27/10/10


Uno de los personajes de 'El Gran Gatsby' es el calor sofocante que envuelve la atmósfera de la novela. Un calor pegajoso omnipresente, del que no puedes escapar, que te envuelve y te perturba incluso en la butaca de una tarde invernal.

Ahora entiendo ese calor sureño. Anoche hubo amenaza de tornados, parece que se ha levantado; pero sigue envolviéndonos un aire caliente y húmedo que no se parece en nada a lo que conocí antes, ni siquiera al calor húmedo de Bélgica, uno de los sitios en los que más calor pasé un verano, allá por los ochenta.


El sopor se quiebra un tanto con la noticia inesperada de la muerte de Néstor Kirschner.Un ataque cardíaco. Me pregunto cómo afectará este hecho a la política de Argentina, si su viuda seguirá ostentado el mismo poder e impunidad sin la sombra todopoderosa de su marido. Confiemos, por el bien de Argentina, que el óbito ponga fin a un periodo oscuro.

No le deseo la muerte a nadie; pero creo que es humano ante una noticia así, lamentar la pérdida con la compasión que merece cualquier persona a la vez que una voz dolorida, sofocada por el espanto, susurra: «¿Qué hay de lo nuestro?» 

A veces la política nos convierte en monstruos.

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