8/2/11

Déficit de credibilidad



Rubalcaba dice que «la credibilidad de Batasuna está bajo mínimos»
Rubalcaba dice que la credibilidad de Batasuna está bajo mínimos. (Foto 'La Razón')

«Son muchos años de violencia y la credibilidad de Batasuna es la que es, está bajo mínimos, los españoles desconfían de las verdaderas intenciones. Queda un camino largo por recorrer y ETA aun no ha declarado el fin de la violencia y las fuerzas y Cuerpos de Estado siguen trabajando para que ETA desaparezca».

Esto es lo que ha declarado nuestro vicepresidente en una rueda de prensa tras una reunión con Paulino Rivero, presidente de la comunidad canaria. 

Añade que han de ser los jueces los que decidan; él se limitará a enviarle los estatutos de la nueva formación a la Fiscalía y la Abogacía del Estado, junto con los informes policiales para que inicien las acciones que estimen oportunas. 

Las palabras están muy bien, qué duda cabe; pero resulta que tenemos un problema: la credibilidad del Ministro del Interior está a la altura de la de Batasuna y sería necio por nuestra parte confiar en quien ha hecho de la mentira, la intriga y el desprecio absoluto a la ley, las instituciones, los ciudadanos y los valores morales una señal de identidad política. 

La experiencia demuestra que cuando don Alfredo nos dice no, lo normal es que sea sí. Así que ante sus palabras, lo lógico es tener la certeza de que harán lo que sea para que estén en las elecciones, aunque eso suponga una nueva degradación de los órganos jurisdiccionales. Triste; pero real como la vida misma, que la palabra de una institución del Estado y la del entorno terrorista esté al mismo nivel en la cotización del mercado.


(EFE)

Por otro lado, Mercasevilla ha dado hoy una nueva campanada en los medios. Las investigaciones policiales han destapado una trama dedicada a la manipulación fraudulenta de los expedientes de empleo, en los que figuran personas que nunca habían trabajado en esas empresas. 

El modelo que implanta la Junta de Andalucía para la ayuda a las empresas en crisis en los expedientes de regulación de empleo en el año 2001, se convirtió en el marco que utilizaron brockers, mediadores y cargos públicos para desviar dinero público a trabajadores fantasma, hombres de paja cuyas primas cobraban, en apariencia, los intermediarios. 

Lo más escandaloso, es que estas operaciones se nutrían de un «fondo de reptiles» creado de forma expresa para huir de los controles administrativos. Por ahora, el agujero es de 647 millones de euros. 

La Junta de Andalucía tiene, sin la menor duda, tanta credibilidad como Batasuna. 

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