20/7/10

Cena en la cumbre

Hoy se reúnen en Madrid los dirigentes clave de nuestro país para negociar una postura conjunta ante las Resoluciones que se presentarán tras el Debate. Y digo clave, porque estamos hablando de los nacionalistas vascos y catalanes, que son una clamorosa minoría en el conjunto del país, pero son los que mandan de facto desde hace treinta años. 


Hoy el líder de UGT le dijo al Presidente del Gobierno afiliado al Sindicato, por más señas, que no quiere verle aparecer por Rodiezmo. Algunos interpretaron este gesto como un último gesto de amistad, evitándole al señor Rodríguez el mal trago que le esperaba si aparecía. Parece que no es así en absoluto y no deja de tener su aquel que el Secretario General de UGT ose prohibirle al Presidente del Gobierno que se presente en Rodiezmo. Creo que el señor Méndez comete un error garrafal. Un desafío público de este nivel no es algo que tolere el Presidente y debería recordar que como amigo es excelente, como enemigo, letal. 

Hoy continúan las noticias en la prensa sobre la rebelión, protagonizada por el Gobierno y su Presidente contra la sentencia del Estatuto de Cataluña. Su ventaja es que el Poder Judicial no tiene conciencia de sus derechos y sobre todo, de sus deberes; porque si lo hiciera, con todo lo declarado por el Presidente y los suyos, todos estarían incursos en un proceso penal por desacato. 

Hoy los señores Bono-Rodríguez han anunciado que se separan. Si he apoyado con toda firmeza que se abriera una investigación con luz y taquígrafos que aclarara con toda nitidez que la fortuna que han amasado es fruto de herencias, trabajo duro y la suerte necesaria, libre de toda sospecha de que se han utilizado los cargos del Presidente del Congreso, para acumular ese gran patrimonio, apoyo con idéntica firmeza su petición de que respeten su intimidad. 

Sin duda, se les ha roto lo más importante de su vida a ambos y los detalles íntimos, las razones que les han llevado a esta decisión y todo lo que tanto interesa a la prensa amarilla y a los programas televisivos de la basura nacional, son indiferentes para la gente de bien que empieza por respetarse a sí misma y sigue por respetar a los otros. 

Del mismo modo que debemos ser inflexibles para aclarar todo lo que pone en cuestión la honestidad en el desempeño de sus cargos de los políticos, no debemos tolerar que se hurgue en la vida de las personas sólo para satisfacer a los morbosos y desocupados. La grandeza de un país y del sistema que lo rige está en relación directa e inseparable con la grandeza de las personas que lo componen. 

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