15/9/10

Pajín y Zapo





Hoy la niña de Zapatero nos regala un texto literario de inconmensurable valor (en todos los sentidos), en su blog

Lo mejor, lo fantástico, lo inefable, es el párrafo final: 

«Me siento muy cerca de ellas, conozco muchas historias de la minería, transmitidas de hijos a padres, historias que forman parte de la identidad de algunos pueblos de nuestro país, como los de la montaña de León, lugares que forman parte de mis raíces».

Vamos descubriendo, pasito a paso, que las raíces de esta niña son muy extensas. Madre vasca, padre oriundo de la comunidad valenciana (hasta donde yo sé), asistente a la fiesta de Rodiezmo desde su más tierna infancia y ahora, descendiente de mineros de las tierras de León. 

Tal vez se deba a que las raíces no le dejan ver el bosque; pero esa transmisión oral de hijos a padres, me encanta. Demuestra dos cosas: que tiene las ideas un poco confusas y que no repasa sus textos. Claro que alguien que escribe de forma tan excelsa no necesita tomarse ese trabajo. Le viene de natural.



Natural como la vida misma. Es lógico que el alumno siga los pasos del maestro y el maestro de Leire es inmejorable en el manejo de la realidad alternativa:

Los parados en formación están trabajando para el país

Lo ha dicho con el mismo aplomo que muestra su aventajada alumna en su blog. Una persona sólo puede ser calificada como 'parado' si carece de un trabajo derivado de un contrato laboral de prestación de servicios o ejerce como trabajador por cuenta propia, por el que recibe un salario o unos ingresos. 

Un parado puede estar formándose para trabajar para el país en un curso de formación; pero trabajar, lo que se dice trabajar en la forma en que lo hace un trabajador, va a ser que no.

Los hijos transmiten a los padres la narrativa oral y los parados trabajan para el país. Una pareja perfecta con un cociente intelectual sublime.

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