20/11/11

Impostación sentimental



Santiago González. La Esfera de los Libros.

El zapaterismo, tal como nos cuenta Santiago González en su libro, se caracteriza por la impostación del sentimiento al dirigirse al ciudadano. Las palabras, en este universo, como en el de Alicia en el País de las Maravillas (no en vano calificó Gustavo Bueno a Zapatero como el ejemplo vivo del «pensamiento Alicia), están al servicio de la política, o lo que es lo mismo: las palabras significan lo que quiere quien manda. 

Una de las características de la comunicación en este país de fantasía que hemos soportado todos estos años es el uso del pleonasmo a diestro y siniestro. Los usos académicos del lenguaje y la esencia misma de la tendencia de los hablantes es la economía. Lo ideal es usar el mínimo de palabras para expresar las  ideas; pero en el universo socialdemócrata los adjetivos se amontonan en el discurso, se dice ciudadanos y ciudadanas, hombres y mujeres, miembros y miembras, no sólo pateando el idioma, sino creando una escuela de mal uso que, como he sostenido en muchas ocasiones, sólo demuestra la ignorancia del grupo.

Hoy le meto mano a un ejemplo significativo, tanto de las lágrimas socialdemócratas, como del abuso del pleonasmo, a cuento de unas declaraciones de don José Blanco hace unos días. El inefable ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, declaró:

«El ministro de Fomento y cabeza de lista del PSOE por Lugo, José Blanco, confesó que se siente "dolido personalmente" porque el empresario Jorge Dorribo, el principal imputado en la conocida como Operación Campeón, le "jugó una mala pasada", al verter contra él "unas falsas acusaciones" en relación a un supuesto cobro de comisiones ilegales a cambio de interceder ante ministerios para obtener subvenciones o agilizar trámites.»

Es obvio que el dolor es algo subjetivo. Cuando otro sufre, se puede sentir compasión; pero por mucho que deseemos aliviarle haciendo nuestro su padecimiento para que descanse, su dolor es personal e intransferible. Nadie puede sentir por él ese dolor, luego decir que está dolido personalmente, es una muestra de pleonasmo de libro; pero... 

Creo que habría que crear en esta figura una sub-especie específica que podría catalogarse como el pleonasmo blanquiano, por el particularísimo y abundante uso que hace nuestro ministro de Fomento de una figura que en su «pico de oro» adquiere dimensiones nada literarias.

Para los que me leen desde otros lugares del mundo les dejo un poco de información de las causas por las que el ministro está dolido personalmente

Todo empieza con la llamada 'Operación Carioca'. De esas investigaciones nace un nuevo sumario: el 'Caso Campeón'. Como consecuencia de la delicada situación procesal del empresario Jorge Dorribo decide colaborar con la Juez, cuenta todo lo que sabe, muestra documentos que concuerdan con el contenido de conversaciones que recogió la Policía que investiga el caso en las escuchas que se hicieron bajo autorización judicial durante la investigación. Cuando considera que los indicios de criminalidad son suficientes y dado que la condición de aforado del ministro obliga a que toda investigación de sus actividades presuntamente delictivas sea competencia del Tribunal Supremo, la Juez Estela San José da traslado al Supremo. 

Es normal que esté dolido, muy dolido personalmente con el empresario. Y, además, debería de estar muy furioso personalmente porque esto, sea cual sea el desenlace final, ha supuesto un duro revés en su carrera política. También es posible aventurar que estará muy preocupado personalmente por las consecuencias penales que puedan derivarse del sumario, si la gravedad del marco en el que arranca la operación es una muestra representativa de los problemas que, presuntamente, puede encarar personalmente cuando concluya la investigación del Supremo.

Le deseamos un feliz desenlace, señor Blanco. No tanto por usted, como por la salud de nuestro sistema político; porque el honor de España está en manos, sobre todo, de sus hombres públicos.

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