Ayer nos informaban los periódicos sobre una cena entre nacionalistas que se suponía que serviría para unir fuerzas en las propuestas de resolución que se votarían hoy. Eran seis las presentadas; pero ninguna salió adelante en la votación de hoy.
Podría considerarse sorprendente, si no fuera porque estamos en pre campaña electoral en Cataluña y en estas circunstancias se juega en otros terrenos. Cada uno intenta utilizar las bazas que más votos pueden proporcionarle en las elecciones y ese interés está por encima de cualquier otra cosa.
Lo divertido fue la salida de CIU ante la propuesta cocinada por el PSOE PSC; en lugar de abstenerse como se esperaba (tal vez porque así lo pactaron) votó en contra y tumbó también esa propuesta.
Mientras tanto, Montilla presenta su primer recurso ante el TC; porque el R.D. que crea el Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad, no reconoce ninguna competencia a la Generalidad de Cataluña en la gestión de las subvenciones. Antes de aprobarse el Estatuto del '79, Cataluña ya ejercía esas competencias de gestión de las subvenciones estatales a los municipios. Y ahora, pese a que las tienen reconocidas, se las quitan.
Duro golpe, sin duda. La gestión de esas subvenciones es muy importante en términos políticos y hasta personales. Además, para cuando falle el TC, dentro de cuatro o cinco años, el daño puede ser irreparable. ¿Imaginan lo que puede pasar si hay un órgano central que gestione la concesión de esos fondos a los ayuntamientos en función de criterios en los que no juegue de forma prioritaria la inclinación nacionalista de determinado lugar o la colaboración con alguna iniciativa interesante para los movimientos nacionalistas? No es nimio el riesgo de que los consistorios descubran que les va mejor si se hacen esas cosas en Madrid que cuando las gestionan los suyos. ¿Quién les compensaría, más aún, cómo podrían ser compensados de esa catástrofe?
Y con todos estos antecedentes, Montilla vendrá a Madrid para estudiar con Zapatero cómo pueden dar otra patada al Ordenamiento Jurídico y vulnerar el deber de acatar las resoluciones judiciales y cumplir lo establecido en la Sentencia. Creo que todos los que han soportado la afrenta de un fallo en contra de sus intereses en los Tribunales, deberían pedir cita al Presidente del Gobierno para que estudie las medidas necesarias para que no tengan que readmitir a un empleado, pagar una deuda que se les reclama o entregar al banco la vivienda embargada por mandato judicial. Así de fácil. ¡Nunca se nos hubiera ocurrido!
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