Foto Reuters
Los agentes sociales son malos, perversos, incumplidores. Nuestro amado presidente hoy tenía que asistir a la Cumbre de Primavera de la Unión Europea, tanto por cuestiones protocolarias y de alarde, como porque con un nombre tan ajustado a la naturaleza de nuestro presidente, tuvo que ser arrastrado por una fuerza intrínseca a lo que lleva en los genes (© J. Blanco). El alarde que he mencionado, consistía en rendir cuentas ante sus socios de las medidas que había adoptado para luchar con la crisis en los últimos meses.
La más importante para nuestro país era que anunciara que se había vinculado el incremento salarial a la productividad; pero esos agentes sociales que el demonio confunda, no quisieron ponerse de acuerdo y como él es así de bondadoso y amante del diálogo, los acuerdos y la paz, prefirió dejar que limen sus diferencias, incumplir el plazo y tragarse el sapo; porque esa es su bizarría, la propia de un demócrata de toda la vida.
Y allí se fue, a recibir la primavera. Como no podía presentar un acuerdo para unir los salarios a la productividad, en su infinita grandeza arbitró una medida mucho más sencilla y brillante: anunciar entre las flores de cerezo bajo un cielo luminoso, bañado por los rayos de un sol radiante (o de cualquier otra manera) que iba a vincular el techo del gasto de la Administración del Estado al PIB nominal en el medio plazo.
Esta norma será de obligado cumplimiento para la Administración del Estado; pero... Respecto a las Autonomías, promoverá un consenso para que apliquen esa medida.
No hubiera sido necesario perseguir este acuerdo si no hubiera dinamitado él con su cabecita loca las normas ya existentes para la contención del gasto de las Autonomías, cuyos límites había fijado el anterior gobierno en términos parecidos; pero claro, esos eran el PP y nada de lo suyo era bueno para esta nación discutida y discutible.
Y digo yo que con un poco de suerte, los miembros de la Unión Europea no tendrán ni idea de como funciona España; porque si la tienen, verán lo que cada uno de nosotros tiene claro.
El Gobierno no tiene ningún empacho en aplicarle la medida por Decreto a Asturias, Madrid, Valencia, Andalucía y resto de las Autonomías que pueblan este país, salvo dos excepciones: Cataluña y País Vasco. Precisamente Cataluña, con sus embajadas y su despilfarro es la que lastra de modo peligroso la economía española; pero el conejito de Duracell que nos gobierna, depende de esas dos autonomías para agotar la legislatura y por eso necesita «consensuar» el techo de gasto.
El resto de las medidas son aún más inútiles para relanzar la economía: va a impulsar la competencia en el sector de los servicios profesionales aplicando la directiva europea y además, va a crear comisiones para que resuelvan problemas serios. Es decir, va a tirar dinero para nada y eso no se les escapa a sus socios, como no se nos escapa a nosotros.
No sólo les ha vendido humo (y ellos saben que es así), no sólo ha comprometido aún más nuestra economía metiéndose en una guerra que no se sabe cómo vamos a pagar, sino que la noticia más terrorífica, lo que me pone los pelos como escarpias, es lo que declaró al final a los periodistas: está muy satisfecho. ¡Nos van a dar la del pulpo!
2 comentarios:
Doña Carmen, lo de conejito, se lo paso, lo de que dura y dura, también, ahora,
eso de tierno me parece bastante cruel hasta para el Zape. (risas risas)
Un cordial saludo
Ps. Mañana domingo, pepiño, junto con Griñán, dan un mitin en un hotel que tengo a 2o metros de casa, ¿qué le parece si cuelgo en el balcón a forma de bienvenida una gigantesca pancarta del "NO a la Guerra"?
¡Ojalá lo haya hecho! ¡Sería genial, sobre todo, si pudiéramos ver su cara!
Otro saludo para usted, igual de cordial.
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