Niquito Nipongo, nació en algún lugar de un país llamado España. No la que conocemos en este lugar. Estamos hablando de otra cosa, de la teoría de las supercuerdas, de los universos paralelos, quede claro desde el principio.
Nuestro protagonista era un individuo encantador que tenía luna gran habilidad para salir adelante en todos los retos. Por ejemplo: si tenía un examen, no necesitaba estudiar como otros. Si no recogía un papel en el suelo que resultaba ser un borrador de las preguntas que había elaborado el profesor para seleccionar al final tres o cuatro, pasaba algo, le llamaban a capítulo y mientras el profesor le interrogaba, él tenía delante el texto, o le soplaba un amigo que era amigo de la hija del profesor las preguntas. El caso es que siempre conocía de antemano el cuestionario y sólo tenía que hacer unas chuletas, copiarlas (era un artista en esto) y aprobaba siempre.
Cuando terminó los estudios, la suerte siguió sonriéndole. Un día, por error, le nombraron para un cargo. Cuando se dieron cuenta, le quitaron; pero era feo que le echaran a la calle y les convenció de que lo justo era que le buscaran un hueco en cualquier lugar. Como era encantador, pronto fue popular y en cuanto había un choque entre dos servicios, le elegían a él para que se hiciera cargo. No hacía nada, la verdad; pero la suerte le llevaba en andas y un día, se encontró designado para gobernar el país.
En los universos paralelos se reproducen las condiciones que se dan en lo otros y, Niquito Nipongo se encontró ante un país situado en una península, con otro país menor en el mismo territorio y varias regiones en el suyo que querían independizarse. Decidió que lo mejor era complacer a todo el mundo (requisito indispensable para ser encantador) y a los nacionalistas les dio todo lo que pedían, al país vecino le ayudó tanto, también, que terminaron sintiéndose muy agradecidos y la enemistad secular se diluyó de forma notable. Las otras regiones se enfadaban mucho, porque decían que estaba rompiendo el país y llevándoles a la ruina y fue muy honesto. Les reconoció que sí y prometió que encontraría un camino para compensar ese problema.
Esa España también formaba parte de una unión de países de una región continental y había sido parte de un imperio, cabeza de otro y en una reunión con los países mediterráneos de su universo paralelo, se le ocurrió una idea. Todos ellos eran pobres y tenían problemas; pero habían sido parte de un todo en el pasado. Si se aliaban yendo a una confederación como la que había montado él en su país con las regiones que se habían independizado, tendrían más fuerza frente a los poderosos del norte de la Unión, que cada poco les tocaban las narices porque eran más y tenían más dinero. Los otros aceptaron y se creó la Confederación mediterránea. No fue una ventaja significativa en ningún terreno; pero era muy divertido; porque como ahora eran más, los norteños tenían las cosas más difíciles para imponerles disciplina.
Y de repente, pensaron que si unían a esa confederación todos los países que habían formado parte de sus imperios, pues llegarían a una confederación mundial, mucho más poderosa e influyente. Pusieron manos a la obra y la Grecia del universo paralelo rescató al Alejandro Magno de su pasado y negoció la incorporación de todo el imperio que conquistó, incluida la India (bis). La Italia paralela trajo todo el norte de África paralelo; Portugal bis otro imperio inmenso y la España de Niquito todos los países de un imperio donde no se ponía el sol en el pasado y entonces sí que tuvieron un problema los del norte, que seguían siendo ricos; pero ahora mandaban muy poco en aquel gallinero en el que la representación proporcional en las cámaras, dado el tamaño de la confederación de países mediterráneos, les desbordaba por todos los costados.
Este es el estado de cosas en que se encuentra la situación en este momento. Los norteños ricos buscan la forma de resolver el problema que se ha montado. Tienen las cosas muy difíciles y no saben qué camino tomar. Pueden separase de la Unión y buscar un camino nuevo; pero hay que considerar que, pese a lo agobiante de la situación, con tantos miembros, algunos de ellos muy ricos, tienen mayor potencial (a condición de que consigan poner orden) y no saben qué partido tomar.
Han convocado un comité de expertos para que estudien la situación y esperan que en poco tiempo tendrán unas conclusiones que les permitan tomar la mejor decisión. Seguiremos informando.
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