11/10/10

La niña de Zapatero

Carme Chacón Piqueras

La Ministra de Defensa ha dado una prueba más de su cociente intelectual con un diagnóstico político de enjundia: «España está preparada para una mujer presidenta».

¡No nos habíamos fijado, oye! Nosotros creíamos que los cargos de Presidenta de la Comunidad de Madrid, Alcaldesa de Valencia, altos cargos en los partidos y demás, eran incidentes menores poco representativos de la realidad que gracias a Karma (que no tiene nada que ver en su etimología ni en su significado con la palabra carmen), ahora empezamos a contemplar como un indicio de que en España se podría votar a una mujer de forma mayoritaria para el cargo de Presidente del Gobierno. ¡Qué contenta estoy de tener esta lumbrera en un cargo tan importante como el de Ministro de Defensa! 

Con independencia de que revele la gravedad de la cuota femenina en cosas tan importantes como la dirección de un Ministerio, la frasecita deja de ser una de las infinitas boutades a las que nos tiene acostumbradas esta eminencia de Esplugas del Llobregat, en el contexto de sus declaraciones. 

Está respondiendo a una pregunta sobre la eventual decisión de Zapatero de presentarse o no a las elecciones. Tras declararse fiel seguidora, dispuesta a caminar tras sus pasos donde decida llevarla (ella dice que el Partido; pero me  parece que a estas alturas, no está tan claro que el Partido esté dispuesto a ir al despeñadero), suelta esa declaración.

Sin duda está postulándose como sucesora, en caso de que no se presente Rodríguez. Sabemos que Zapatero apostaba por ella como sucesora. Supongo que esa sucesión era la coronación de la sucesión de gamberradas que perpetró contra los intereses de todos los españoles desde que llegó al Gobierno; pero la clave es la postulación en sí misma.

Si fuera una mujer inteligente, prudente y hábil, la lectura de esa frase sería clara. Jamás diría una cosa así si no tuviera, primero la propuesta del Presidente para presentarse como candidata a la Presidencia en las elecciones y, segundo, la autorización o la orden directa de que lo dejara caer para ir preparando el terreno, informando al partido de que ella va a tomar el relevo para que sepan que todo el pescado está vendido y se estén quietecitos los que puedan tener aspiraciones al cargo.

El problema es que ninguna de esas cualidades la adorna, lo ha demostrado desde que fue nombrada Ministra de la Vivienda en la anterior legislatura y como Ministra de Defensa fueron tantas las exhibiciones de pensamiento y actitud contraria a cualquier atisbo, no ya de inteligencia, sino de simple listura, que la lectura lógica que presento en el párrafo anterior, puede estar tan lejos de la realidad que se convierte en una tontería absoluta.

En ese caso, la Ministra puede estar aplicando su propio plan; siguiendo las instrucciones de su asesor de cámara, envía un mensaje al Partido: «Lo tenemos todo atado y bien atado, no intentéis pararme, si sabéis lo que os conviene». Esto significaría que ve al Presidente tan aniquilado que no le inquieta nada lo que él pueda pensar ante sus declaraciones.

La tercera opción es un mensaje al Presidente, en exclusiva; un: «oye José Luis, acuérdate de lo mío» en un momento en que no creo que el ánimo del señor Rodríguez esté abierto a este tipo de mensajes. Si se da este tercer supuesto, puede que se haya columpiado y clavado una estaca en su rueda; porque hay un hecho probado: El Presidente no olvida ni perdona a quien le causa incomodidad y la flamante ministra puede acabar como tantos otros, en calidad de cadáver político. 

Pero lo más interesante: ¿No habíamos quedado en que en el PSOE no existían 'dedazos' en la designación de candidatos? 


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