18/2/11

Rosa Díez aglutina al 80% de los votantes



Foto de la Noticia
Rosa Díez (Reuters)

Hoy Rosa Díez ha dicho que el suyo es el partido de la mayoría de los españoles, aunque no lo saben (sabemos) porque al 80% de los votantes no les gusta ni Rajoy ni Zapatero.

La afirmación es estrambótica de todo punto. Falta en ella un dato: si a los españoles les gusta Rosa Díez como presidenta del Gobierno. 

No tomaremos en consideración los dos plebiscitos siguientes al nacimiento de su partido; porque sería injusto. En ese momento no disponían de infraestructura, medios ni capacidad para grandes gestas. Ha sido una proeza que consiguiera un escaño y hay que reconocer el mérito.

Sin embargo, el tiempo ha pasado y las elecciones catalanas sí son representativas. A mayor abundamiento, el votante socialista de corazón tenía en el partido de Rosa Díez una alternativa de voto que la favorecía mucho. No logró ni un escaño y me temo que no ha hecho un análisis profundo de la cuestión.

No seré yo quien la acuse de que sólo se mueve por ambición política y ansia de llegar a la presidencia del Gobierno. Todo político de raza (y necesitamos especímenes de estos como comer) se adscribe a un partido político o funda uno con ese objetivo: presidir el gobierno o al menos ser ministro en uno. No dudo que haya muchos que se afilian sin grandes aspiraciones; pero todos se sienten felices si cuentan con ellos para formar una lista y cuando escalan posiciones y catan la política en puestos relevantes, su meta es La Moncloa. No solo es, sino también debe ser así. 

Lo que sí puedo afirmar es que dados sus antecedentes, su denuncia a Mingote por hacer una viñeta en la que se sintió ofendida, su sumisión a las políticas de su partido durante muchas décadas,apoyando políticas y posturas que repudiábamos muchos españoles votantes o cercanos al PSOE, no se han borrado de nuestra memoria.

Nos mantuvimos expectantes todos estos años. Queríamos ver si la gran Rosa Díez, una vez libre de la disciplina de partido florecía en una eclosión de dignidad y decencia y la prueba del algodón era la evolución del partido.

Un dato relevante: su partido nació cuando Internet era una herramienta de uso generalizado, lo que significa que personas que jamás hubieran tenido oportunidad de conocerse sin la Red, se relacionaban con asiduidad, tanto en foros como a través del correo electrónico y eso nos permitió a muchos tener información detallada de lo que ocurría en su partido de forma inmediata. 

Los espectadores hemos sabido de primera mano que en algunas provincias en 2009 no quedaba ni un 10% de los fundadores iniciales. Ha actuado usted con una mano de hierro absolutamente comprensible, porque no cabe duda de que si baja la guardia la descabalgan en la primera ocasión; pero ha incurrido en errores graves, dejando que se apoderara de su formación en las provincias un grupo de personas bien conocidas por el electorado local por su bajo nivel en todos los terrenos; pero en especial en cuanto a su calidad humana, en muchos casos inscribible en la categoría de la peor calaña. 

El caso de Mikel Buesa expuesto en una entrevista a César Vidal, es muy representativo de la realidad: su partido no es diferente ni mejor que el resto de los partidos. La ilusión que pudimos sentir cuando anunció su fundación, fue muriendo devorada por la información de primera mano, corroborada por episodios recogidos por la prensa y resto de los medios. 

No, señora Díez. Ni en broma somos sin saberlo cercanos a su partido. Tendremos que elegir entre lo malo y lo no bueno, incluso lo peor; pero tenga por cierto que usted forma parte de 'lo malo' y los catalanes demostraron que no estaban dispuestos a votar por lo que percibimos como más de lo mismo: oportunismo, intervencionismo, demasiado marxismo-leninismo, federalismo y otras líneas que son la realidad de su partido, lo que guiará su política si llegara a la Presidencia. 

Lo lamento; pero tengo que decirle que usted no es diferente. Lo lamento de veras; porque puse muchas esperanzas en usted. 

Hay muy pocas posibilidades de que me lea; pero si lo hace, creo que es bueno que sepa que no se ha ganado usted mi confianza y sería bueno que reflexionara; porque su deriva ya ha tenido una muestra de la opinión de los ciudadanos en Cataluña y no va a tener más remedio que dar un golpe de timón de 180º o tendrá usted y su partido los días contados en la política. 

3 comentarios:

buron dijo...

A la hora de actuar en la única oportunidad efectiva (o sea, con efectos) que nos da a los ciudadanos el sistema vigente, todos tendremos sólo cinco opciones efectivas (o sea, con efectos):
1. Votar PSOE
2. Votar PP
3. Votar IU
4. Abstenerse
5. Votar UPyD

Me gustaría que explicara por cual de las cinco opciones se 8inclina Vd. más.

Un cordial saludo (y bonita foto de Tapia).

Carmen Quirós dijo...

En tiempos de crisis terroríficas, como estos, hay que ser muy responsable con el voto, por supuesto, no abstenerse ni votar en blanco. Necesitamos un gobierno fuerte, con mayoría absoluta, para que haga reformas profundas. El problema es que en estas situaciones es necesario que exista una sociedad civil activa que controle la acción del poder y eso no lo tenemos.

No tengo decidido aún mi voto; pero es más que probable que vote al PP, aunque sólo sea por descarte.

buron dijo...

Gracias por la respuesta.

Lo de la necesidad, o conveniencia, de una mayoría absoluta sólo se plantea como consecuencia de las experiencias pasadas de mayorías relativas y la correlativa compraventa de votos parlamentarios de los partidos nacionalistas.
Lo cual a su vez es consecuencia de la perversa ley elecoral vigente (IU y UPyD con más votos y muchos menos escaños que PNV, etc., etc.). Y no olvidemos que PP Y PSOE, de la manita, se han negado en redondo a modificar dicha ley.

Ahora, por primera vez, todo puede ser distinto. Una hipotética mayoría no absoluta del PP se podría complementar hipotéticamente con UPyD y no con los nacionalistas. ¡Sería histórico!

En cualquier caso, todo lo anterior se refiere a las Elecciones Generales. En las autonómicas y municipales que se avecinan, es evidente que no puede existir ese miedo a las mayorías relativas
condicionadas por los nacionalismos.

¿Entonces? ... ¿¿¿¿qué????