A veces caigo en estados de estupor absoluto cuando leo la prensa. Hoy hay varias noticias que me mueven a reflexionar sobre eso que se llama 'creación de opiniones'. No sé si son tontos los periodistas o piensan que lo somos nosotros. Selecciono dos.
La primera es una perogrullada como un castillo. Interpelan a Soraya Sáenz de Santamaría sobre lo que opina sobre la eventual candidatura de Belén Esteban a las elecciones.
La pregunta, en sí es estúpida; porque toda esa historia es un montaje publicitario de Telecinco para promocionar aquella presentación de algo, creo que fue la biografía de la interfecta en un cine con retransmisión en directo por televisión, que ya son ganas de complicar.
Telecinco calienta la presentación inventándose una encuesta que dicen que han hecho; pero nadie ha visto, en la que los resultados de la encuesta señalan que si Belén fundara un partido y se presentara a las elecciones, obtendría tantos votos o más que IU.
Como el rigor de nuestra prensa es el que es, pocos se molestaron en investigar el asunto y nos explicaron el origen del bulo. El resto dio vuelo a la noticia para regocijo de Telecinco. Desde luego, la jugada fue excelente; porque han pasado días tras el 'megaestreno' y todo el mundo sigue comentando la noticia falsa.
Ante la interpelación de los periodistas, Soraya respondió con una obviedad. La Ley de Partidos permite que yo misma o cualquier otro ciudadano funde un partido (sólo se necesitan dos personas para la fundación) lo registre y concurra a las elecciones. Además se le darán fondos para la campaña, aunque sea el Partido de los brotes verdes de Peñaferruz de Abajo. Luego la respuesta que dio Sáez de Santamaría es impecable: «La señora Esteban tiene, como cualquier otro ciudadano derecho a voto activo y pasivo».
Las críticas fueron feroces; porque los periodistas opinan que debería haber soltado una respuesta burlona y salir por la tangente. Entiéndase bien: no debió responder: «¿Percibe usted alguna comisión por hacer de amplificador de la publicidad de Telecinco?» No, lo que querían era que Sáez se burlara de Belén y luego la ignorara como si fuera una inmundicia.
No puedo soportar a Belén. No veo ningún programa suyo; pero es imposible abrir un diario digital y no encontrarla hasta en la sopa. Aún así, en mi opinión, tenemos perfecto derecho a no mezclarnos con gente que no nos guste; pero jamás un político debe burlarse de un ciudadano, entre otras cosas, porque le paga el sueldo, que no es poco.
Ésta es la segunda noticia artificial. Hace varios meses apareció clembuterol, una sustancia que usan los ganaderos de forma habitual para incrementar el peso de los terneros. La cantidad encontrada en la orina de Corredor es de 0.05 nanogramos/mililitro, cuando la dosis mínima para que se estime como dopaje es de 2 nanogramos/ml. El informe de un experto recomendado por los propios miembros del comité antidopaje de la UCI, doctor de Boer, dice en su conclusión tercera:
"Los laboratorios acreditados por la AMA no deberían tener en cuenta clembuterol por debajo del 10% (1/10) del MRPL (nivel mínimo exigido por la AMA, de 2 nanogramos por mililitro). Es decir, 0,2 nanogramos por mililitro o 200 picogramos/mililitro".
Basta oír las declaraciones del ciclista en rueda de prensa, la cifra del porcentaje de clembuterol en su orina, ínfima, y los datos que da sobre la evolución de sucesivos análisis para entender que tiene toda la traza de estar siendo sincero y que lo que procede es guardar silencio y esperar el dictamen de quien tenga que estudiar el expediente y valorar, a la vista de los datos si procede archivar o sancionar.
Pero no. La prensa se lanza sobre esta noticia como buitres y no considera el daño que hace, tanto a nuestro campeón como al ciclismo en sí mismo. No sólo amplifica la noticia, sino que ya hay encuestas para que votemos sobre si le creemos o no en Internet.
Como nunca llueve a gusto de todos, los sucesos que se han desencadenado en Ecuador de forma inesperada van a dar carnaza a la prensa y librará al campeón de los focos en buena medida. Lo triste es que Ecuador se ve envuelto en un problema muy grave; ya hay disturbios, por lo tanto pérdidas en una economía que no está para muchas alegrías. Yo espero, también, que todo se resuelva satisfactoriamente cuanto antes y quede en un susto sin mayores consecuencias y la prensa tenga que buscar presa nueva.
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