huelguistas. Se lo dejó bien claro un participante en el chat: 



8. Señor Fernández Toxo. Soy farmacéutico hospitalario y, al igual que muchos facultativos, hoy hemos tenido serias dificultades para incorporarnos. No sé si han valorado las terribles consecuencias de su brutal huelga. Esta mañna hemos sufrido un auténtico caos gracias a ustedes y más de un susto de "muerte" (literal). Imagínese que el médico que tiene que operarle de urgencia no está en el hospital porque es imposible acceder al mismo y la persona que está no se encuentra en condiciones óptimas para aguantar la presión del quirófano porque lleva 24 horas trabajando. Imagínese que a usted le da un infarto pero el Samur no llega a tiempo porque Madrid es un infierno. Si alguno de los dos falleciera, ¿no serían los sindicatos culpables?
Ya he dicho que no renuncio a la parte de responsabilidad que pueda tener mi sindicato. No obstante, le diré que mi sindicato tiene una posición minoritaria entre la representación de los trabajadores de Metro de Madrid. Creo que esta misma pregunta lo justo sería realizarla a varios actores, no solo al sindicato. Por ejemplo, en esto mismo podría pensar quien decide vulnerar un convenio colectivo sin calibrar los problemas que esto puede generar, o quien decide no negociar los servicios mínimos, que es en última instancia lo que ha provocado el caos en Madrid. Le diré que nosotros si hemos actuado para tratar de normalizar en lo posible esta situación, y hoy la asamblea de trabajadores ha decidido mantener la huelga durante los dos próximos días pero dando un servicio que minimice los daños e inconvenientes que la huelga genera.

¿Han visto con qué elegancia inigualable se desmarca? Ellos son minoritarios, que conste en acta, tienen poca responsabilidad en esto de la huelga. 


¿Cuando nos libraremos de esta cruz?



Paletos, catetos y matones, al salón

Corren malos tiempos para la civilización. Si una conducta cívica consiste en acatar las normas jurídicas y de convivencia que han adoptado los ciudadanos, con todo el rigor y en toda ocasión, uno diría que vivimos en tiempos de paganos (que ahora se llaman paletos).


Abrir los ojos  y escuchar las noticias en una mañana como hoy, invita a cerrarlos y esconderse bajo la almohada, confiando en que pase el mundo sin enterarse de que estas allí. 


Primero un presidente cateto le da una firma en blanco a Cataluña para que los paletos que abundan como hongos tras la lluvia en su casta política, propongan el estatuto que les salga de ahí mismo, porque él lo va a respaldar, sin darse cuenta, porque para eso es un cateto, de que las cosas no funcionan así, que las leyes se hacen de otra manera, respondiendo a necesidades generales, no a afanes de una casta política y económica y siempre en el marco que establece la Constitución.


Luego viene el Constitucional, dice que no es constitucional y los paletos no pueden entender que las sentencias hay que acatarlas, sí o sí. Si no lo entienden que pidan asesoría sobre el método a tanta gente que se ha quedado sin casa debido a una crisis que en buena medida les debemos a esa caterva de chupones e irresponsables. Ellos les contarán, que saben. El espectáculo de un paleto luciendo en todo su esplendor sus infinitas carencias es una de las cosas más bochornosas que se pueden contemplar. 


Los Sindicatos van por la misma vereda. Han colapsado Madrid, para protestar por los recortes salariales que ha aprobado el Gobierno de la Nación; pero no paran el Metro de Madrid para protestar contra el Gobierno que causó el problema, lo resolvió de esta manera y lo llevó para su aprobación (lograda con la suma de los votos del PSOE, en exclusiva) al Congreso de los Diputados. 


La propia Constitución establece que en toda huelga han de existir unos servicios mínimos. Pero los Sindicatos, una vez más, van de matones y no respetan los servicios mínimos. 


Ocurre que además de matones son catetos como el Presidente, porque son incapaces de entender las cosas elementales y paletos porque ni saben ni quieren saber cómo funcionan las cosas en la civilización. Si hay unos servicios mínimos establecidos por la Ley es porque aunque ellos ignoren el detalle de las razones que impulsan u obligan a muchos ciudadanos a usar los servicios públicos son tan variadas y algunas tan acuciantes, que si paralizas los servicios puedes causar grandes tragedias.


Pero esas cosas están fuera del alcance de catetos, paletos y matones de toda calaña. Ellos sólo entienden de lo suyo y lo de acatar las leyes, la aplicación del principio de que el derecho de cada persona termina donde empiezan los derechos de otros, el respeto a la Ley y las Instituciones es algo que jamás podrán asimilar.


Uno se pregunta por qué hay que aguantar a toda esta casta. El Poder Judicial, tras lo declarado estos días por los políticos catalanes, tiene motivos para enjuiciarlos por un  delito de desacato a todos e inhabilitarles una partida de años para el desempeño de todo cargo público. 


La presencia de piquetes que impiden a los trabajadores ejercer su derecho al trabajo es un delito de coacciones que puede ser aplicado a los dirigentes sindicales; puesto que ellos han aprobado la presencia de piquetes, si no no estarían ahí, y el incumplimiento de los servicios mínimos, en manos de la Justicia, daría para un escarmiento ejemplar que hiciera que la gente empezara a pensar que hay que comportarse con civismo.


Pero no pasa nada. No hay ninguna reacción, todo se permite, todo se consiente, nada tiene consecuencias y por ese motivo, los ciudadanos vivimos en una permanente zozobra: manipulados, ninguneados, desasistidos y vapuleados. ¿Qué y cuánto tiene que pasar para que nosotros mismos pongamos en marcha una organización que nos proteja de catetos, paletos y matones, y no deje pasar ni una a quien no respete las normas?

29/6/10

Habemus sententia

He de decir que el historial del Tribunal Constitucional no era favorable a esperar una sentencia jurídica ante el recurso interpuesto por el PP. Dado que el Estatuto de Cataluña fue un empeño personal del Presidente del Gobierno español temía que pasara como con tantas otras sentencias que habían tenido un fallo político, no jurídico.

Pido mis más sinceras excusas. No importa si debemos el resultado al estado de cosas actual, en el que los Tribunales perciben señales más que alarmantes de falta de prestigio ante la ciudadanía.  No importa, tampoco, si debemos este fallo al hostigamiento que han sufrido por parte de las instituciones políticas. Lo han hecho y eso es lo importante.

Falta leer con calma la sentencia, porque sólo tenemos el fallo. Aún así, es suficiente para hacer una valoración inicial sobre la importancia de la decisión.

En primer lugar, rechaza la interpretación de nación dada por el texto en el preámbulo del Estatuto. En su momento, intentaban vendernos la mercancía averiada, diciendo que como estaba en el preámbulo no tiene importancia. Falso de toda falsedad. El preámbulo de una ley es la espina dorsal del texto, el que explica los principios que se regulan y el que traza los criterios interpretativos que han de utilizarse en su aplicación. Ha quedado claro que Cataluña es una nacionalidad, como el resto de las Comunidades y eso es muy importante.

Ha erradicado el principio de desigualdad que intentaban imponer los nacionalistas en materia fiscal. Ha eliminado la primacía del catalán y rechazado que sea obligatorio su uso en la Administración. Eso quiere decir que si no es obligatorio su uso en la Administración catalana, menos aún lo es en las instituciones del Estado, con lo que lo de los traductores de catalán en el Senado, empieza a sobrar.

Sentadas las bases de la inconstitucionalidad radical de catorce artículos, ha pasado a establecer que hay que matizar otra partida, nada desdeñable (treinta y cuatro, si no he contado mal), para que se ajusten en su interpretación a la legalidad constitucional.

No voy a juzgar si es mediocre o no como hacen algunos analistas; hasta que no tengamos la sentencia no  sería justo ni honesto opinar sobre el trabajo del TC. Lo que sí puedo decir es que las reacciones de los miembros del Gobierno central y de los de Cataluña, son indignos de personas que ostentan puestos de representatividad política. 

Me felicito por tener en las instancias judiciales hombres y mujeres que son capaces de soportar presiones como las que han sufrido los miembros del Tribunal y anteponer la Constitución a cualquier otra consideración. Nos han salvado de convertirnos irremediablemente en una república bananera y, ante esa realidad, sobra discutir si debieron darse más prisa o no. Bien está lo que bien acaba. 

24/6/10

La tragedia, ese gran negocio





Quiero empezar por enviar mi más sentido mensaje de pesar a la familia de las víctimas del accidente. 


Dicho esto, no puedo dejar de sentir asco y pena ante la actitud de la prensa, que una vez más, se comporta como una bandada de aves carroñeras que se lanzan sobre los despojos para aumentar la audiencia.


Supe de la tragedia (boca a boca) por la mañana; porque no había oído la radio ni leído la prensa. No necesité más detalles que la noticia escueta para ponerme en el lugar de las víctimas y sus familias. No necesitaba más información para hacerme cargo de la tragedia.


Seguro que si fuera familiar o amigo de alguna de las víctimas, lo último que desearía sería ver una bandada de periodistas abordándome para que le cuente o revoloteando por el lugar en el que espero la confirmación de que mi hijo, sobrino o amigo ha muerto. 


Hoy apagué la televisión cuando llevaba entre pecho y espalda diez minutos de disgregantes varias sobre la noticia, exprimida como un limón para sacar todo el jugo a los índices de audiencia. No es posible poner la radio, sin tropezar una tertulia en la que se usa a los muertos para una conversación dizque sesuda que provoca náuseas.


Debo ser un bicho raro, estoy segura; porque si ocupan tanto espacio en este asunto, desmenuzan detalles, pelean por ser quién dice la frase más ingeniosa u ofrece la imagen más atroz de los hechos, es porque hay mucha gente ansiosa por escuchar y ver lo que dicen y eso, no nos engañemos, supone un ingreso adicional para los Medios. 


Son carroñeros, sin más, que en cuanto huelen muerte vuelan desalados a obtener su botín de audiencias, sin importarles el daño que pueden hacer a las familias, a los amigos, a las personas que están sufriendo. 


Tampoco les importa hacer de cómplices de los terroristas cuando desmenuzan los atentados. Incluso tienen el cinismo de inventar sesudas razones para justificarse y arremeten contra quienes les acusan de ser quienes hacen la tarea que tiene como objetivo ETA: la publicidad como objetivo final de sus actos, para lograr que su asesinato tenga repercusión.


Siento un asco profundo por esa casta. A veces me asalta el ansia de maldecirles deseándoles que vivan un momento así y tengan que tomar su propia medicina. Luego me avergüenzo de mí misma porque no debe pasar algo así por la cabeza de nadie que se respete a sí mismo.


Quiero terminar por enviarle el mensaje más sentido a la gran víctima del día: ese maquinista que encontró una muchedumbre en las vías y tuvo que ver la tragedia como ejecutor impotente desde la cabina. Seguro que tiene alguna cara grabada en la retina y que la vida no volverá a ser igual para él. Sólo le deseo que tenga la fortaleza mental necesaria para ver esto como una de esas circunstancias a las que nos enfrenta la vida. Esta vez le tocó ir en los mandos. En otra ocasión puede ser el suyo  el rostro que nunca olvide otra persona.

La prohibición del burka



En la mayoría de los países occidentales las normas de Orden Público prohíben con carácter general el uso de toda prenda que oculte el rostro en suficiente medida para impedir reconocer a la persona. Sólo se admite como excepción el uso de máscaras y antifaces en fiestas privadas o en las fiestas de Carnaval.

En España se montó el Motín de Esquilache cuando se intentó prohibir el uso de sombreros de ala ancha (chambergos) y capas largas; porque permitían ocultar armas, esconder el rostro con facilidad embozándolo en el vuelo de la capa y eso facilitaba la comisión de muchos delitos. No fue la causa real de la revuelta; pero fue el detonante. Aún así, la norma se aplicó y fue bueno.

Es de cajón que toda persona que circula por lugares públicos debe llevar el rostro descubierto y una indumentaria adecuada para dificultar que una persona vaya armada, que pueda cometer un delito con toda impunidad; porque no podrán ver su rostro, ni su silueta con suficiente precisión para ser identificada.

El burka, el chador, el niqab y el hiyab no son prendas religiosas. Son muchas las culturas tradicionales que imponen vestimentas que cubren el cuerpo de la cabeza a los pies y en muchas sociedades el uso de los velos femeninos en sus distintas versiones eran un distintivo de aristocracia, sin ir más lejos, en Arabia, antes de Mahoma, que distinguía a las mujeres libres de las esclavas. En Roma, 'la palla' era un manto con el que se cubrían las mujeres libres y casi siempre cubrían con él la cabeza. 

El Corán no ordena el uso de estas prendas, ni siquiera lo aconseja, luego el debate sobre el uso de estos usos no es religioso, sino costumbrista.

A mí me parece bien que las musulmanas usen el velo islámico que les oculta el pelo y el cuello. Me parece triste; porque lo que ha impuesto ese uso es el fetichismo: el cabello y el cuello de la mujer resultan muy eróticos para muchos hombres y para evitar que la mujer (una bomba de pecado andante para los musulmanes y también para los cristianos, que también) tiente a los hombres se la tapa, con lo que se consigue el efecto contrario: que la visión de la punta de un mechón o un cuello femenino, por fugaz que sea, desate una violenta conmoción. Aún recuerdo anécdotas muy divertidas de chicos vigilando los  tranvías para conseguir ver los tobillos de las mujeres que tenían que remangar un poco el vuelo de sus faldas para no correr riesgos de tropezar.

Aún así, si una persona se siente más segura y cómoda con cualquier prenda, me parece que tiene todo el derecho a usarla, del mismo modo que las mujeres españolas de los '60 - '70 se adornaban con pañuelos atados al cuello o sujetos por un nudo en la nuca, sólo porque les parecía muy mono. 

Lo que me parece intolerable es que una mujer sea obligada a ir por la vida con la cara tapada. Es posible que ellas, al igual que las que optan por el velo, no tengan conciencia de que su obligación de ir tapadas no es más que una forma de sumisión extrema al varón que las borra del paisaje de su entorno bajo la excusa de que protege su recato librándolas de la concupiscencia que desataría la visión de su rostro o su figura. Me gustaría saber las fantasías que corren por la mente de los varones en cuanto ven un burka en el que se adivina una figura esbelta debajo; pero eso es otro asunto. 

Si vas con un burka es imposible que salgas sola. Si te mueves por el entorno en el que has nacido, aún puedes tener mayores facilidades; pero en una ciudad nueva, extraña en todos los órdenes, circular bajo esa tienda de campaña sin más visión que la estrecha que te proporciona la rejilla tiene que ser una tortura.

¿Cómo puede una mujer orientarse en un medio desconocido tapada de ese modo? Es imposible y eso garantiza que experimentará tanta inseguridad y miedo, que ni se le ocurrirá salir por su cuenta a la tienda por media docena de huevos. Siempre dependerá de otra persona para moverse con seguridad por el entorno de su vivienda. No hablemos ya de largas distancias.

Por mucho que argumente la «miembra» Pajín que hay que respetar esas costumbres, no deja de incurrir en su inveterada tendencia a decir las mayores estupideces. Una mujer tapada vulnera las normas de Orden Público de este país (primer pequeño detalle). Una mujer tapada asume que se limite hasta extremos que degradan su condición de ser humano su libertad de movimiento, su independencia y su dignidad. Más si esas mujeres que usan esas prendas, no son chicas liberadas que optan por ellas, sino muchachas educadas en un ambiente estricto que no les concede el derecho a la educación, a la elegir por si mismas, las somete de forma estricta a la autoridad del varón, hasta el punto de que puede matarlas con toda impunidad si considera que han hecho algo que empaña el honor de la familia.

Y en cuanto al velo islámico: ¿Ha pensado alguien que en los centros de enseñanza, cuando una chica opta por esa prenda y hay exámenes, se hace necesario disponer de una profesora que la lleve al baño de niñas y la haga retirar el velo para asegurarse de que no lleve auriculares? Incluso esa prenda tiene que estar excluida por la normativa de los centros en determinadas ocasiones.

Creo que la «miembra» Secretario General y las «miembras» del Ejecutivo deberían ser más coherentes, sobre todo, más cultas y no mezclar religión y patriarcado, que es el sistema que sustenta e impone estas costumbres, y, para mayor escarnio, tienen en las mujeres el Argos vigilante que colabora con los hombres para que no haya nadie que escape a la sumisión. 

22/6/10

Prensa del corazón

Hoy no tengo ganas de hablar del Real Decreto. El Congreso lo ha «convalidado» en palabras de su presidente, cosa que significa que ha salvado los defectos de un texto que incumple los requisitos de validez para su aprobación. 


De lo que me apetece hablar es de la prensa del corazón. En los blogs de El Mundo hay dos columnas que leo con curiosidad y una cierta dosis de sadomasoquismo. 


Uno lo firma una tal Jackie O. Me bastó ese seudónimo para entrar cuando la descubrí, porque me parecía tan pretencioso que no daba crédito. Tal como esperaba es de una frivolidad a veces letal y me parto al leer los comentarios de los lectores criticándola por ser tan vanal. La atacan con auténtica furia y es una diversión añadida, porque si alguien adopta ese apodo, empiezas a leer y te encuentras con una divina de la muerte, la que anda mal eres tú, que le dedica tiempo a ese post habiendo tantísimas cosas interesantes por ahí.


Otra divina de la muerte es María Vela-Zanetti. A diferencia de Jackie, que es pretenciosa, sin más, esta señora tiene su punto, a veces escribe columnas muy buenas; pero al igual que la otra, es una supuesta experta en moda, de las que pontifican y tiene a gala que ella está en otra dimensión, que está viajada, ha vivido en un ambiente selecto y tal y pascual, con lo que su opinión es la que vale.


Jackie es capaz de visitar Roma, por ejemplo, en las fechas en que se abrió al público la tumba de San Pedro (recomiendo la visita, hay que apuntarse con antelación; pero no se puede perder la visión del cementerio altoimperial muy bien conservado, en el que está su tumba) y largar un relato de lo que hizo remedando una recreación de La Dolce Vita, dejándome patidifusa. 


María Vela-Zanetti es otra cosa, tiene más hondura; pero a veces mete las cuatro patas exhibiendo un esnobismo alucinante. Esta semana, dedica su columna a la boda de Victoria de Suecia y despliega toda su autoridad para ensañarse con las «advenedizas» esas princesas plebeyas, como el novio del fasto. 


Dice que todas tienen algo en común: cuando se presentan en uno de estos eventos, se las ve tensas, con el gesto crispado, nerviosas, no como las princesas de toda la vida que muestran un aspecto, no solo relajado, sino un tanto cansino, como la Princesa Elena (son sus palabras) que pese a que era la más elegante, lucía un aire regio, de persona curtida en la realeza, que asiste al evento porque tiene que hacerlo, claro; pero le aburre, lo considera un tostón y espera que termine todo cuanto antes. Luego pone a caldo perejil, desde su indiscutible autoridad los modelos y el peinado de la Princesa Leticia.


Me asombra que haga un planteamiento, saque una conclusión y no considere algo que va implícito en su artículo. Una princesa «de cuna» puede llevar un traje horrendo (hubo un buen desfile de horrores a cargo de reinas), se dirá que no era un acierto, la propia Elena sufrió, también por parte de María, críticas feroces ante la pérdida del 'glamour' que exhibía cuando estaba casada; pero la cosa no va más allá.


Leticia, Mary, «las advenedizas», en resumen, son miradas con lupa en cuanto ponen pie en la calle. Cualquier persona normal desarrollaría una fobia inevitable a mostrarse en público ante la amenaza de ser arrastrada por los foros en críticas feroces a todo lo que te pones, haces o dices. 


Es de cajón que «las advenedizas», conscientes de que todo lo que lleven o cómo lo lleven, de que cuanto hagan o no hagan va a pasar un escrutinio implacable que puede llevarlas a la hoguera de las vanidades de manos de personajes que deberían contratar como asesores para ir siempre perfectas; porque ellos son los que saben, tienen que estar muy nerviosas al enfrentarse a los focos. 


Pero lo que me parece imposible asimilar es que considere una muestra de alta cuna la supuesta actitud impregnada de tedio de la princesa Elena y la realce con devota admiración. Con independencia de que un gesto puede nacer de muchas cosas que nada tienen que ver con la interpretación de otros, hay una realidad.


Yo no soy princesa (¡gracias a Dios!); pero mi madre me educó muy bien y me enseñó que la esencia de la buena educación es comportarte siempre con la mayor consideración posible con los demás.


Se supone que una persona invitada a una boda sabe que las familias han realizado un trabajo agotador para que todo sea perfecto, que es un día especial, único y que uno de sus deberes es colaborar en el clima de alegría y el esplendor de la fiesta. 


Lo que tanto admira María, es una muestra de pésima educación, censurable en cualquiera; pero más en una Infanta de España. Una persona bien educada, si no tiene más remedio que ir a un sitio, aguanta el palo de la vela con gallardía, hace lo que tiene que hacer y no cae en la ordinariez de intentar demostrar que ella está tan curtida en eventos diversos que todo es muy aburrido e insoportable. 


Y me quedo pensando en lo duro que tiene que ser vivir bajo los focos, rodeada de gente que, por ejemplo, cuando se te escapa una expresión nacida del recuerdo de tu propia boda fallida por un instante o cuando eliges un peinado y un vestido que te parecen preciosos, sabes que caerán sobre ti personillas como éstas, ansiosas de destrozarte sólo para sentirse superiores al resto de los mortales. Y dicen que son periodistas...

21/6/10

Aquí estamos





Si alguien ha venido a ver si había escrito algo, pido disculpas. La vida a veces se complica y aunque hubiera (o hubiese) un rato para comentar algo, no tuve neuronas ni fuerza; pero hemos retornado a la rutina y aquí estamos.


He vuelto guerrera. Me exaspera ver que hay un montón de problemas, todos hablamos de ellos; pero no vamos más allá. 
Me da igual que se trate de que Batasuna haya acordado con EA utilizar la estructura moribunda de su partido para presentarse a las elecciones; que las reformas que se están acometiendo sean una chapuza que apenas es un parche mal puesto o que haya gastos indecentes en un momento en que el ciudadano sufre recortes, subidas de impuestos, está sin trabajo y tiene pocas perspectivas de encontrarlo.


La respuesta a todo esto es: ¡Organización! La sociedad civil, los ciudadanos de a pie tenemos que organizarnos en grupos, me da igual si de vecinos, de miembros de club o de redes sociales. Lo importante es tomar iniciativas organizadas para interpelar al Gobierno, sea central o autonómico y pedirle cuentas. Un grupo pequeño no va a tener éxito; un grupo numeroso es otra cosa.


Existe el derecho de petición. No tenemos por qué esperar que nuestros representantes en el Congreso actúen, nosotros podemos hacerlo. Podemos dirigir un escrito al Ministerio de Industria, al señor Sebastián, en concreto, para ponerle a caldo perejil, con el debido respeto y exigirle que explique por qué usó un helicóptero para ir a Ávila, incluso para exigirle que pague de su bolsillo estos gastos superfluos e impresentables; porque nuestros bolsillos no están dispuestos a sufragar sus alegrías.


Podemos interpelar al Presidente del Gobierno, al Ministro del Interior (mis respetos, señor Rubalcaba, espero que un día me envíe el book que me ha hecho, me haría mucha ilusión), exigiéndoles que impidan por todos los medios que el entorno de ETA se presente a las elecciones, o lo que nos pida el cuerpo en cada momento.
El derecho de petición está regulado por el artículo 29 de la Constitución Española y es un cauce oficial, reglamentado como un procedimiento administrativo en el que el órgano administrativo (si se dirige a uno de la Administración Pública) o el político tiene que tramitar y responder. 
No me digan que no les hace ilusión, por ejemplo, pedir cuentas sobre las subvenciones que reciben tantas asociaciones o entidades que no se sabe bien para qué sirven. No me digan que no les encantaría dirigirse a tantos políticos locales, autonómicos o nacionales que nos exprimen, para preguntarles qué están haciendo, qué medidas están tomando, cómo justifican su sueldo o contarles lo hartos que están de ellos.


Todo esto cabe en el derecho de petición y si se hace de forma organizada, la ciudadanía empezará a tener peso, nuestros políticos empezarán a sentirse controlados de cerca y tal vez empiecen a soñar con escritos de petición que no pueden ignorar y ese sea el principio de una época en la que la participación activa de los votantes en el día a día de la vida pública, ponga fin a la impunidad de los políticos que solo se acuerdan de los ciudadanos cuando necesitan que les votemos. 

15/6/10

El que no se entera y el que se entera por los periódicos

Hoy los periódicos nos sirvieron a la hora del desayuno la noticia de que España pedía ayuda al mecanismo de estabilización del euro, porque no estaba en condiciones de afrontar la deuda. Eran noticias filtradas por la prensa alemana bien de mañana. Bruselas salió a la palestra de inmediato a negar la información; pero sirvió de poco; porque el resto del día la noticia estrella fue un mareo de la perdiz que daba por hecho que los periódicos alemanes tienen razón.
En primer lugar, la prensa alemana dio esa noticia sin ningún apoyo de datos fiables que permitieran valorar si era cierta y el mentís de Bruselas se limitaba a una forma de evitar el pánico que iba a incrementar el problema de España y eso no vale. 
Al escuchar las tertulias radiofónicas, una no puede evitar relacionarlas con la noticia que debaten en la forma en que se gestan estas  cosas. El columnista de turno llama a un amigo que considera lo más de lo más en materia de economía y le pregunta cómo va lo de España. El otro le contesta lo que le parece y la noticia queda servida.
A continuación, los periodistas del mundo mundial llaman a sus amigos economistas para que le cuenten un poco de qué va esto y  se monta el belén tremendista en un plis.
Que no digo yo que no vaya a pasar. Las cosas están muy feas y parece que nuestro Presidente está decidido a echar el resto para salvar a España de la crisis y su gente nos cuenta que en seis años, el  señor Zapatero habrá resuelto la crisis y concluido su programa de modernización de España. ¡El cielo nos ampare!
Si su partido fuera responsable, le obligaría a dejar el cargo de inmediato; pero no es responsable (o tal vez el Presidente tiene tal control del aparato que no pueden hacerlo) y entonces el Presidente que se enteraba por los periódicos le ofrece al Presidente que no se entera ni por los periódicos, su ayuda en estos difíciles momentos.
Los pelos como escarpias se me pusieron. ¡Qué espanto! Aún recuerdo aquellos tiempos de la coyuntura económica que explicaba que estuviéramos en la ruina. 
Era el mantra felipino, como luego fue el mantra Zapaterino aquello de lo sostenible y la lucha contra el cambio climático. ¡Mira! Eso de bueno ha tenido la crisis. Desde mayo, ni una alusión a lo sostenible y al cambio climático. Le pasó lo mismo que a la coyuntura económica de Felipe. Creo que ha dejado de ser, incluso, un término correcto en la teoría económica. ¡Qué alivio, por Dios!
Y yo, que ya sabía a finales de 2007 que venía una crisis de órdago, (porque no hay que ser economista para entender que si gastas y no ingresas, si pasas cuatro años regalando dinero como quien regala bombones, la situación no se puede mantener y hay síntomas de que se prepara una mar de fondo impresionante que te va a pillar de frente y con pocas posibilidades de ponerte a la capa, porque el capitán de la nave niega la tormenta y ni se le ocurre tomar medidas), oía al ínclito ex Presidente y sentía que no me llegaba la camisa al cuerpo.
Su receta: ante la crisis, prietas filas y militancia. Y al Presidente, que eso, que si quiere que le ayude a arreglar lo de la crisis, ahí le tiene a su disposición, que de eso sabe mucho. 
La verdad es que hay que reconocerle a Felipe que dejó el país hecho unos zorros; pero el paro era menor que ahora. ¿O no? 

12/6/10

Si los trabajadores supieran...



Todo el mundo sabe que hay dos tipos de trabajadores por cuenta ajena: los sujetos a convenio y los fuera de convenio, en términos coloquiales.
Los no sujetos a convenio suelen ser los titulados superiores de las empresas o los que siendo titulados medios, han sido recompensados con la salida del convenio por sus méritos profesionales. 
Los Sindicatos siempre cuentan a los trabajadores que, sin ellos, los taimados empresarios les explotarían sometiéndoles a unas condiciones de trabajo rayanas en la indigencia. 
La realidad es muy distinta. Gracias a los sindicatos, hay muchos trabajadores de los que no tienen ninguna posibilidad, gracias a esta normativa laboral impuesta por ellos, de salir del convenio, que pierden mucho dinero al año. ¿Les sorprende?
La realidad es que para las empresas, un empleado trabajador, bien preparado, listo, concienzudo y eficiente es una joya y quieren recompensarle como merece; porque a fin de cuentas sus jefes son personas con sentimientos, les están muy agradecidos y quisieran traducir ese afecto en unos complementos salariales de productividad a tono con la calidad de su trabajo. A parte de que el incentivo hará que se aumente su fidelidad e interés por la empresa que reconoce sus méritos.
No estoy contando una fantasía que se me haya ocurrido bajo la ingesta de alguna sustancia estupefaciente o espirituosa. Conozco de forma directa consultas jurídicas de empresarios que querían, por ejemplo, recompensar de forma especial el trabajo de un administrativo, un jefe de almacén o una secretaria que eran para ellos «como la aparición de la Virgen» en sus empresas. 
No soportaban que el empleado que lo da todo, que cumple con su trabajo tomándolo como si la empresa fuera suya, que siempre soluciona los problemas, que hace un trabajo excelente, incluso más allá de lo que le obliga el contrato, cobrara lo mismo que otro que no da un palo al agua, que hace lo indispensable, incluso que no hace nada, porque cuando se le encarga organiza tales desastres que hay que terminar encargándoselo a otro. 
Éste es el gran triunfo de los sindicatos: han conseguido que no se pueda despedir a un empleado que desespera a los otros con su vagancia, su incompetencia, incluso con su trato insultante con ellos; pero han conseguido que los que son muy apreciados por lo bien que hacen su trabajo cada día, no puedan cobrar ni un céntimo más que los otros. ¡Pobre del empresario como se le ocurra dar diferente trato salarial a los eficientes! Ahí están los sindicatos para cuidar de que nadie reciba mejor trato, aunque lo merezca.
Si los trabajadores concienzudos y eficientes, sean ordenanzas, administrativos o responsables de la fotocopiadora, supieran cuánto dinero les han impedido ganar los sindicatos, seguro que si estuvieran afiliados a alguno, se darían de baja de inmediato.
No sé en qué terminará todo esto; pero si esta reforma consigue terminar con esa injusticia (no he estudiado el borrador, necesito fajarme, vistas las patadas que le da al idioma) o al menos abrir una vía para que en el futuro se pueda recompensar a los buenos profesionales como merecen, doy por buena la matraca que han estado dando Méndez, Toxo y la Patronal. Pongamos una vela a san Expedito, patrón de los imposibles, para que se abra esa rendija. 



11/6/10

Coge a Zapatero y corre

La polémica reunión entre el Presidente del Gobierno español y el Primer Ministro italiano tras la reunión del señor Rodríguez con el Papa es una de las comidillas de la jornada. Unos dicen que fue el español el que tomó esa iniciativa y otros aseguran que fue el italiano el que tomó la iniciativa.
Yo apuesto por esta última opción. A Berlusconi le encanta tomarle el pelo a nuestro Presidente. El protocolo, nunca vulnerado hasta ahora, impone que cuando un Presidente de Gobierno o Jefe de Estado visita al Papa, jamás se reúne con su homólogo italiano por una cuestión de respeto. El Papa es un Jefe de Estado, aunque sea un estado diminuto a la otra orilla del Tíber y es una muestra de respeto a la soberanía del Vaticano no aprovechar que el Tíber pasa por Roma para visitar al Presidente o Primer Ministro del Estado italiano. 
Es sabido que los de Asuntos Exteriores andan fatal en eso del protocolo y que nuestro Presidente fue a ver al Papa como defendió el Real Decreto pasado y el que viene en camino: porque no hay otra. El Presidente de turno de la Unión Europea es recibido por el Papa, al menos una vez, durante su mandato y como Presidente europeo no podía romper la tradición, como no podía, como Presidente de España, seguir diciendo que no era necesario hacer lo que está haciendo ahora. Sí o sí, esa era la cuestión.
Apuesto a que Berlusconi, que no aprecia más a Rodríguez de lo que Rodríguez le aprecia a él, vio en bandeja la ocasión de gastarle una broma pesada a nuestro Presidente (otra, tras la de Villa Certosa en pleno escándalo de 'velinas'), seguro de que ignoraba que no debía reunirse con él tras visitar al Papa y no la  desaprovechó.
Sus palabras irónicas lo demuestran: «Le despido como se despide a un santo; porque ha recibido la bendición del Papa y está en estado de gracia» afirmó ante los periodistas tras asegurar que le envidiaba porque la deuda española era la tercera parte que la italiana y otros elogios, que dada la situación eran auténticos sapos para el Presidente, antes de salir por pies y dejarle estupefacto ante los periodistas.
Tampoco hacía falta que Berlusconi interviniera para que España quedara a la altura del betún, ya se encargó Moratinos de hacerlo y no sabemos (pero no tengo ninguna duda) de que en la entrevista privada con el Papa habrá dicho el Presidente unas cuantas inconveniencias que el Papa habrá disculpado porque sabe que no es su voluntad ser impertinente, sino que es tan paleto que no tiene ni idea de qué cosas no se deben decir o de que manera se deben decirse, cuando uno se relaciona con determinadas autoridades. 
Aún así, vamos a tomarnos con humor este asunto; porque si no lo hacemos y lo juntamos con el homenaje a Pablo Iglesias y el mensaje que se transmitió de que aquí no pasaba nada, Rodríguez lo hace de maravilla, tiene todo el apoyo del partido y esto son cuatro días malos; pronto volverá a irnos de cine, podría ahogarnos en nuestras propias lágrimas. 
Así que lo tomaremos todo por la parte divertida, como una caricatura de personajes en una galería de monosabios y aquí paz y después gloria. 

10/6/10

Políticamente incorrecta

Hay una gran cantidad de profesionales que consiguieron estudiar gracias a que sus padres hicieron esfuerzos heroicos para costear sus estudios. Esa fue toda la herencia que recibieron, que no es poca. Otros tuvieron que trabajar para pagarse los estudios; porque en su casa, sencillamente no podían ayudarles.
Esos hombres y mujeres que fueron y son mayoría en las aulas, una vez que terminaron sus estudios lucharon por conseguir un puesto de trabajo; cuando lo consiguieron, se entregaron en cuerpo y alma a su trabajo intentando prosperar para ofrecer a su familia mejores oportunidades. Su valía y/o su habilidad (que también es una virtud en un profesional) les permitieron ascender en la escala profesional y obtener ingresos que emplearon en comprarse una casa y proporcionar a sus hijos una buena formación. Pueden tener ahorros, siempre modestos, pero todo lo que tienen es fruto de su trabajo, esfuerzo y sacrificio.
El voto de esas personas no tiene más valor que el de otras, como es lógico. No tienen ninguna capacidad ni existe una estructura social que les permita ejercer el control de lo que hacen los políticos con los impuestos que pagan, equivalentes en muchos casos a los honorarios que perciben a lo largo de cuatro o cinco meses de trabajo.
Sólo pueden votar una vez cada cuatro años para intentar arreglar las cosas; pero tienen en frente a una masa que no tiene conciencia de que el voto no es un ejercicio de pleitesía a unas siglas, sino la unión de decisiones en busca de lo mejor para todos.
Ven impotentes, porque tienen información y criterio para valorar en su justa medida el despilfarro del Gobierno, la falta de una política eficiente, la forma en que nos llevan al despeñadero.
Ahora todas las voces (las suyas las primeras), comentan con énfasis que hay que ser solidarios y que, por supuesto, los que tienen más han de ayudar. 
Yo no estoy de acuerdo. No se va a incrementar la carga impositiva a las grandes fortunas, al contrario. No se va a hacer nada por aflorar el dinero negro. Van a ser, una vez más, los que tienen una nómina los que paguen el derroche, los que tengan que reducir su capacidad adquisitiva, de ahorro y de inversión eventual de los fondos que puedan haber acumulado para prepararse para la hora en que les llegue la jubilación y reciban una paga muy inferior a los ingresos que tenían cuando trabajaban, en algún negocio que les permita obtener ingresos cuando los necesiten.
Una vez más, los de siempre (nunca mejor dicho), serán los que tengan que pagar la demencia de otros. Da rabia; pero da mucha más rabia ver que la sociedad no despierta, no intenta organizarse para generar corrientes sociales, grupos de presión ajenos a los políticos, que eviten en el futuro que un iluminado o un incompetente hunda de nuevo al país.
Lo de los impuestos es una nadería al lado de la impotencia que se siente al ver que parece imposible que los ciudadanos se organicen para poner fin a la impunidad de los políticos.

9/6/10

Transparencia

El País coincide con el resto de la prensa en que la respuesta a la llamada a huelga en el sector público apenas tuvo repercusión. 
Pienso que no fue casual que en vísperas lejanas, la prensa ventilara información de los caudales que el Gobierno entregaba a los sindicatos pocos días después de aprobar los recortes: 16mm de euros. 
Hoy algún periódico alaba la transparencia con que actúa el señor Barreda, proporcionando los datos de las subvenciones a los sindicatos de Castilla - La Mancha, destinadas a la «formación» de sus liberados: 308.618 para CCOO, 225.267 para UGT y el resto de la subvención, hasta los 600.000 € que se repartían las diez organizaciones sindicales con derecho a esas cantidades, para los otros ocho sindicatos.
No tengo un dato directo del importe de esas subvenciones para formación en las distintas Comunidades. Imagino que el importe total de la tarta se repartirá en función del número de afiliados, por tanto de liberados, con los que cuenten los Sindicatos en cada una de ellas. 
Aún así, aceptemos que esos 600.000 € son la cantidad que reciben los sindicatos en cada una de las Comunidades, multiplicamos por 15 y tenemos 9,000.000 € destinados a la formación de los liberados sindicales. Nueve millones de euros. (Estoy rumiando el dato, no pasa nada).
Ésta es sólo una de las partidas. Hay muchos organismos oficiales en los que los sindicatos tienen una cuota de participación. Hace un tiempo hablé aquí del Fondo Económico y Social, que es uno de los muchos comederos en los que los sindicalistas completan sus retribuciones con sueldos estupendos como miembros de diferentes Consejos. 
Aunque no se conozca con detalle la cantidad ingente de dinero público que consumen los sindicatos, el ciudadano de a pie sabe que  los sindicalistas oficiales viven como marqueses, sin dar un palo al agua a costa del sindicato y de los Presupuestos del Estado. 
Zapatero fue mucho más hábil que Thatcher. Después de usar las fuerzas sindicales para generar un agit pro contundente en los últimos años del gobierno de Aznar, los sentó a su derecha, mostró su enorme aprecio, fue filtrando en la sociedad la información sobre las ingentes cantidades de dinero que les destinaba y cuando llegaron las vacas flacas, aún fue más intensa la filtración del potente apoyo económico que recibían del Gobierno. No se dijo nunca que fuera para mantenerles quietos ante el temor de que les quitaran tantas prebendas y subvenciones; pero la gente no es tonta y entiende.
Así se explicó y sigue explicándose que, con la que está cayendo, con los millones de parados en crecimiento constante, con las medidas de austeridad que se toman sin consultar a nadie, a golpe de Real Decreto cocinado no se sabe cómo ni por quién, nada se haya movido en el sector sindical y es normal que la gente vea a esos individuos como meros lacayos del poder que ni les representan, ni quieren ser representados por Méndez y Toxo. 
Y hoy mismo, cuando es evidente que el poder de convocatoria de los sindicatos está destrozado, se filtra una nueva noticia: Zapatero ha pactado con Géminis (Méndez y Toxo) que la huelga general se retrasa hasta septiembre. 
Tras esta información, si la convocan, en el caso de que la convoquen, temo que el corte de mangas que van a recibir los sindicatos por parte de los trabajadores (que no van a ser compensados por las arcas sindicales del descuento que se produce en la nómina de los que se suman a la huelga) va a ser de tal calibre que quedará demostrado que han sido desactivados.
Sólo quedará darles la puntilla respondiendo al «clamor popular» de que las medidas de contención del gasto pasen por eliminar o minimizar al máximo las subvenciones a los movimientos sindicales y dejar que sean sus afiliados los que sostengan esa estructura. 
Ya son el malo de la película y no van a tener ninguna fuerza para atacar esas medidas. No vieron que estaban recibiendo el abrazo del oso de «uno de los suyos» y ya es tarde.
Creo que Méndez y Toxo van a pasar a la historia del sindicalismo español como grandes artífices de su debacle, tal vez su desaparición total. 
Puede que sea un drama; pero me uno a la grey de los que piensan que los beneficios que puedan haber generado los sindicatos son muy inferiores a los daños que han causado en épocas de crisis terribles, desatando huelgas generales que sólo perseguían fines políticos, sin importarles que esas medidas fueran la puntilla para empresas en crisis y enviaran al paro a miles de trabajadores. 
Puede que sea una más de tantas personas que han caído bajo la estrategia de Zapatero y sea su propaganda, no el resultado de un análisis lúcido, lo que hace que sienta que lo mejor que nos puede pasar es que desaparezca esa casta de paniaguados que usan a los trabajadores sólo como excusa para derivar fondos suculentos del presupuesto que se nutre con el dinero que me quitan en forma de impuestos directos e indirectos. 
Aún a riesgo de estar abducida por la propaganda zapaterina, estoy encantada de que los españoles impongamos la razón sobre la manipulación y nos aprestemos a reducir costes desactivando esta máquina infernal que engulle fondos a espuertas. Descansen en paz.

4/6/10

Tipo proporcional del impuesto: 57%

Y dice el Gobierno que va a prohibir el consumo de tabaco en los locales públicos cerrados.
Y dice el Gobierno que es por nuestro bien y que de ese modo, la gente fumará menos, todos estaremos más sanos y no habrá cáncer de pulmón. 
Y dijo el Gobierno, cuando las cosas se pusieron feas en las arcas públicas que había que incrementar el impuesto sobre el consumo, sobre todo de cigarrillos, que se situó en el año 2009 en el 57%. 
Y dijo el Gobierno, otra vez que era por nuestro bien, para que cuidáramos nuestra salud, que eso no tenía nada que ver con la necesidad de obtener liquidez para afrontar el subsidio de desempleo.
Y dice el Gobierno que está obligado a concienciar a los fumadores de que eso es malísimo y por ese motivo, a partir de ahora las Tabacaleras van a tener que exhibir unas fotos disuasorias (aparte de atentatorias contra la estética) en los paquetes de cigarrillos.
Y dice el Gobierno que la ley anterior no tuvo los resultados esperados; que la gente sigue fumando, pese a sus infinitos desvelos, más que antes y por eso va a redoblar los esfuerzos.
Y dice el Gobierno que a la Seguridad Social le cuesta una pasta el cáncer de pulmón que causa el tabaco.
Y dicen los psicólogos y sociólogos, que cuando el Gobierno se mete en la vida privada de las personas y prohíbe cosas con las que no están de acuerdo, lo que logra es el efecto contrario, o lo que es lo mismo, en este caso, que la gente fume más, sólo por llevar la contraria. ¡Mira que somos desagradecidos e inmaduros!
Y digo yo, que soy fumadora, que en un año se ha incrementado el paquete de cigarrillos que venía comprando de 2,50 a 3,50 € en una subida constante.
Y veo yo que, desde que prohibieron fumar en los centros de trabajo, la gente sale a la calle y las aceras están llenas de colillas.
Y cojo la calculadora y echo números. Cada fumador ha «donado» siempre un tercio, por lo menos, del coste de su cajetilla, a la Hacienda Pública. Si yo soy fumadora de un paquete de cigarrillos diario Hacienda recauda 726.35 € anuales. Multipliquen esto por 1.200.000 fumadores (30 a 36% de la población es fumadora, pero dejémoslo en el 30) y supongamos que la media de consumo es de un paquete (que seguro que son más los que fuman dos paquetes que los que fuman medio). Los fumadores pagamos al año en concepto de impuestos sobre el consumo de tabaco la suma de 871.620.000 €, como mínimo.
Además de esa generosa contribución a las arcas del Estado, el fumador, por lo general, cotiza religiosamente a la Seguridad Social.
¿Tiene más coste para los servicios sanitarios tratar un cáncer de pulmón de un fumador que uno de páncreas o de hígado de un no fumador?
¿Está garantizado que el fumador no contraerá ningún tipo de cáncer si cesa en su funesto vicio?
¡Ah! No se trata de eso. Es que los fumadores molestan a otras personas y por eso hay que prohibir el consumo en público.
Niego la mayor: Molestar a los demás es un asunto de educación pura y dura. Si a un fumador se le enseña desde pequeño a comportarse, no como un barniz, sino inculcándole que debe examinar su entorno y ver las circunstancias que enmarcan su acción de cada momento, una persona adulta fumadora controlará el entorno, observará si puede fumar porque hay un buen sistema de ventilación y no llenará la sala de humo o prescindirá de hacerlo si ve que no es oportuno. Una persona educada jamás encenderá un cigarrillo en el ascensor, en un transporte público o en la salita de su casa; porque el humo va a molestar a los demás, va a dejar un olor molesto para los no fumadores, etc.
Me temo que la realidad es que se busca el efecto contrario. Los fumadores seguirán fumando, sean cuales sean las prohibiciones o la carga impositiva que soporten. 
La prohibición incrementará el consumo y las excusas paternalistas sólo enmascararán una realidad: hace falta dinero, mucho dinero y a los fumadores se les puede sacar mucho con toda facilidad. 
No hay otra razón para prohibir fumar, no nos engañemos. Es bueno tener costumbres saludables, hacer ejercicio, evitar consumos que dañan el organismo, no lo discuto y apoyo todo tipo de medidas de educación que ayuden a que la vida de los ciudadanos, sobre todo de los más jóvenes, sea saludable.
Pero la decisión de fumar o no fumar, beber alcohol o no beberlo, hacer ejercicio o contribuir a causas nobles debe ser personal, no impuesta.
Porque la realidad indiscutible, es que lo más dañino para la salud es la vida. Al final, hagas lo que hagas, te va a matar y al menos, mientras dura, debes tener derecho a correr los riesgos que estimes oportunos y hacer lo que quieras o puedas para sobrellevar las tensiones diarias, siempre que no afecten a otros. 
Yo por ejemplo, prefiero que me lleve a la tumba un cáncer de pulmón en un plazo corto, que un Alzheimer a los noventa. 
Así que déjenme fumar en paz, siempre que no moleste a otros. No me vengan contando qué es lo que me conviene; porque eso a ustedes les importa un rábano. Abrásenme a impuestos, si es necesario para nuestra maltrecha economía; pero déjenme vivir en paz. Y sobre todo, no me digan que quisieran no recaudar un solo euro en concepto de impuestos sobre el tabaco. Soy fumadora, no tonta y me ofende que me tomen por imbécil.

1/6/10

Que el Derecho Internacional nos ampare

Leo en la prensa y los comentarios de los blogs que el mayor error de Israel fue atacar al barco de los pacifistas en aguas internacionales. Los hay que hilan más fino y aclaran que fue a cuarenta millas de la costa, luego se trataba de la zona económica exclusiva y por lo tanto, deberían esperar que se acercaran un poco más. 
Me permitirán que les aclare todo eso de las aguas territoriales y de la zona económica exclusiva, para ver si alguien puede explicarme tan fina hilatura sobre el asunto.
Un país ribereño tiene derecho, según el Derecho Internacional a ejercer una soberanía plena sobre el mar hasta una distancia de doce millas de su costa. Eso quiere decir que en esas doce millas (22 Km), todo tráfico, acción, acercamiento y demás está sujeto a las leyes y disposiciones que dicte el Estado soberano. 
Luego está la zona contigua, que se extiende hasta las veinticuatro millas náuticas (44 Km). En esa franja es más limitado el control que puede ejercer el Estado soberano; puede actuar cuando la nave viola  normas sanitarias, aduaneras, fiscales y policiales. 
Luego viene la zona económica exclusiva hasta las doscientas millas (370 Km), en la que el Estado tiene un derecho exclusivo de explotación de recursos: no puede pescar en esa zona un barco que esté bajo la bandera de otro estado si no recibe autorización del propietario de la zona económica exclusiva. Si aparecen recursos como gas natural, petróleo, etc., aunque los haya descubierto una empresa de otra nacionalidad, pertenecen al Estado y solo podrá explotarlos previa autorización. 
A partir de ahí, estamos en Alta Mar, donde la libertad de paso es total; pero eso no quiere decir que un Estado no pueda operar en aguas internacionales cuando se den una serie de circunstancias que no tiene sentido detallar. 
La cuestión es: Un barco viola las normas de Policía de un Estado (Israel). Le advierte que no puede pasar si no permite que se inspeccione la carga. Tiene que pasar por aguas territoriales israelíes  o por la zona contigua. La razón por la que se le exige que permita inspeccionar la carga es porque sospecha que el cargamento infringe normas de Policía. Todo abordaje en alta mar o en zona económica-exclusiva, debe reunir unos requisitos, entre los que está que el barco que aborde al que se supone que transporta algo prohibido por las leyes, esté bajo la bandera de un estado soberano y sea un barco de guerra.
Sigo preguntándome: ¿Por qué insisten tanto los periodistas en que tenían que haber esperado a que entraran en sus aguas jurisdiccionales si la Legislación marítima permite a un Estado que intercepte en Alta mar un buque cuando sospecha que transporta esclavos, drogas o armas? Es que yo no lo entiendo.

Adiós a la paz

No cometeré la osadía de analizar el asalto a la embarcación pacifista por parte de Israel. Son tantos los analistas sesudos que hilan tan fino, llegando a analizar el carácter internacional de área económica exclusiva, que siento un cansancio infinito. Me limito a lamentar que hayan muerto personas en ese choque perseguido por los fletadores del barco y a huir del «dejà vue» que me ha estremecido al ver tanto identidad entre el modus operandi de los pacifistas y de las huestes batasunas. 
Lamento también que el objetivo de hacer saltar por los aires los intentos de pacificar la zona haya tenido éxito. Ese era el objetivo y lo han cumplido con creces. No considero casual que se produzcan estos sucesos cuando Turquía se acerca a Irán y Lula se ofrece como mediador. Tantas casualidades no pueden ser mero azar. Mi más sentido pésame a las familias de los inmolados por quienes desprecian la vida tanto como la paz.
También le di un adiós a la paz al leer hoy el diario de navegación que traza Jordi Sevilla en su blog. El señor Rodríguez es un Ave Fénix capaz de reinventarse a sí mismo y estoy segura de que la estrategia que dibuja el señor Sevilla para que vuelva a ganar unas elecciones, es una hipótesis que ninguna persona sensata debe ignorar.
Es terrible; pero en este país no se vota para que las cosas vayan lo mejor posible, sino para que pierda el otro y tras el infinito desconsuelo que habrán sentido multitud de ciudadanos que ven que «los suyos» van a perder, a poco que mejoren las cosas con las medidas que se apliquen, recuperan el voto y volvemos a tener Rodríguez por otros cuatro años.
Nunca había sido pesimista, ahora que lo pienso.