Y dicen los que saben que el Madrid ha recibido una cura de humildad; pero yo creo que lo que ha recibido el Madrid es la traslación de la goleada que lleva metiéndonos Cataluña desde hace décadas.
Ayer, los catalanes defenestraron un nacionalismo irracional que les había llevado al desastre económico y votaron en masa a un nacionalismo más sensato, que persigue lo mismo: que nadie use el castellano de forma pública, que España siga siendo a ojos de los catalanes lo peor de lo peor; pero moderando el discurso. De momento están en la ruina y necesitan mostrar el «seni», esperar que la situación en el resto del país remonte, incluso colaborar, si es necesario atemperando las exigencias y cuando vean que hay un euro disponible, arramblarlo aunque España sufra un perjuicio grave. Hay que avanzar con infinita cautela hacia la independencia económica antes de saltar al escenario de la escena política.
Éste es el programa que ha defendido CIU y han comprado una mayoría notable de catalanes. Han jugado de forma impecable en el terreno del camino a la independencia, hay que reconocérselo y llorar por la estupidez de tantos y tanto supuestos expertos en el análisis político, que proclaman que Cataluña ha abandonado el independentismo.
Y hoy, se ha escenificado otra muestra del poderío catalán. Han borrado al Real Madrid del terreno de juego, como borraron en la votación del plan de ajuste a España, sosteniendo a Zapatero en el poder con su voto, revistiéndose con la capa de estadistas. Nos metieron un gol por la escuadra entronces y hoy han vuelto a meterle una goleada humillante a Madrid en el plano deportivo.
Que el cielo nos ampare.
No hay comentarios:
Publicar un comentario