La frase del Presidente pide mármol para la historia.
Suponemos que lo que necesita España es que el Gobierno lance el Estatuto de Cataluña, cuando los catalanes ni lo mencionaban.
Lo que necesita España, es que el Gobierno negocie con ETA y humille como lo hizo durante cuatro años a las víctimas.
Lo que necesita España es que el Gobierno dé millones a los Sindicatos, que rompa el Pacto de Toledo, que congele las pensiones, que haga una mala reforma laboral, que tire nuestro dinero a manos llenas, que vendiera un bocado suculento de las reservas de oro cuando su precio era más bajo.
Lo que España necesita es que el Gobierno, para no perder votos en Cataluña, busque vías para evadir mediante leyes orgánicas la anulación del fallo de la Sentencia del Tribunal Constitucional, que volverán a plantear un debate agrio; porque esas leyes orgánicas no pueden sino ser tan inconstitucionales como los preceptos anulados porque vulneraban la Constitución.
Lo que España necesita es que el Gobierno favorezca a catalanes y vascos causando graves perjuicios en esas campañas, como lo ocurrido con Endesa.
Ni sé cómo calificar esas palabras; pero no son lo que más me preocupa. El Presidente dijo que haría lo que tuviera que hacer, costara lo que costase o lo que le costase. Esa afirmación me sume en un pavor absoluto. ¿Estamos en condiciones, en el plano económico, social, político y de convivencia de soportar el coste de que el Presidente haga lo que tenga que hacer nos cueste lo que nos cueste? Un sudor frío me envuelve, pese al calor.
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