José María Barreda, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, desató ayer la caja de los truenos en 'La Brújula' de 'Onda Cero' con unas declaraciones durísimas que abogaban por un cambio de rumbo, o lo que es lo mismo, la sustitución de Rodríguez Zapatero y toda su camarilla para evitar el desastre electoral.
La Vicepresidenta 1ª salió al ruedo para decir que el Presidente del Gobierno es el mayor activo del PSOE y Leire Pajín depuso ante los medios afirmando que todo el Partido quiere que se presente como candidato a las próximas elecciones.
Creo que las dos han dicho la verdad con una condición: que ellas, ambas, se consideren el Partido. Para la Vice y el entorno de Zapatero, es el mayor activo, sin duda. Sin él, su futuro político va a ser más que incierto. Lo mismo pasa con la señora Pajín. Sin el manto protector del Secretario General, su trayectoria va a sufrir un serio revés; porque sus días en sus actuales puestos estarían contados por el sustituto elegido por la oposición dentro del Partido a Rodríguez.
Habrá más, sin duda. Socialistas que ven que a estas alturas no basta ese golpe de timón, que el daño está hecho, que su sustituto tendría que adoptar medidas que no cristalizarán en resultados satisfactorios en un plazo tan corto como el que queda para las elecciones generales y prefieren que el causante del desastre electoral para su partido, sufra en primera persona la derrota que ha cocinado con tanto esmero y no sea otro quien se queme en su lugar.
De todos modos, los síntomas de que estamos en los estertores del zapaterismo son clamorosos. Barreda es la voz nerviosa, aterrada, de quien ve venir el desastre impotente y clama contra el culpable de la derrota que parece segura en estos momentos. Pero no es sólo su voz. Llama la atención que alguien tan poco sospechoso como Millás, lance ese mensaje de autocrítica al Partido, impensable a comienzos de verano, por mucho que esté lleno de sensatez.
No podemos asegurar que hubiera cambiado algo si esa línea crítica equilibrada y sensata hubiera surtido algún efecto. Pero hubiera sido una muestra de que los periodistas brillantes no habían perdido la condición de periodistas de raza y hacían su trabajo sin importarles la enemistad del poderoso. Rodríguez seguro que no hubiera escuchado esas voces; pero los lectores que siguen a estos columnistas, hubieran seguido a sus gurús y no estaríamos en esta situación.
La pérdida de las elecciones del 2008 hubiera sido un problema menor, la alternancia es buena y sana. Puede que el PP no triunfara con su política como en el pasado y volvieran al Gobierno en cierto plazo. En el panorama actual, tras el zapaterismo el PSOE quedará destrozado y va a necesitar un largo proceso de recomposición.
Al final, el daño a un partido es el daño a todos los españoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario