14/5/10

Universos Paralelos

Dice José María Izquierdo en su blog 'El Ojo Izquierdo' (en El País) que la derecha llevaba meses invitando a los Sindicatos a las barricadas deseosos de que le pararan los pies a José Luis (¡qué ternura de familiaridad con el sr. Presidente!) e hicieran todo lo posible por hundirle.
No cabe duda, parafraseando a Summers, que a cualquiera puede salirle un hijo gili. No me cabe ni la más leve de que encontrar otra persona como el señor Presidente es imposible; es único e irrepetible; pero conozco de primera mano algún ejemplar en la derecha que emula sus capacidades en materia de incompetencia, si no las supera, así que abrazo la frase de Summers e imagino que el señor Rodríguez fuera de derechas. ¿Cuántas huelgas generales, protestas, insurrecciones y acciones de toda índole hubiéramos estado sufriendo en estos años? ¿La derecha de este país hubiera vuelto a votar en 2008 a ese candidato renovándole el mandato como un solo hombre? ¿Hubieran llegado a presentarle a las elecciones como cabeza de cartel?
Creo que este país estaría hecho trizas antes de 2008. Hubieran salido aireados todos los trapos sucios: desde la financiación de espectáculos de Baremboim para que tuviera la oportunidad de mejorar su currículum como mezzosoprano la señora Presidenta, pasando por todos los desmanes derivados de las ocurrencias del Presidente Rodríguez. Hubiéramos tenido a los Sindicatos sacando a la calle día sí y día también a los trabajadores y el Prestige hubiera sido un cuento de hadas junto a la que montarían día tras día, para, como muy bien dice el señor Izquierdo, que conoce de primera mano como se las gasta la izquierda (yo también, lo reconozco) a la hora de montarle saraos a la derecha para descabalgarles del poder: las huegas generales y las manifestaciones no se hacen para defender derechos, libertades o intereses de los más desfavorecidos o perjudicados, sino para hundir al Gobierno.
La derecha ha venido acusando a su Presidente de tibio e indolente. Es cierto que ha hecho justo lo contrario de lo que practica la izquierda con tanto arte. Cuando el Gobierno ponía en marcha una serie inacabable de medidas en forma de leyes, ataques a la Justicia mangoneando a los Jueces o intentándolo, dejando a la Fiscalía General del Estado convertida en unos serviles lacayos del Gobierno que abrían las carnes de toda persona que respeta a los Órganos de la Justicia y demolía la esencia de la Democracia con el Cinturón Sanitario contra el principal partido de la Oposición, jugó a la contra con perfecta habilidad, le dio cuerda para que se ahorcara y no entró al capote que se le tendía, ayudando a incrementar esa crispación que perseguía el Presidente del Gobierno.
No creo que a una persona que ha estado en el Gobierno anterior, que sabe cómo quedaron las cosas, qué correcciones había que introducir en la economía del país para corregir los desajustes que había producido la política encaminada a sacar a España de la ruina, hacerle cumplir los requisitos de Maastrich, ingresar en el euro y relanzar su economía por las bravas, se le escapara que el Gobierno no estaba haciendo los deberes, que no estaba introduciendo esas medidas correctoras, para aprovechar el superávit conseguido y relanzar otros sectores con esa base de riqueza, para contraer la expansión del ladrillo a favor de otras obras; por ejemplo infraestructuras, desarrollo de nuevas tecnologías...
Vio que iban al despeñadero; que la crisis económica acechaba, sin necesidad de una crisis mundial. En el año 2006 ya empezaron a notarse los primeros síntomas de la crisis, en el 2007 se agravaron a finales de año y en 2008 era patente que estábamos hundiéndonos, antes de que saltara a la palestra la crisis mundial.
El cordón sanitario se diluyó mucho tras las elecciones, incluso desapareció cuando se agravó la crisis. Pudo intentar minar más al Gobierno y forzar una cuestión de confianza; pero sabía que aún tenían mucho que exprimir en las menguadas ubres de la vaca los nacionalistas y que no podía hacer nada peor que forzar a una convocatoria de elecciones que iban a convertir al país, en un momento de crisis galopante, en el escenario de un agit pro inclemente; porque a los agentes sociales les importa un rábano hundir el país hasta sus cimientos, con tal de hundir al enemigo.
Las medidas que ha anunciado el Presidente del Gobierno esta semana son necesarias. Tiene que acometer otro paquete (si no lo hace de grado lo hará por la fuerza; porque estas primeras propuestas no sirven para nada si no van acompañadas de otras) y tiene que hacerlo él, sólo él. Sólo él puede congelar las pensiones de los más indefensos, bajar el sueldo a los funcionarios, acometer la reforma de la Administración y reducirla a la estructura adecuada para que no siga devorando recursos, reformar el mercado laboral y las estructuras económicas del Estado español.
Sólo él puede pedir los mayores sacrificios, aplicar las medidas más impopulares y reformar el país de arriba abajo, sin que los agentes sociales se echen a la calle. Como decía hoy el Editorial de El País, sería una enorme torpeza, por parte de los Sindicatos, hacer una llamada a la huelga general. Tiene toda la razón el editorialista y le felicito por su clarividencia, no estamos para sumar pérdidas con revueltas sindicales, con la que está cayendo; pero no tengo ninguna duda de que no tendría la mente tan clara si estuviera gobernando el PP en este momento.
Es la grandeza del señor Rodríguez Zapatero: tiene patente de corso para mentir; para engañar, manipular, cambiar cada día de opinión, someterse al mandato de los Presidentes de los países de la Unión y de Estados Unidos y ejecutar las órdenes que se le impartan sin que nadie se rasgue las vestiduras ni se perturbe la paz y el orden social.
No hay nadie más en el mundo mundial ni en el universo mundo ( Elvira Lindo dixit), que pueda hacer ese trabajo: los recortes, las remodelaciones, la transformación completa que hay que acometer para salir de la crisis.
El Presidente de Gobierno la hará, no tengo ninguna duda en este momento. Ya ha demostrado que es sensible a los consejos de personas a las que tiene en gran estima, admira y respeta. Lo que no se le ocurra a él para enderezar la situación y sacar a España del hoyo, se les ocurrirá a otros y seguro que atiende sus sugerencias, como lo hizo esta semana.
Así que creo que el señor Rajoy hará muy bien en dejar que el Presidente trabaje, haga lo que tenga que hacer, sin ir más allá de ofrecerle su colaboración en lo que necesite para llevar a buen puerto las medidas y no presionar de modo irresponsable; porque sabe muy bien que él, ni con la ayuda del Apóstol Santiago montado en su caballo blanco, podría hacer la décima parte de lo que se le permitirá al señor Rodríguez Zapatero sin que arda España de punta a punta.
Y si alguien tiene alguna reserva pensando, por ejemplo, en la reacción de Cataluña, creo que esa rebaja, si lo del Estatuto de Cataluña no sale adelante, como parece probable, tendrán que andar con cuidado porque las perspectivas son inquietantes para ellos.

No hay comentarios: